sábado, 17 de septiembre de 2022

EDUCACIÓN SEXUAL Y DE GÉNERO

Durante el presente siglo la ciudad de Cartago, en el norte del valle, ha venido enfrentado, en esta ocasión, con la mirada – buscando sea equilibrada - en la siguiente administración e independiente de si elegimos al más capacitado intelectual y emocionalmente que sería lo esperado y lo políticamente correcto.

En todos los casos va a enfrentar enormes desafíos en diversas áreas, y al tiempo, como: sostenibilidad financiera y fiscal (léase regla fiscal), medio ambiente (reforestación y cuidado de cuencas y microcuencas hidrográficas), desarrollo empresarial (apoyo a los empresarios e incentivos por nuevos empleos), movilidad (infraestructura vial, parqueaderos, zonas  azules y corredores viales), educación (calidad educativa y desayunos escolares), salud (hospital público), empleo (nuevos emprendimientos) y desarrollo rural (Consejo Municipal de Desarrollo Rural, CMDR) entre muchos otros retos.

Lo anterior significa que en los diferentes programas de gobierno (PG) se espera se vea reflejado el conocimiento que, los candidatos deban tener de la ciudad, previo diagnóstico de ésta y se incluya un plan de acción o de mejoramiento a realizar durante los cuatro años de ese nuevo mandato; y es lo que marcaría la diferencia, como en el pasado, entre un buen o pésimo gobernante. Igual todos pasaran a la historia de la ciudad, unos más con pena que con gloria.

Y no, como en las elecciones anteriores, algunos con PG flojos, sin contenido y mucho menos con el contexto necesario para articular los diferentes sectores productivos.

Lo que deja entrever que fueron elaborados sin la participación directa de los candidatos o por lo menos trazando líneas gruesas o directrices,  es decir elaborados por encargo, con la única intención de cumplir con el requisito, para la inscripción del candidato de marras, que exige la Registraduría Nacional del Estado Civil.

Lo que se espera es que ese PG se convierta en una hoja de ruta que permita seguir construyendo e implementando políticas públicas para avanzar, en el mediano y largo plazo y a través de la sumatoria de cada gobierno de turno, hacia una nueva realidad económica y de compromiso social con la ciudad con el SOL MÁS ALEGRE DE COLOMBIA.

Al tiempo, de insistir en el cambio de paradigma, que quede en el pasado esa actitud de “retaliación política” que impedía que se continuaran con obras de importancia estratégica; intentado el nuevo mandatario desacreditar lo, mucho o poco, que la anterior administración había ejecutado; siempre, como resultado final, en detrimento de toda una comunidad ávida de crecimiento y desarrollo sostenible y sustentable con responsabilidad social y ambiental.   

LA IMPORTANCIA DEL EJE SOCIAL

Que de hecho hace transversalidad con todos los sectores productivos y de desarrollo visto desde la institucionalidad y la gobernanza. 

Entonces ya es tiempo de abordar, el asunto que nos ocupa hoy, algunas de las políticas públicas que de implementasen le darían un nuevo impulso que tiene como propósito, no solo, incorporar un alto contenido, de movilidad social sino de crecimiento empresarial a través de nuevos emprendimientos.

Recordemos que, actualmente, más del 50.5% de la población cartagüeña se encuentra situada en los estratos uno y dos; entonces lo que se busca es combatir la pobreza y miseria al tiempo de potenciar el desarrollo integral de toda una comunidad con más de 160 mil habitantes.

Y para lograrlo necesariamente se tiene que empezar - incluyendo los temas a tratar - con el fortaleciendo de la formación durante la educación básica, básica primaria y media, especialmente en principios y valores; así como del compromiso ciudadano para con la CIUDAD DEL TALENTO.

Que implícitamente hace parte de la construcción, en medio de la diversidad, alrededor de una correcta cultura ciudadana, del respeto por la dignidad y  la vida no solo humana sino la animal; lo que sirve de premisa para alcanzar el bienestar de la ciudad que los vio nacer o los acogió.

