domingo, 6 de febrero de 2011

A PROPOSITO DE LA VISITA DEL PRESIDENTE SANTOS

Sorpresiva y grata la visita que el día de ayer realizó a nuestra ciudad el Presidente de la República Juan Manuel Santos Calderón, grata por que en su actuar demuestra que de alguna manera está pendiente de esta región norte-vallecaucana y eso es bueno; esperemos que los dirigentes locales estén al corriente y aprovechen esta oportunidad no solo a nivel mediático, sino para beneficio de nuestra comunidad.

Todo aquel que practique un sano, equilibrado y justo razonamiento entenderá rápidamente que el Municipio de Cartago en el Norte del Valle al igual que la totalidad de los 17 municipios restantes carece de muchísimos bienes y servicios institucionales que entre otros podemos mencionar infraestructura educativa (escuelas, colegios y universidades), deportiva (especialmente escenarios para la práctica masiva del futbol), cultural (centro de convenciones o áreas estratégicas al aire libre), ecológica (parque temático, escombrera y matadero municipal), vial (vías primarias, secundarias y terciarias) infraestructura de servicios públicos domiciliarios (energía, acueducto y alcantarillado) siendo más critico en cobertura y participación en el sector rural, así como la Zona Franca del Aeropuerto y la Terminal de Transporte Terrestre de Pasajeros.

Dicha carencia de infraestructura, por lo demás alarmante, es fiel reflejo de la incapacidad de los eternos dirigentes locales para gestionar y ejecutar obras que permitan la creación de ambientes de negocios o entornos competitivos alrededor de la vocación productiva del municipio y región.

También es cierto que desde hace un poco más de una década, los últimos gobernantes cartagüeños han intentado realizar algo en la medida de sus posibilidades, donde uno de los sectores que se ha visto más favorecido es el Educativo.

Esa mirada hacia el Sector Educativo pudiera ser el resultado de los lineamientos y exigencias del Ministerio de Educación Nacional y/o un verdadero propósito del actual Alcalde Municipal, esperando entregue obras totalmente terminadas, como lo ha prometido en este último año de gobierno, ad portas de elecciones para cuerpos colegiados, coincidencia o no… lo está realizando y vale la pena resaltarlo.

La realidad es que se ha venido invirtiendo en infraestructura educativa, ya sea continuando la construcción de centros educativos, cerramiento y remodelación de las antiguas sedes, dotación de computadoras e internet para la mayoría de los centros educativos y alimentación escolar gratuita que se cuentan entre otros proyectos, además de la implementación del plan decenal en educación.

Si bien es cierto los recursos con que se adelantan dichas obras, en su mayoría provienen de Transferencias de la Nación bajo los rubros SPG-EDU (Sistema General de Participaciones para el Sector Educación), Calidad Educativa y Alimentación Escolar, además de recursos provenientes ley 80, regalías y recursos propios procedentes de la sobretasa a la gasolina, ingresos estos que son de destinación especifica; no cabe la menor duda que se está transitando por el sendero correcto.

Mas allá de la formación bruta de capital expresada en obra blanca para amplias y modernas sedes educativas, la pregunta del día es ¿Dichas obras garantizan una buena educación?

Que esté expresada en un buen rendimiento académico por parte de los educandos. La pregunta siguiente es ¿Terminan su primer ciclo educativo los bachilleres cartagüeños lo suficientemente preparados para enfrentar los retos de una educación superior calificada?

O por el contrario se reproduce ese círculo vicioso, certificando bachilleres mediocres (la mayoría) para ser inmediatamente absorbidos por universidades poco competitivas en la ciudad o la región.

Entonces es necesario adicionalmente dar una mirada a dos elementos que hacen parte del éxito en la educación de nuestros hijos y que poco tiene que ver con amplias y modernas estructuras educativas.

Entonces los personajes de hoy serán los padres de familia y los docentes, empecemos por los segundos y sobre los cuales debemos entender que directa o indirectamente son los responsables de la regeneración o la degradación social, la que llevan a cabo de manera consiente o inconsciente.

