sábado, 14 de mayo de 2011

QUE EL AEROPUERTO DE SANTA ANA NO PIERDA SU NORTE

La noticia difundida a nivel nacional sobre las declaraciones del nuevo propietario de la Aerolínea Avianca y por parte de otros importantes funcionarios y representantes de gremios de todo el país, no debe de sorprendernos y mucho menos llenarnos de jubilo y del renacer del orgullo de patria chica perdido desde hace mucho tiempo, lo que nos debe llevar es a una juiciosa reflexión sobre la realidad que hemos tenido y tenemos en nuestras manos, nuestro Aeropuerto.

También es necesario recordar que este artículo es el tercero de una serie, sobre el análisis de la gestión desarrollada hasta la fecha por el saliente alcalde de los cartagüeños Germán González Osorio.

Dicha noticia tiene varias lecturas. La primera: Se confirma una vez más la negligencia del gobierno central departamental que por más de tres décadas haya ignorado dicho proyecto el cual no solo beneficiaría a Cartago sino a los siete municipios vecinos territorialmente en el Norte del Valle y al mismo Departamento por cuanto al igual que el Municipio de Obando los dos son socios, aunque en mínima proporción accionaria, de tan importante y futuro polo de desarrollo regional.

El peso de los hechos confirma mi apreciación, por cuanto la misma Aeronáutica Civil, recordemos que el director de la Aerocivil Santiago Castro es Vallecaucano y el año pasado en una declaración al Diario el País de Cali, cuando le preguntaron por los aeropuertos de Cartago, Tulua, Pereira y Manizales, afirmó “…Si miramos la parte de la demanda, Pereira ocupa un lugar privilegiado…”

Acto seguir, Castro uno de los dirigentes políticos en el Valle, emite la siguiente sentencia. “…Los dos no creo que puedan operar, es necesario que esos municipios se pongan de acuerdo y se deje un aeropuerto unificado…” el que no se atreviera a afirmar en su momento que el Santa Ana es la mejor opción deja claro su distanciamiento de esta región norte vallecaucana.

De ahí la importancia de lo que piensan los grandes inversionistas, que afortunadamente están despojados de compromisos políticos, contrario a la actitud de los politiqueros de turno donde lo único que hacen es cuidasen en sus declaraciones para así defender sus intereses personales o mejor su trabajo.

Entonces dichas declaraciones, y de las que nos ocupamos hoy, apuntan a que el Aeropuerto de Santa Ana es la solución al problema aeroportuario que enfrenta el Matecaña y la región, o ¿porque creen ustedes que en el eje cafetero poca importancia se le dio a dicha noticia?

Para completar también ha sido noticia en los diarios regionales del eje cafetero pero especialmente en importantes sectores de opinión a través de las redes sociales, las irregularidades y presuntos actos de corrupción en la construcción del Aeródromo de Palestina así como en el Matecaña donde la más reciente es la presunta existencia de nominas paralelas (confirmando el manejo netamente político que se le da al tema del Aeropuerto) aparte de quedar claro que ambos tienen problemas climáticos y que buena parte del año mantienen cerrados (fuera de operación) por dicho fenómeno natural.

Es justo reconocer igualmente que ninguno de los tres: Santa Ana, Palestina y Matecaña cuentan con pistas apropiadas para el normal funcionamiento y hacia el futuro que satisfagan las necesidades logísticas y que garanticen una eficiente y eficaz operación de esas pistas… todas se quedan cortas.

La segunda: Todos tenemos claro que la única salida al problema que enfrenta especialmente el Matecaña es que en una primera fase, poner a operar el Santa Ana como aeropuerto alterno y en una segunda, tal ves en menos de 5 años toda la operación aeroportuaria quede en el nuestro, así de sencillo.

El primer obstáculo a superar es vencer la resistencia cultural de las otras regiones que insisten en vernos como simples lugareños; que no es más que la insistencia de esos centros políticos administrativos de continuar con el viejo modelo local de polo de desarrollo como referente de vida y orgullo ancestral, lo que está fuera de contexto por cuanto insisten en que el Matecaña tiene todavía 20 años de vida útil, utopía que no cabe sino en la mente de algunos Pereiranos, los cuales siempre le han vendió la idea al pueblo de que es una verdad revelada e irrefutable.