Sin perder de vista un par de discusiones alrededor de temas que, por simples y cotidianos que parezcan, por siglos es decir durante el desarrollo de la humanidad  y de la obtención del fruto del conocimiento - no leer la manzana que Eva le dio a comer a Adán - que se adquiere a través de los sentidos.

Más la reflexión a través del cultivo del pensamiento crítico – en parte ausente de las aulas oficiales y privadas que "preparan" a las nuevas generaciones - que por fortuna se han venido convirtiendo, para su manejo,  no en tabú sino en materia de ardiente discusión y controversia no solo desde lo político sino con clara influencia desde lo laico y religioso. Bajo un claro - oscuro manto de hipocresía…

Esta última reflexión en la que se incluyen todas las “percepciones sociales” que tienen como trasfondo un claro matiz político-económico y que hoy, por razones de espacio y tiempo, no vamos a abordar en profundidad, pero que consideramos de trascendental importancia para el desarrollo de la ciudad.

Ya que desde el pasado nos hemos declarado de pensamiento liberal progresista lo que significa reflexionar como librepensadores y en algunas ocasiones – o casi siempre - anticlericales.

LAS OTRAS PANDEMIAS SOCIALES 

Temas hoy de actualidad y “etiquetados” por siglos como lo son: el embarazo en menores de 18 años, el aborto, el matoneo escolar, el trabajo infantil y juvenil y la diversidad sexual y de género.

Iniciativas, estas dos últimas, en manos de la comunidad LGBTIQ+, que han generado polémica y no solo por el derecho de tener el coraje del sentir y ser genuino; sino, en algunas ocasiones, por la extravagancia, del actuar, en actos públicos que en sí mismos atentan contra el respeto – no leer moralidad - que se de debe tener al ciudadano del común que “estadísticamente” son la mayoría.

También lo son, esa otra tribu conformada por los que gustan ser reconocidos como “machos alfa” que por desgracia algunos no disfrutan, en su toda su dimensión, de la feminidad de su pareja; ya que derivado de ese mal comprendido "machismo" suelen estar  sometidas al maltrato físico y psicológico de estos ejemplares; e independiente de la "liberalidad" sexual a la que también tienen derecho y que algunas de ellas, osadamente, manifiestan con liberto su actuar. Ya que tienen todo el derecho al libre albedrio.

De la otra orilla, lo que también está claro, es decir debemos hacer referencia, es que esa comunidad LGBTIQ+ ya hace parte de esa política pública aprobada por la Corte Constitucional (CC), y que en un principio destapó la caja de pandora en materia de moralidad, de una parte, de esa otra sociedad taimada que actúa en rangos claro-oscuros. Por aquello de la siniestra doble moral que algunos profesan.

Confirma lo anterior la reacción, en el pasado, de muchos padres de familia al punto que uno de ellos divulgó en las redes sociales la anacrónica frase: “Prefiero un hijo muerto, que marica”.

O la acertada y sabia reflexión… “Tener un hijo homosexual no es fracasar como padres, fracasar como padres es rechazar a tu hijo por su sexualidad”.

Y cuando nos referimos a que siguen siendo temas tabúes, por aquello que desde la misma institucionalidad y del modelo educativo que, en ocasiones, evita abordar ese tipo de realidades como: prostitución, alcoholismo y drogadicción en adolescentes y adultos jóvenes; consideradas como ese otro tipo de pandemias que azotan esta sociedad virtual, o tal vez por eso, camino de la robótica.