Hoy empezaremos reconociendo que la enseñanza elemental y básica primaria son la razón de ser y la base sobre la que se construye todo el andamiaje educativo en la búsqueda de formar profesionales o vagos, y para lograrlo es bueno que esté mayoritariamente en manos del sexo femenino y es un acierto pues si se trata de formar las nuevas generaciones en valores, organización, disciplina, paciencia y perseverancia ellas son en su mayoría un buen ejemplo de proyecto de vida.

Que una buena educación humanista es la base para consolidar una mudanza en la actual forma de educar y en la búsqueda de un cambio con justicia y equidad social, eso se lo dejo a los expertos.

Pero sobre lo que si voy a ser puntual es lo relacionado con la dirección y administración de los planteles educativos, los que deben de alejarse rápidamente de dar la impresión, al interior de los mismos y frente a los alumnos, de ser una especie de sistema penitenciario donde el escolar siente terror hasta por el simple hecho que le programen exámenes para medir su conocimiento, en muchos casos el día previo a los mismos les produce nauseas y diarrea, lo que hace que se bloquen y pierdan el entusiasmo por el estudio y frente ha esta situación no queda otra salida que “pasarles” el año.

Señalo lo anterior porque es en las escuelas y colegios (aclaro no en todos) donde lamentablemente muchas veces se incuba la violencia infantil, la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución, la decadencia por el hábito de la lectura, el racismo, la delincuencia en general, etcétera.

Frente a esta situación debemos de revisar varias cosas empezando por cambiar el paradigma frente al concepto que se tiene, que a docente no se dedica sino quien es incapaz de asumir mayores retos, o porque no tiene otra cosa en que ocuparse, que tienen el común denominar de ser ineptos, perezosos y manipuladores, que muchos de ellos son personas sin procesos de actualización educativos y que algunos de ellos disfrutan de su pensión y siguen activos.

Hoy día debemos de esperar que la nueva generación de docentes estén bien pagos y con una muy buena preparación profesional y motivarlos para que continuamente se estén actualizando buscando una fundamentación acorde a las nuevas tendencias pedagógicas, donde la clase magistral va camino del olvido y donde se promueva la investigación y la participación colectiva en la busque de nuevas ideas para los inquietos e innovadores estudiantes, termino acuñando la frase de Montaine que dice: “…El niño no es una botella que hay que llenar; sino un fuego que es preciso encender…”

En el caso de los padres de familia, la educación de los hijos debe de ser una verdadera obligación por parte de nosotros, pues con el ejemplo las actitudes de nuestros hijos empiezan por casa, entonces nuestro compromiso es ser padres educadores; que es todo lo contrario a pagarles un buen colegio, madrugar a llenarle el morral de libros y comida y sentarse a esperar que en el colegio se haga todo el trabajo educativo.

Ser padres responsables, es todo lo contrario de hacerle las tareas a los hijos o encomendárselas a otros, enseñarles a mentir y no animarle a tomar pequeñas decisiones, entonces de esta manera estamos formando adultos perezosos y mediocres.

Pero como ser un buen padre no es tarea fácil, entonces para simplificar las cosas y tomar el adecuado camino y si tiene un hijo(a) ente los tres y los nueve años siga estas siguientes y pequeñas recomendaciones.

No crea que el dinero lo soluciona todo, es decir no compre el afecto, el respeto y la admiración de su hijo(a), no permita que deje en desorden las cosas personales (ropa y juguetes) cuando salga de la habitación o casa, no le permita pararse de la mesa sin recoger su plato o correr su silla, no permita hablar todo el tiempo que quiera por teléfono, no permita que se demore media hora en la ducha, no permita que se acueste a la hora que quiera, para empezar colóquele limites y sírvale de compañía, lo que logra compartiendo con él siquiera una hora diaria.

Y si le interesa, le recomiendo para empezar dos buenos libros “Educar sin Gritar” de Guillermo Ballenato y “Educar sin Maltratar” de Sergio Isaza Villa; ambos de Intermedio Editores Ltda. Amanecerá y veremos.

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