La modernidad y los retos de una económica globalizada con mercados potenciales en centro América y hacia eje asiático y más ahora con la posibilidad de la aprobación del TLC con Norteamérica, nos obliga a pensar en términos de la variable tiempo (velocidad de cambio), que nos permite apreciar la aceleración creciente de los procesos y el ritmo de vida y en la búsqueda de reducir las barreras de integración y la distancia entre lugares, por el tiempo y el costo del transporte que tienden a ser más accesibles los territorios, estoy hablando del aeropuerto de Santa Ana como nuevo eje geoestratégico que articulará la nueva fase de producción en el occidente colombiano vía exportación de la región hacia el resto del mundo.

Un solo ejemplo para ilustrar el concepto anterior, cuanto costaría transportar una tonelada de la zona franca de Caimalito hasta el aeropuerto de palestina, y cuanto costaría esa misma tonelada de la misma zona al Aeropuerto de Santa Ana, la comparación se deberá de hacer a precios actuales y a precios dentro de 10 años. ¿Cual resultado le gustará más al inversionista extranjero?

Ya en este punto usted atento y respetado lector habrá entendido el porqué del titulo de este artículo “Que el aeropuerto de Santa Ana no pierda su norte” y es en el sentido que seria miope pretender solo pensar en invertir en un muelle para pasajeros, no, la Visión debe de ir mas allá en el sentido de entender que aeropuerto no solo va a ser un simple terminal de pasajeros, recordemos que el negocio de los aeropuertos no es el transporte de personas (generalmente da perdidas) la verdadera rentabilidad la da el transporte de carga.

La tercera lectura. Nuestra clase dirigente cartagüeña no ha estado a la altura de las circunstancias y no han tenido el valor de enfrentar el reto a nivel local, ni departamental ni mucho menos a nivel nacional, más han podido los intereses mezquinos individualistas donde cada uno de los gobernantes ha utilizado el proyecto del aeropuerto para conseguir votos y ya en el poder lo ha utilizado como factor de distracción para ocultar otro tipo de intereses perversos.

Terminemos analizando el caso del actual alcalde, el cual utilizó el mega proyecto del Aeropuerto de Santa Ana con su Zona Franca o Parque Logístico como caballito de batalla durante toda su administración y hasta viajó al exterior para concretar posibles socios estratégicos, lo que ha dado pie para que sus contradictores le impugnen su solapada aparente gestión, la que no ha tenido ningún informe definitivo ni resultados concretos.

Peor aún cuando, González Osorio, manifiesta que de los $2.500.000.000.oo aprobados por el gobierno nacional a través de la gestión de congresistas “amigos”, los que casi se pierden por falta de gestión en manos de las directivas del propio Aeropuerto, quedando como balance la entrega de unos equipos de aeronavegación y maquina de rayos equis, y donde se perdieron $200.000.000.oo echándole la culpa a la temporada invernal.

Primera conclusión… la opinión pública no conoce con exactitud en que van a ser invertidos lo que resta de los $2.300.000.000.oo que se salvaron de milagro por la ineptitud de todos.

Segunda conclusión y ese problema lo tendrá que resolver el próximo alcalde, que esperemos sea un tecnócrata y no un burócrata, y es lo relacionado con el manejo jurídico que se le dará al tema del nuevo aeropuerto.

Se seguirá utilizando la figura decorativa de junta directiva o administradora del Aeropuerto de Santa Ana, o es necesaria someterla a una reestructuración.

Donde se pueden presentar varias opciones: Primero. Que el Departamento ceda el mínimo porcentaje de sus acciones; segundo. Que el municipio de Obando venda sus acciones; Tercero. Que el municipio de Cartago que tiene casi el 87% de las acciones invite a los 7 municipios vecinos territorialmente para que hagan parte como socios de dicho macro proyecto, ¿Y por que no a los 18 municipios de norte del valle?

Independiente que cual sea la mejor decisión, eso hay que dejárselo a los que conocen las minucias sobre el tema, lo más importante es darle vida al Aeropuerto porque es ridículo e increíble que después de la tan cacareada zona franca o parque logístico, resulta que a los funcionarios que trabajan allí se les adeuden más de seis meses de sueldos y salarios. ¿Así quien trabaja? Amanecerá y veremos.

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