Cerremos, por lo pronto, con la siguiente frase de Jhon Lennon… “Es fácil con los ojos cerrados, interpretando mal todo lo que se ve” …   

Fue tanta la “roncha” sobre este tipo de temas “prohibidos” de estas y muchas otras manifestaciones en relación a la sexualidad que condujeron a que el gobierno nacional, se pronunciara al respeto – por aquello que estaba en acida campaña antipetrista – que echó mano de esa otra frase de cajón: “Ni el ministerio de educación ni en gobierno han promovido ni va a promover la llamada ideología de género”.

Lo anterior significa que más allá de asumir alguna de esas posiciones irreconciliables, de hecho, el pueblo ya se pronunció en materia de PAZ, JUSTICIA SOCIAL Y EL DERECHO A LA VIDA, es menester del gobierno enfrentar desde lo jurídico un debate que desde lo ético y moral tiene en ascuas a miles de familias colombianas que independiente de la educación, fanáticamente moralista, o no, recibida que no ven más allá de sus propias narices.

Por eso, y aparte de muchas otras evidencias circunstanciales, entendemos que Colombia es tal vez el único país en el mundo al que erróneamente – hoy lo vemos con retrospectiva - se obligó invocar un plebiscito por la PAZ en un país claramente polarizado para ese entones. 

Cuyo propósito era, y es, que el ciudadano del común decidiera si deseaba, o no, que sus hijos siguieran siendo sacrificados en una guerra estéril y de nunca acabar; que del otro lado solo beneficiara económicamente solo a unos pocos. Ya el resultado todos lo conocemos.

Hoy, con el nuevo gobierno, insistimos no debe de ser visto como una aberrante novedad - léase embarazos versus abortos clandestinos - no solo por la sociedad civil, las iglesias y el gobierno y que se cuestionen sin cerrar filas ya sea para enfrentar o aceptar - para bien de las actuales y nuevas generaciones – de manera civilizada y objetiva la realidad de unas estadísticas que siguen creciendo – No leer desempleo e inflación -  en el número de embarazos en mujeres menores de 18 años, el aborto, el matoneo escolar, el suicidio, el trabajo infantil y juvenil y la diversidad sexual y de género.

Y más allá de, como en el pasado, elaborar cartillas pedagógicas, creemos que la opinión pública debe de conocer más al respecto sobre todo este tipo de propuestas que generan airadas protestas.

Ya que el problema de fondo - crisis social en sus múltiples expresiones -  no es otra que la inequitativa distribución de la riqueza, el modelo educativo, el desempleo, la inflación, la desigualdad social y la falta de oportunidades que solas o en su conjunto disparan las estadísticas en materia, insistimos, de embarazos en mujeres menores de 18 años,  abortos clandestinos, matoneo escolar, suicidio y el trabajo infantil y juvenil entre otros desafíos que enfrenta la sociedad cartagüeña y norte vallecaucana.

Para al final deber preguntarnos ¿Dónde estaría el papel del padre de familia y del docente en la formación de las actuales y futuras generaciones? O ¿será que ambos siguen utilizando el mismo discurso anacrónico de hace 60 años o más?

Donde, en ese lejano pasado, en los planteles educativos religiosos o laicos se les ordenaba a las niñas que al momento de pasar por un establecimiento público y de venta de licor y mujeres “debían mirar hacia otro lado” para así evitar un castigo o una dura penitencia.

Hoy avanzando en el siglo XXI tengamos el coraje de observar la problemática desde otro perspectiva, formulándonos el siguiente par de preguntas: 

¿Cuántos niños, niñas, infantes, púberes, adolescentes y jóvenes a diario se prostituyen, por un poco dinero o exigiendo comodidades y lujos? ¿Cuántos de esos terminan en las garras de la drogadicción o el alcoholismo y como habitantes de la calle?

ACUDAMOS A LAS ESTADISTICAS

Según el DANE, 2020, la ciudad cuenta con 145.748 habitantes - la realidad somos más de 150 mil -  con una distribución poblacional según el componente biológico donde el 53,4% corresponden al sexo femenino y el restante 46,6% pertenecen al sexo masculino.

