domingo, 24 de abril de 2011

¿TIENE USTED INTELIGENCIA EMOCIONAL?

Incumpliendo con el compromiso adquirido con usted respetado y adepto lector, en el sentido de continuar con la serie de balances por sectores sobre la gestión, como Alcalde, de Germán González Osorio tema que solo se aplaza por esta semana; pero tengo mis motivos.

Se que es tiempo para hacer cuentas, y si bien es cierto el próximo 31 de diciembre termina oficialmente su mandato, lo que tenga por afinar solo tendrá espacio hasta el próximo 30 de octubre.

Después de esa fecha e independiente de quien sea elegido como nuevo mandatario, esperemos que sea un tecnócrata y no un burócrata; el saliente mandatario deberá dedicar tiempo a dejar organizado el despacho, y entregarse de lleno a los procesos de empalme de acuerdo a los dictámenes de la ley 951 de 2005 y prepararse para el cierre fiscal de 2011.

Finalizando el mes pasado y lo corrido de este, casi todos han sido días aciagos, azarosos y turbulentos anímicamente para todos aquellos que son protagonistas, unos más que otros, del quehacer político local.

Más allá que algunos políticos todavía no hayan encontrado y calentado su nido y aún siga la lucha territorial partidista; lo cierto es que para la mayoría de ellos, un simple comentario o algún acontecimiento trivial cobra demasiada importancia y es visto como una grave amenaza sin merito alguno para merecerlo; entonces frente a tanta paranoia, lo único que se deja entrever, a la opinión publica, es que hay mucho nerviosismo donde se creía que todo estaba fríamente calculado.

El resultado de todo ese bochinche, que más parece el juego a la ruleta rusa en manos de aprendices de políticos, es que quedó claro que hasta el momento oficialmente solo el partido de la U tiene un firme candidato a la Alcaldía para el municipio de Cartago en el Norte del Valle, el economista José de Jesús Villamil Quiroz.

Los otros partidos, citemos primero el Partido Conservador irá a consulta interna para curarse en salud, todo por aquello del tema de moda de la doble militancia y además no desean caer en esa trampa politiquera con intereses burocráticos.

Para el Partido Liberal, en el que milito desde que tenía 5 años eso dice mi padre (para esa edad ya tenía claro algunas cosas) y del cual me siento orgulloso, lo único que le interesa es otorgar avales por aquello del pretendido fortalecimiento a nivel local y nacional sobre lo cual tengo algunas dudas, ojalá así sea por el futuro del trapo rojo, utiliza el viejo truco del si… pero no y esperemos.

Por el lado del Pin aparentemente acéfalo de dirigentes locales, están esperando quién se atreve ha plantearle coaliciones, podría ser este último, la voz del pueblo afirma que para el mes de junio ya todo estará decidido (alianzas), por ahora se toman todo el tiempo esperando que decisión se tomará.

De los otros partidos ni fu ni fa y aunque aún hay tiempo para candidaturas lo dudo, parece que la contienda electoral va a estar solo entre dos; lo que si vamos a añorar es la histórica disputa entre Libérales y Conservadores.

Todo indica que la contienda electoral, va a ser entre el Partido Social de Unidad Nacional y una amalgama de directorios, primero esperemos las consultas internas (oficiales y no oficiales) de los restantes partidos.

Finalmente y ante tanta confusión lo más seguro es que todos los “dirigentes” políticos estén durmiendo… pero con un ojo abierto y con el celular prendido las 24 horas, de todas formas hay muchas emociones encontradas.

A propósito de emociones, empecemos de una vez por todas con el tema que cae como añillo al dedo, entonces recomencemos con lo que se está poniendo de moda… la inteligencia del siglo XXI.

Siempre se ha dicho que cuando una persona tiene un cociente intelectual superior a 130 es casi de otro mundo, es un bicho raro que está cerca de la locura… un genio.

Hoy día ya se habla de Cociente de Éxito y los estudiosos sobre el tema afirman que investigaciones han demostrado que dicho cociente el mismo se debe en un 23% a nuestras capacidades intelectuales y un 77% a nuestras aptitudes emocionales. Algo si como no tener vísceras, tener la sangre fría y el rostro congelado.

Entonces surgen preguntas como ¿Por qué a algunas personas les va mejor en la vida que a otras? aún en iguales condiciones económicas y sociales.

¿Por qué algunas personas que se destacan en su profesión u oficio son un fracaso en su vida familiar y privada?

La clave está en como entendemos y como manejamos nuestras emociones, es decir como enfrentamos una posible amenaza (de cualquier índole física o sicológica) donde pueden ocurrir tres posibles reacciones: huir, enfrentar o quedarnos por unos segundos quietos, reflexionar y valorar fríamente la situación para luego tomar decisiones, así de sencillo.

Otros afirman que del 100% de nuestras cotidianas preocupaciones y prevenciones el 99% no se presentan o son fallas conceptuales, generalmente influenciadas por la opinión de otros que terminan decidiendo por nosotros.

Aunque parezca increíble la mayoría de las personas se conectan y se relacionan influenciados por las sentencias de otros; en general se actúa imitando a borregos guiados en manada a través del potrero y hasta el saladero y los corrales.

Las personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional, es decir pasan fácilmente de la alegría a la tristeza y de la ira al llanto son personas que libran constantemente duras batallas interiores y son incapaces de pensar con claridad en el momento más indicado y se someten a un desgate físico y emocional innecesario.

Queda claro que su estado anímico influencia en gran medida lo que usted haga, doy un ejemplo… tras el fracaso familiar de Tiger Woods, uno de los más grandes golfistas de todos los tiempos, su carrera profesional colapsó y lo más seguro es que no vuelva a recuperarse ni a ser el mismo. Lo que ocurrió es que no supo manejar sus emociones (post-escándalo) y tomo decisiones erróneas, no en la cama sino en el campo de golf.

Mirándolo desde otro punto de vista, aún las emociones llamadas “positivas” por ejemplo el triunfalismo y peor si son otros los que nos lo hacen creer puede ser peligroso e inconveniente; a propósito de campañas políticas y el entusiasmo frente a las encuestas. Por ejemplo recordemos lo que le pasó al equipo de trabajo del Partido Verde, en medio de la efervescencia del éxito de su candidatura en las redes, llegaron a proyectar 10 millones de votos y solo obtuvieron un poco más de tres, en la primera vuelta, tremendo fiasco.

Espero que esto no le pase en las próximas elecciones locales que se avecinan, todo lo contrario… salga y recorra la calle hasta el último día hábil para hacer política. Amanecerá y veremos.

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