sábado, 21 de mayo de 2011

EL MALECÓN DEL RIO DE LA VIEJA

Nadie puede negar, que en la actual administración municipal muchas fueron las obras realizadas y se invirtieron miles de millones de pesos en educación, salud, agua potable y saneamiento básico, pavimentación y reparcheo de vías, cultura, recreación y deporte, desarrollo comunitario etc.

También hay que aclarar, buscando el equilibrio en la información, que muchos de esos recursos son de destinación especifica y de forzosa inversión (que es uno de los indicadores con que se mide la eficiencia fiscal y administrativa de los entes territoriales y que hace parte del esquema de categorización de los municipios).

Obras que de no haber sido ejecutadas, dichos recursos asignados se habrían tenido que devolver a la Nación o ésta misma los hubiera disminuido (caso de los $200.000.000.oo para el Aeropuerto que debieron ser desviados por la nación para atender la temporada invernal) de los convenios interinstitucionales aprobados a través de los diferentes Ministerios por ineficiencia administrativa municipal.

Si de verdad queremos medir objetivamente la verdadera gestión de un mandatario, deberá de ser a través de aquellas obras que por iniciativa del despacho y vía recursos propios haya emprendido con éxito y tengan un impacto sostenible a largo plazo en el desarrollo económico y social del municipio.

Ya que en el evento probable que se aprobara en el Congreso de la República la reelección popular de Alcaldes, dicho proceder determinara sobre hechos cumplidos, si un Alcalde se gano el derecho a ser reelegido. ¿Usted lo elegiría de nuevo?

Cuando la opinión pública se entero, por primera vez, sobre dicha propuesta, el malecón, lo hizo a través del Programa de Gobierno del actual Alcalde, Germán González Osorio, elegido por el movimiento político Alianza Social Indígena (ASI), mediante voto popular donde alcanzó 24.401 simpatizantes, convirtiéndose en una de las más altas votaciones durante las últimas dos décadas.

El pasado viernes, y para las próximas elecciones de Alcaldía, Asamblea y Gobernación, el mencionado movimiento nuevamente avaló 8 candidatos al Concejo y se espera que en las próximas semanas se realice el acto público de adhesión a la campaña del candidato por el Partido de la U el economista José de Jesús Villamil Quiroz.

Alejándonos rápidamente del tema político, dicho proyecto hace parte del eje 4, denominado “Desarrollo Ambiental Sustentable” de la cual también hacen parte y solo por mencionar dos acciones: La recuperación y reforestación de la ribera del rio la vieja y el manejo adecuado de residuos de construcción o escombrera.

Frente a la proyectada obra, el malecón, inversión esta que no esta contemplada en el plan de acción del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo; pero que es iniciativa del actual mandatario (eso hay que abonárselo al Alcalde); y antes que se diera a conocer el año pasado a través de una maqueta virtual anunciada con bombos y platillos en los diferentes medios de comunicación hablados, impresos y virtuales de circulación regional, donde claramente obtuvo un favorable impacto mediático a nivel regional sobre la gestión por adelantar por González Osorio; pero lamentablemente lo que llama la atención es que meses después del lanzamiento, la obra que se estaba ejecutando en nada se parece con la propuesta virtual.

En el imaginario colectivo había muchas dudas sobre que tipo de obra sería y en que tramo sobre el Rio de la Vieja sería construida, como todos los rumores… había mucha confusión, viejo truco que solo sirve para el beneficio de unos pocos.

Se afirmaba que se realizaría por el sector de guayacanes, algunos aseguraban que era frente al parque Sueños de libertad, otros que en el parque de la isleta y los más escépticos afirmaban que era otra ilusión más que no resolvería para nada la intención del mandatario de crear ambientes turísticos en la ciudad, donde lo único que realmente buscaba era protagonismo en su actuar.

Personalmente la visualizaba como una amplia vía semi-peatonal donde se permitiera la circulación a pie, en patines, patinetas, monociclos para ciclo turismo, bicicletas reconvertidas, pequeños vehículos de tracción animal, botes para canotaje etcétera.

Igualmente el diseño lo esperaría uno asociado al paisajismo, donde se incluirían elementos que realcen la belleza escénica del Parque de la Isleta y que no la perturbaran.

Imaginaba grandes, medianos y pequeños Kioscos al estilo del antiguo Club del Rio cubiertos con paja (evocando las primeras construcciones hechas en madera y paja por allá en la época de la colonia), amplias zonas verdes, arboles y sitios adecuados para el esparcimiento planificado de los visitantes, pequeños tertuliaderos donde se fomentara las artes y la cultura y de paso lugares que se convirtieran en sitios turísticos para propios y extraños.

Ese imaginario viaje me llevo a repensar e intentar articular el malecón con un viejo proyecto sobre el Parque de la Isleta presentado hace casi ya unos 10 años por los estudiantes de ultimo semestre de arquitectura de una universidad regional y que debe de reposar el archivo de planeación.

Donde se recuperaba parte del antiguo lago artificial y se aprovechaba la actual infraestructura donde años atrás se realizaron presentaciones artísticas con escenario bajo techo, el cual fue desmantelado para evitar el asentamiento temporal de la población desplazada y las comunidades indígenas, acción esta que se convirtió en parte de la solución facilista para enfrentar superficialmente este tipo de fenómeno de desplazamiento voluntario o forzado por parte de las comunidades más vulnerables.

Finalmente la obra del malecón fue suspendida hace ya unos meses por intervención de la CVC al parecer por carecer de la licencia ambiental requerida para estos casos.

El error cometido fue la construcción de manera apresurada, improvisada y riñendo con el entorno paisajístico que más parece se hubiera pensado en acondicionar una nueva zona para la ubicación de locales para la feria de artesanías las que se realizan al menos tres veces al año en ese sector.

La intención de hoy no es satanizar la suspendida obra del malecón, la idea es recuperar el proyecto para mejorarlo y atemperarlo a las viejas intenciones de convertir el emblemático Parque de la Isleta en un sitio turístico con altura para el disfrute de propios y extraños, convirtiéndolo en parte integral del desarrollo turístico y de sano espaciamiento, donde confluyan el arte, la cultura y la recreación y finalmente articularlo como un eje de desarrollo económico y generación de empleo en esa zona de la ciudad.

El futuro del malecón y su rediseño definitivamente lo tendrá que resolver el próximo Alcalde de los Cartagüeños que esperemos sea un tecnócrata y no un burócrata. Amanecerá y veremos.

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