La proporción de población entre (O – 5 años) es de 9.827 que equivale al 6,7%, la población de 6 a 12 años es de 15.544 y equivale a 10,6%, la población Adolescente entre 13 y 18 años es de 12.065 que equivale a 8.2% y la población de mujeres en edad fértil entre 15 y 49 años es de 46,7% y la población mayor de 65 años 13,2%.

Se establece de esta manera y de forma natural el remplazo de la población laboralmente activa a partir de los 19 hasta los 59 años de edad. Sin embargo, el problema del desempleo superior al 27.5% en la ciudad no garantiza, de ninguna manera, el recambio poblacional.

Lo anterior significa que cada vez son más críticas las cifras de desempleo en la ciudad en jóvenes y adultos jóvenes y con mayor impacto en la población femenina.

Y como si lo anterior fuera poco, visto desde los indicadores de cobertura educativa.

Para el período 2019/2020 de cada 100 estudiantes: cursando básica primaria, básica secundaria y media seis (6) repetían el año escolar.

La deserción mide porcentaje de estudiantes que no regresan al plantel educativo - desertan – para el mismo año 2020 de cada 1000 estudiantes, no vuelven a clases 37 jóvenes.

Durante el año escolar de 2020 se presentó el mayor número de estudiantes que aprobaron sus estudios en el sistema educativo de la ciudad es decir de cada 100 alumnos aprobaron 93.

Finalmente, los estudiantes que reprobaron, dato obtenido de las 13 Instituciones Educativas durante el año el periodo educativo 2019/2020 de cada 100 alumnos, siete  (7 ) reprobaron el año académico.

Las anteriores cifras es necesario contextualizarlas en relación a los desafíos antes expuestos como lo son: embarazo en mujeres menores de 18 años, el aborto, el matoneo escolar, el suicidio y el trabajo infantil y juvenil entre otras amenazas para algunos consideradas pueriles.

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIDAD

Frente a estos transcendentales temas, muchos estudios y literatura existen que intentan acercarse a un diagnóstico real para, al tiempo, proponer soluciones alternativas.

 ¿Qué es lo que finalmente, o mejor, cuáles son los planes de acción que deben adelantar la secretaria de Gobierno, la Secretaría Educación Municipal, la Secretaría de Salud Municipal, el ICBF y la Casa de Justicia?

¿Cuáles son sus razones, científicas, en pro y en contra? ¿Quedarán manifiestos los riesgos para esa enorme población tan vulnerable? ¿O no hay riesgos? ¿Triunfo o derrota de los supuestos machos alfa que abandonan sus hijos dejándolos expuestos a la posibilidad de vivir otro “modelo” de familia? O a lo mejor el riesgo es la comprobada ausencia de educación sexual en el hogar y en las aulas escolares.

En todos los casos esa polémica aún por entender y digerir y con todos sus pro y contra, es una oportunidad para observar esa primera ventana que se abre frente a los enormes retos de una sociedad que camina hacia la era virtual y de la robótica.

Temas estos de actualidad, que no pueden ser ignorados, y simplemente son la expresión de una realidad en una sociedad que exige una ciudad moderna, incluyente y pluralista.

Aclarando que está por llegar una nueva cultura de género que nada tiene que ver con la enorme brecha entre ricos y pobres, ya sean católicos o protestantes o de cualquier doctrina de carácter religioso.

En todos los casos estamos demostrando una vez más que somos una sociedad enferma en extremo hipócrita y egoísta; entendiendo la hipocresía como “Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tiene o se experimentan” Tomado del Diccionario Esencial de la Lengua Española.

Adicionalmente los más ñoños, puritanos y/o mojigatos en la mayoría de los casos solo expresan padecer de sicosis colectiva, la sufren y la sobrellevan con casta dignidad. ¿Regresamos al oscurantismo?

