domingo, 26 de septiembre de 2010

HURTO Y ROBO A RESIDENCIAS… UN NEGOCIO EN ALZA

Empecemos por la conclusión final. La delincuencia común se organiza y se especializa, mientras que los organismos de seguridad se tranquilizan; si por algún motivo lo duda haga el siguiente ejercicio, marque la “línea de emergencia” 123, si no le contestan insista que tarde que temprano lo harán; y cuente cuantas veces marco o repicó antes que lo atendieran.

Siendo sensato uno podría concluir varias causas: primero que hay congestión en la línea, que no existe un call center (centro de manejo y coordinación de la información recibida), que no está asignado el personal suficiente y no se encuentra capacitado, que no hay control administrativo sobre dicha actividad, que uno esta de malas o todas las anteriores.

No pasa una semana, que no haga noticia la mala nueva de que robaron en el apartamento o casa de un familiar, vecino, conocido, amigo, compañero de trabajo o a algún desconocido; el problema también radica en que la mayoría de los casos la gente no lo denuncia a las autoridades competentes, porque no existe la cultura de la denuncia o en el peor de los casos no confía en ellos.

Esto esta ocurriendo en el Municipio de Cartago, en el Norte del Valle, aunque desconozco las cifras oficiales, y con el agravante que muchas personas no lo denuncian, solo basándome en una estimación empírica sobre los hechos ocurridos y conocidos, resulta alarmante la forma como la delincuencia común está asediando al modesto trabajador, aquella familia que madruga a trabajar y que de regreso a su hogar ya sea al medio día o en la noche, se enfrenta a la triste y amarga realidad de que le han robado todo o algunas de sus pertenencias más valiosas; las cuales ha adquirido con esfuerzo, paciencia y perseverancia, estas bandas generalmente se apropian de los objetos más fáciles de transportar a saber: portátiles, celulares, plasmas, equipos de sonido, joyas y dinero.

A principios de julio de 2009 con bombos y platillos funcionarios del Ministerio del Interior y de Justicia arribaron a la ciudad, donde dieron a conocer a la comunidad la instalación de las primeras 16 cámaras de seguridad, y no cabe la menor duda que las cámaras han servido como elemento sicológico disuasivo cuando el delincuente va a perpetrar un delito, esto y aunado al trabajo en materia de orden publico ha hecho que los indicadores sobre muertes violentas en la ciudad hayan disminuido en casi un 80%; también hay que recordarle a dicho Ministerio, hoy en cabeza de Germán Vargas Lleras, que quedó comprometido por instalar otras 16 y que por supuesto se necesitan… entonces ¿en que quedaron las promesas?

En febrero del 2010 en el honorable Concejo Municipal los Comandantes de Batallón Vencedores y del Sexto Distrito de Política de Cartago, se comprometieron a luchar contra la inseguridad, al tiempo este ultimo alto funcionario anuncio la llegada de 50 nuevos miembros, unidades de la sijin, policiales femeninas y policiales para la vigilancia; en medio de tanto alborozo, también se anunció, por parte de la institucionalidad, que parte del apoyo logístico para la labor de vigilancia y patrullaje, se realizaría mediante la entrega de 12 motos de alto cilindraje por parte de la Gobernación del Valle del Cauca y la Alcaldía Municipal; ocho meses después la comunidad sufre y se angustia por el flagelo de la inseguridad residencial.

De igual manera nuevamente el Comandante de la Policía Cartago enfatizó, para esa época, que estaban trabajando duro en contra de ese flagelo (Hurtos y fleteo), también se quejó de que “…falta ayuda de la comunidad…” y es aquí donde no se entiende por que no está funcionando correctamente la línea de atención de emergencias 123.

Por supuesto que la comunidad hoy en día si está colaborando o intenta colaborar, la realidad es que cuando el ciudadano del común intenta utilizar el 123 muchas veces nadie contesta, y cuando contestan, no prestan atención a la información recibida, la ciudadanía presume que toman nota de lo que se les informa, pero pasan los días y en el sector comprometido no aparece ninguna patrulla motorizada para “dejarse ver”.

Esta “reacción” deja un sabor amargo, por cuanto el denunciante siente que no le creyeron, esta situación pude ser el resultado del mal uso al comienzo de dicha línea, la cual fue inescrupulosamente manipulada para hacer bromas, reportes falsos, principalmente por menores de edad, derivado de la irresponsabilidad y falta de control por parte de los adultos, y por la misma delincuencia que intentaba sabotear la estrategia.

La fuerza pública tiene que entenderlo como parte de la dinámica que gira alrededor de la puesta en marcha de dichos planes, deben de superar esas molestias y aprender de ellas.

El personal adscrito para atender la línea 123, que se supone sirve de apoyo a los policiales que trabajan en moto por cuadrantes, debe saber decantar la información, basados en la experiencia adquirida y dependiendo de la actitud del demandante, actuar con celeridad y darle traslado al policial que opera en la zona, procediendo para verificar las inquietudes de la comunidad y ésta sienta que es escuchada y se genere una sinergia positiva.

Como dicho fenómeno no es solo local, y desde hace muchísimo tiempo se practica y perfecciona principalmente en las principales ciudades del país, por aquello de las distancias y que no existe una arraigada cultura de convivencia ciudadana, es decir en las grandes ciudades cada habitante es por su lado, no se conoce el vecino de encima, ni el de abajo, ni mucho menos el de al lado o el que vive en la esquina o en el otro barrio.

Contrario a lo que se vive en un ambiente pueblerino, donde el rumor, la injuria y la calumnia son el origen de todos los males y muchas tragedias, donde aún persisten y siguen muy arraigados los hábitos y las costumbres de las villas de principios del siglo XX, en el que aparentemente todo mundo conoce la vida, obra y milagros de todos los habitantes del pueblo, y donde todo se resume en el sabio refrán popular que dice: “… pueblo chico… infierno grande…”

Lo que igualmente llama poderosamente la atención es que para el caso que hoy me ocupa, la problemática que gira alrededor del robo y hurto a las residencias, la reacción de la comunidad es “nadie ve y escucha nada…” Increíble pero cierto.

Pero como de lo que se trata es de proponer acciones, hoy me limitare a copiar algunos consejos básicos para evitar “descuidos” y que le desocupen la casa y lo dejen en la cochina calle y lleno de deudas, lo que también intentaré es alejarme de las lecciones básicas como el manejo de puertas y ventanas y uso de llaves, o la más extrema dejar bajo llave a la empleada del servicio domestico y prohibirle que conteste el teléfono.

He aquí algunos consejos: Primero. No permita que personas extrañas ingresen a su residencia; Segundo. Siempre que salga de su casa así sea a la esquina, cierre la puerta con llave; Tercero. Mantenga siempre la puerta cerrada de su residencia; y Cuarto. Guarde sus objetos de valor en un lugar seguro.

Finalmente es importante que usted conozca la ultima modalidad que se esta aplicando en el robo a residencias, la que se podría denominar seguimiento de actividades.

Estas bandas bien organizadas, operan alquilando apartamentos en el interior de los conjuntos residenciales o casas en barrios de estrato 3 en adelante, identifican el perfil de la victima y el movimiento de los residentes, con el fin de determinar cuando se encuentran desocupadas para cometer el delito. La pregunta que surge es ¿como identificarlos?

Lo primero es detectar conductas sospechosas, cuando llega el nuevo vecino, es necesario observar tipo y cantidad de bienes muebles, ya que en todos los casos los trasteos son ligeros, pocos muebles y muchas colchonetas, composición de la unidad familiar, generalmente la banda la lidera un persona adulta acompañada de jóvenes que entran y salen del lugar sin permanencia fija, ausencia de pareja estable, sin rutinas de trabajo definidas, su comportamiento en el sector es de vigilancia, con mala apariencia en algunas ocasiones y sus comportamientos son sospechosos.

Este tipo de bandas lo primero que hacer es entablar rápidamente amistad, ofreciendo bebidas al vigilante y conversando con las empleadas del servicio domestico del sector, para ganarse la confianza de las mismas y adelantar labores de inteligencia.

Finalmente todos los manuales indican que se debe tener a la mano un listado de teléfonos de emergencia, línea 123, el problema es ¿y si no contestan? O no atienden el llamado.

1 comentario:

  1. EXCELENTE SU ARTICULO SEÑOR MALATESTA, Y SEPA UD QUE ESTA EN LO CIERTO EN CUANTO AL COMENTARIO DE LA LINEA 123, PUES HACE DIAS MI MADRE ME COMENTO DE UNOS VECINOS QUE LLEGARON Y QUE INESCRUPULOSAMENTE ADEMAS DE CONSUMIR DROGAS TAMBIEN LAS EXPENDEN, YO AFANOSAMENTE LLAME AL 123 Y DESPUES DE HABER TIMBRADO VARIAS VECES ME CONTESTO EL AGENTE QUIEN LUEGO DE HABERLE CONTADO LOS PORMENORES DE LA DENUNCIA O MAS BIEN INQUIETUD ME DIJO QUE DEBIAMOS COGERLE LA PLACA A LAS MOTOS EN QUE SE MOVILIZABAN DE LO CONTRARIO ELLOS NO PODIAN HACER NADA, COMO LA VE COMO QUIEN DICE, HAY QUE APRENDER A VIVIR CON EL ENEMIGO

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