Lo anterior significa que, frente a temas de actualidad, como los que hoy nos ocuparon, la mayoría prefiere guardar silencio cómplice, y no porque sean homofóbicos, machos alfa, pederastas, pedófilos o maricas; simplemente han concluido que en términos generales gana más no opinando… ¿Será por razones  de conciencia?

Ignorar los embarazos en menores de edad, suicidios, matoneo, trabajo infantil, alcoholismo y drogadicción entre otros males de la era virtual; no deja de ser una falta gravísima desde la gobernanza.

El no reconocer la existencia de esos problemas que deberían de convertirse en desafíos para la institucionalidad y para la misma comunidad; peor si aceptamos, con resignación, que podría ser el resultado de una opinión pública desinteresada y desinformada; y que por esas mismas razones son fácilmente manipulables.

Cuya única alarma, a manera de catarsis, es el morboso escandalo como único medio de expresión y como suele suceder sin solución aparente; que tal parece reflejaría una sociedad enferma y polarizada, donde parte de la solución es empezar a cambiar el actual modelo de educativo y del reto de los padres de familia de no perder la autoridad sobre sus hijos.

El propósito, debería ser empezar a cambiar esta sociedad en extremo machista – de solo apariencias - porque todo aquel que sea considerado, en algunas ocasiones sin merecerlo, como un digno representante  “macho alfa” inmediatamente es elevado a los altares como ejemplo para ser imitado y es ahí donde se cierra el círculo de las violencias en todas sus manifestaciones.

LAS NUEVAS MASCULINIDADES

¿Por qué no entonces trabajar más en las nuevas masculinidades y desde el hogar y los establecimientos educativos? Empezando a enseñarles, al levantarse, a tender la cama y planchar la ropa.

Las cifras lo demuestran… Miles, tal vez millones, de niñas y niños son  abandonados, el incremento de la violencia intrafamiliar física o psicológica, hogares disfuncionales, aumento del número de divorcios o terminación de uniones de hecho.

Lo anterior conlleva que aumente la amenaza sobre la niñez, infancia, pubertad, adolescencia y juventudes para que caigan en la delincuencia, el alcoholismo, la drogadicción y la prostitución y lo anterior va más allá de si el crio sea macho, hembra, marica o lesbiana. El problema es otro bien diferente.

Terminando con el asunto que nos ocupa hoy, mañana será otro día, y pese a que se han ganado grandes espacios de expresión y organización, o tal vez por ello, se volvieron más ácidas y tóxicas las polémicas discusiones de los siglos pasados en torno a la EDUCACIÓN SEXUAL Y DE GÉNERO.

Ya no a puerta cerrada y casi que en secreto donde eran estigmatizados, rechazados y hasta eliminados por el hecho de estar en la otra orilla en materia de gustos y preferencias sexuales. “Hombres con hombres y mujeres con mujeres”.

La polémica de actualidad se circunscribe, a negar esa otra sociedad, por el impacto de esa iniciativa – como lo es la educación de género - contrapuesta a los parámetros de una sociedad que, por fortuna, gira y girará alrededor de la familia, como núcleo central de la sociedad; donde, de alguna manera, nos hacemos inmortales compartiendo los genes con nuestros hijos.

Sin embargo... ¿Cuántos padres de familia enfrentan el hecho que su hijo o hija tenga una conducta sexual “diferente” a lo esperado por una sociedad tradicional, ególatra y machista?

¿Qué sucederá? Cuando a esos hijos se les reconozca esos derechos de genero… ¿Serán, por fin, realmente felices por la no discriminación? ¿No será que lo que falta es tolerancia hacia la diversidad género?

Continuará entonces el gran debate, de nunca terminar, sobre la educación alrededor de la ideología de género que, por supuesto va en contravía de las normas o costumbres sociales, son temas de igual o mayor importancia para afrontar a futuro y siempre pensando en una sociedad que evoluciona a pasos agigantados. Amanecerá y veremos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario