Antes de abordar
el asunto que nos ocupa hoy es, urgente e importante, reconocer que el más
grande desafío para todos los Cartagüeños, de nacimiento y por adopción, es CONSTRUIR
CIUDAD.
Que nos hayamos
demorado 482 años para hacerlo no significa que durante el presente siglo las
anteriores administraciones – buenas, regulares, malas y pésimas – no haya cada
una, en la medida de sus capacidades intelectuales y emocionales, aportado su grano
de arena en la construcción de ciudad.
Y lo es porque
hoy, por lo menos, se tiene clara la hoja de ruta que requiere necesariamente
de la constante construcción e implementación de políticas públicas en todos
los sectores productivos, de la mano de la gobernanza y de las asociaciones público privadas
para, entre todos, apuntarte al desarrollo y crecimiento de la ciudad con EL SOL MAS
ALEGRE Y SALUDABLE DE COLOMBIA.
LOS
DEBERES Y DERECHOS DEL ESTADO MUNICIPAL
Esa
responsabilidad no recae solamente sobre el alcalde Municipal, el Honorable
Concejo Municipal, HCM, o en general sobre la Institucionalidad. debe de ser,
en igual O MAYOR medida el compromiso del ciudadano del común que los
eligió y que en sí mismo, cada uno sin excepción
y desde su propia perspectiva, hace parte activa del estado municipal.
Lo que visto
desde una siguiente dimensión es ese Estado de Derecho que otorga derechos y
obligaciones que se resumen en lo que los padres de la patria denominaron Constitución
Nacional; máxima expresión de toda Democracia Participativa.
Y son entre
otras las obligaciones, como por ejemplo acatar las leyes, pagar impuestos y participación comunitaria entre otros; en
cuanto a los derechos de la ciudadanía lo son el acceso, en igualdad de
condiciones y con calidad, al bienestar social que se garantiza a través del empleo,
la educación, salud, el deporte y la recreación, el agua potable y saneamiento
básico, la seguridad ciudadana y alimentaria entre muchos otros deberes del
Estado Colombiano.
SE
REQUIERE DE SEGUIR CONSTRUYENDO LIDERAZGOS
Contrario a
opacarlos, o neutralizarlos, como en el pasado…En este proceso de construir
ciudad es nuestro deber reconocer que, por lo menos durante el siglo XXI, se
han venido consolidado – en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle –
diferentes tipos de liderazgos en la mayoría de los sectores sociales y gremiales
a la vez que productivos.
Son entre muchos
otros por destacar en: agricultura, ganadería, pequeña y mediana industria, empresariales,
comerciales, religiosos, culturales, deportivos y desde la academia pública y
privada. La mayoría sin mayor protagonismo y solo entregando resultados.
Los cuales, muchos de ellos, deben de ser visibilizados así algunos pocos prefieran permanecer en el anonimato; porque prefieren huir de los falsos halagos y de la hipocresía de esa otra parte de nuestra sociedad que desde el pasado, se encuentra en franca decadencia.
La anterior descripción nos lleva irremediablemente a formularnos el primer par de preguntas que, en conciencia y consciencia, deberán ser resueltas por cada uno de los diferentes lideres a los que hemos hecho alusión tácitamente.
¿Qué han hecho, cada uno desde su visión y misión, y si ha sido lo suficiente para engrandecer la ciudad en todas sus dimensiones:
social o sociopolítico, intelectual, económica y ambiental entre otras?
¿O, todo lo contrario,
se han quedado cortos y en el peor de los casos han asumido servilmente el
papel de lacayos, privilegiando los intereses de unos pocos, en detrimento del
bienestar de toda la comunidad Cartagüeña?
QUIÉNES
SON LOS RESPONSABLES DE LA PRESTACIÓN DEL SERVICIO DE TRANSPORTE PÚBLICO
¿Es el estado municipal
o los empresarios de ese servicio público, o ambos, los responsables?
O basados en el
principio del fomento a la libre empresa, el papel del primero se circunscribe
a crear las condiciones necesarias para su normal funcionamiento e intervenir,
cuando fuere estrictamente necesario, basado en las leyes y los decretos que la
reglamentan.
Acto seguido
cabe entonces preguntarnos ¿Cuándo opera el principio de la “oportunidad” del
mercado en la prestación de un servicio bajo el principio del costo y la calidad
en la prestación de ese importantísimo servicio en el desarrollo y crecimiento
de ciudad?
Lo anterior visto
desde el contexto socio económico que está regido por las leyes de la oferta y
demanda en un mercado competitivo donde se presta un servicio público de transporte
terrestre de pasajeros que debe de ser atendido con eficiencia y eficacia.
Lo anteriormente dicho pero en
otras palabras significa que en la cotidianidad del ciudadano del común, siempre se espera que dicho
servicio público sea oportuno, ágil, cálido, bueno, bonito y barato…
¿Qué sucede cuando
en la interacción de esas fuerzas del mercado – oferta y demanda – no se percibe la completa satisfacción por parte del usuario de ese servicio de transporte?
La respuesta es
simple y sencilla en el sentido que la misma fuerza del mercado – léase la mano
invisible de Adam Smith – crea una oferta del servicio “sustituta, alternativa o complementaria” que con el
tiempo puede llegar a reemplazarla la existente.
Tomando, la oferta sustituta, al final una parte de ese mercado, de manera “informal”, que con el tiempo – el habito
hace la costumbre y la costumbre hace la ley – el mismo estado nacional debe de
entrar NO A REGULARLA SINO A REGLAMENTARLA.
Nos estamos refiriendo
a lo que el gremio del transporte urbano tradicional - taxis, busetas y microbuses - ha considerado durante décadas una “pesadilla”
y es el trasporte informal denominado Mototaxismo.
Es más, con el ánimo
de aportar un pequeño grano de arena, y derivado de conversaciones sostenidas,
no con propietarios, sino con los conductores de taxis – léase Trabajador a
Destajo – cuando afirman que el perfil socioeconómico del usuario del TAXI es muy diferente
al usuario del colectivo urbano.
De hecho, este último
es el que de alguna manera se ve afectado - más que por el costo del "otro" servicio, sí por la escases de rutas y de la baja frecuencia de las mismas - sino por la
inmediatez del servicio que presta el mototaxista.
El transporte
urbano, de bienes y servicios, ha venido sufriendo una serie de transformaciones;
una de ellas en relación a lo protección de la vida animal como lo es el
reemplazo de las famosas carretillas tiradas por caballos las que
paulatinamente han venido siendo remplazadas por los motocarros; nueva actividad
productiva que, dicho sea de paso, requiere que sus integrantes se asocien a través de la conformación
de una cooperativa multiactiva.
Regresando a la
pesadilla, visto desde nuestra perspectiva, la verdadera amenaza de los dueños
de los los taxis, son los mismos taxis y en primer término es la sobre oferta
del servicio – son 643 móviles – y el escaso reemplazo, por obsolescencia, de los mismos.
Sin embargo, hay
otra amenaza y es la falta de modernización, en este punto nos referimos a la implementación
de una plataforma – al estilo UBER – que haga ágil el contacto en tiempo real con el usuario del servicio.
Lo anterior
porque en horas pico o en temporada de lluvias es casi que una odisea tomar un
servicio de taxi; en este orden de ideas deben de salir pronto de la era de piedra en materia de comunicaciones
si pretenden ser efectivos en la prestación de un servicio necesario para el normal desarrollo de la economía de una ciudad.
De hecho ya se escucha la frase "llega más rápido una pizza que un servicio de taxi"...
Otra posible
amenaza que se cierne, en menos de 5 años, son los servicios express que hoy son
una variante del polémico pero posicionado servicio UBER que operan a menos de
20 minutos en la hermana ciudad de Pereira. A propósito ¿Cómo van los acuerdos de cooperación entre las dos ciudades?
Sin duda la gran
oportunidad del servicio de taxis y similares está relacionado con la operatividad
del Terminal Terrestre de Pasajeros y el Aeropuerto Internacional de Santa Ana.
Es decir el nuevo gremio, tiene el suficiente tiempo para estar a tono con los nuevos desafíos que le impone la esperada y prospera Ciudad Región
Norte Vallecaucana.
PARA
BIEN DE LA CIUDAD NACE APROTUCAR
Eso esperamos…Tomando
como base lo anteriormente expuesto, y para efectos prácticos y en relación a
la búsqueda de la esperada vocación productiva de la ciudad. Tal parece, entre otros,
es el Turismo en sus diferentes expresiones.
Hoy abordaremos un solo aspecto del amplio sector de los servicios públicos donde debe primar el costo y la calidad en la prestación del servicio.
Que es el llamado, como modelo de crecimiento, a
satisfacer la necesidad de los demás sectores como el comercio – léase: Intermediación
– pero en especial es el servicio del transporte público urbano, nervio funcional,
para el desarrollo de la economía en este caso la local.
Hoy definitivamente
de capa caída y tal parece al borde de una anunciada crisis financiera. Eso ya lo han
reconocido, de alguna manera, los lideres del recién creado gremio del
transporte urbano en la ciudad.
Entrando, por
fin, en materia… Desde hace algunos días se había creado una enorme expectativa
con la grata noticia de la nueva Asociación de Propietarios y Conductores de Taxis
y Colectivos. APROTUCAR.
Para nadie es un
secreto las enormes dificultades que enfrenta ese servicio público urbano de pasajeros
hoy, por fin, organizado en lo que han decidido denominar “gremio del transporte
urbano” del que hacen parte no solo los propietarios sino los trabajadores.
Problemática - crisis
financiera para los propietarios y de lo que nunca hablan sus lideres como es
la, tal parece, precariedad laboral y de seguridad social que padecen esos
trabajadores a destajo - que de alguna manera se transfiere, dadas las reiteradas
quejas por el mal servicio y en algunas ocasiones por maltrato a los usuarios
de ese tipo de transporte – Taxi - que utilizan, los que quieren y pueden, en la
ciudad.
En términos muy
generales APROTURAR busca que el municipio, en cabeza del alcalde
municipal, de turno, Víctor Alfonso Álvarez Mejía, le resuelva gran parte de la “problemática”
de ese gremio del transporte urbano. ¿Están apuntando en la dirección correcta, o la solución la tienen ellos mismos?
LA
INTERVENCIÓN DE GUSTAVO ECHEVERRY
Lo primero que vamos
a dejar claro es que por fortuna no estamos sujetos, al deber ser, a utilizar un
“lenguaje políticamente correcto” primero porque nuestro oficio no es hacer política
y mucho menos conservar o buscar nuevos votos para las próximas elecciones.
Lo segundo es
reiterar el respeto y la admiración por el líder gremial Gustavo Echeverry y de
sus compañeros – no solo los allí presentes el pasado 16 de agosto en el HCM - de
lucha por defender, durante décadas, los derechos e intentar trabajar por el cumplimento
de la oferta del servicio de ese gremio del transporte público urbano en la
ciudad y del trabajo digno para los conductores no propietarios que son la mayoría.
Donde básicamente
piden revisión y reestructuración de la tabla de tarifas, el uso del taxímetro
y el manejo de las zonas amarillas.
Lo que también
debemos subrayar es que esperábamos con su intervención en relación a la recién
creada APROTUCAR que con argumentos solidos tuvieran clara su visión y misión
como gremio y del importantísimo papel que van a desempeñar como promotores y
facilitadores del desarrollo y el crecimiento de esa ciudad en construcción y a
la espera, todos, que cumpla sus primeros 500 años de fundada.
Visión de ciudad
que no alcanzaron a proyectar aquellos padres creadores de ciudad del siglo
pasado – tal vez, aclarando sin el matiz político, por el espíritu conservador de
algunos o porque carecían del conocimiento y de las herramientas tecnológicas de
esta era digital camino de la robótica - para soñar en grande.
Y acorde a lo
esperado por la mayoría, hoy observamos que ese proyecto de ciudad moderna y
competitiva va por el buen camino cuyo propósito es convertirla en la ciudad región norte
vallecaucana.
Volviendo a
Echeverry, si bien es cierto tiene claro el papel que desempeñaran como polos de
desarrollo regional el Terminal de Transporte Terrestre de Pasajeros y el
Aeropuerto Internacional de Carga y Pasajeros del Santa Ana; no plantea propuestas concretas para darle fuerza a ese gremio del transporte urbano. Solo espera soluciones.
Por alguna
extraña razón, no entendemos el por qué, no se vieron allí como articuladores,
facilitadores y como protagonistas de esa nueva ciudad. Sin embargo, la oportunidad
sigue allí. Entonces surge la siguiente pregunta ¿Cómo lograrlo?
Primero: y lo más
fundamental es dejar de percibir el Estado Municipal como el ente proteccionista
que todo lo resuelve a través de leyes, decretos o acuerdos municipales y de
inversión pública en el sector.
O a la espera de
exenciones legales o tributarias como por ejemplo en materia de reposición por obsolescencia de los vehículos que lo requieren y prestan ese servicio.
Segundo: la necesidad de modernizar
administrativa, laboral y operativamente aprovechando la conformación del ya multimencionado
gremio del transporte urbano.
Tercero: Formar, a través del conocimiento de ciudad, nuevos liderazgos; recordemos que el municipio le dio vía jurídica el Plan Sectorial
de Movilidad en la ciudad y el Plan Sectorial de Turismo.
Deben de conocerlo y estudiarlo,
así como el actual Plan de Desarrollo “Es contigo Cartago 2020-2023” para que sean “conocedores” de la realidad municipal y queden con los elementos de juicio, como gremio para
proponer soluciones realistas.
LA
INTERVENCIÓN DE LOS HORABLES CONCEJALES
Para no entrar
en detalles consideramos muy acertada la intervención de los HC: Roberto Moreno
Posada subrayando la, tal parece, precaria situación laboral y de prestaciones
sociales de los conductores de taxis.
Palabras mas
palabras menos… destaca, Moreno Posada, qué sensación cruza por la mente de un taxista,
después de una extenuante jornada diaria de más de 14 horas; luego de descontar
del producido - que depende del número de servicios prestados - el combustible,
aseo, seguro, planillas, etcétera más la “entrega” al dueño del vehículo; y al
final obtener solo $10.000.oo pesos o menos; dinero supuestamente destinado para atender
las necesidades básicas de su familia. Y tal vez sin seguridad social que le permita estar protegido de algún riesgo de accidente o eventualidad familiar.
Aldemar Gómez
Hurtado se pronunció sobre los avances que ha logrado el municipio en relación a los factores que
vienen afectado la movilidad durante la última década en la ciudad; y finalmente la sinceridad
de Gerardo Enrique Naranjo Salazar en relación a no esperar que puede hacer la ciudad por mi, sino que puedo hacer por mi ciudad.
Ya que de alguna
manera, los HC mencionados, colocaron el dedo en la llaga, sin profundizar, de la compleja problemática del transporte
urbano en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.
EL
DIAGNÓSTICO SOBRE LA PRESTACIÓN DEL SERVICIO DE TAXI
No cabe la menor
duda que es un tema neurálgico, dada su complejidad, que compromete no solo al
alcalde y al personero municipal; involucra también a la secretaría de Tránsito
y Transporte, al secretario de Gobierno y a la secretaría de Planeación Municipal
y del Medio Ambiente.
Como es apenas
obvio de manera directa compromete al Gremio Transportador (propietarios de microbuses
y taxis) y por qué no decirlo a un sector de la economía informal como son los
mototaxistas. ¿Urge reglamentar este último, por parte del gobierno nacional, su
funcionamiento? Creemos que sí.
La razón es el incremento
durante la última década del mototaxismo en la ciudad – estamos hablando de 300
familias que dependen de esa actividad informal - y en el país; oferta del servicio que se convirtió en respuesta
oportuna y de bajo costo frente a la necesidad de un servicio de transporte para la
población pobre y vulnerable.
Que según las
estadísticas diariamente moviliza miles de personas, insistimos como
en el pasado, a un precio relativamente inferior al de su principal competidor, el transporte
público colectivo.
Fruto de la
observancia de los hechos, surge entonces una primera conclusión frente al crecimiento
poblacional y de ese popular medio de transporte y de cara a las quejas de los
gremios que reiteradamente afirman que el monopolio del negocio que prosperó
por décadas va camino del colapso, en especial el transporte colectivo.
Frente a la insistente
queja de los propietarios de los taxis - de hecho, son los que supuestamente llevan la peor
parte, declaración que tiene su duda razonable - se puede concluir que en el
corto plazo el empresario no pierde.
Por cuanto sigue
recibiendo la misma entrega diaria (entre $40.000.oo y $50.000.oo) igual queda
claro que en el largo plazo, deberá adaptarse a las nuevas reglas del mercado
tal como ocurre en otras regiones del país.
La otra opción
sería disminuir temporalmente la oferta del servicio (auto implantación del pico
y placa) recordemos que se estima hay una sobreoferta del mismo, un poco más de
643 taxis.
Y como si lo
anterior fuera poco se estima que hay un poco más de 70 mil motocicletas
matriculadas en la ciudad.
Para el caso del
transporte colectivo, el más afectado, la estrategia debe ser mejorar la
calidad (frecuencia, tiempo, ampliación de rutas y comodidad entre otras) del
servicio e intentar competir con la misma tarifa.
La otra opción,
en relación a la modernización, es preguntarnos si disponen del capital para
modernizar el actual parque automotor; ya que es claro que algunos propietarios no
reinvirtieron en un negocio que desde hace décadas venia creciendo sin competencia. Hasta la depresión del 2008 y la aparición del mototaxismo.
Lo que no podemos
perder de vista es que la demanda seguirá aumentando por aquello, más en la actualidad,
del progresivo incremento del ingreso per cápita en la ciudad en relación a las
remesas que se reciben de exterior.
¿UNA
REALIDAD EL TAXIMETRO PARA CARTAGO?
En su intervención,
Gutiérrez, dejó claro sobre la posibilidad, como salida a la crisis, que en el
Municipio de Cartago en el Norte del Valle se reglamente el uso del taxímetro.
Evitando caer en
ligerezas y/o erróneas o malas interpretaciones y haciendo caso omiso a mal
intencionados rumores con respecto a las verdaderas intenciones de dicha propuesta.
Hoy nos dedicaremos
a señalar algunos aspectos de la añeja iniciativa e independiente de quién(es) se
pueda(n) beneficiar de su aplicabilidad pudiendo ser el ciudadano del común, el
empresario, el conductor del taxi o todos los anteriores… por ello la conclusión a tan espinoso
tema se la dejamos a usted atento y respetado lector.
Empecemos por revelar
un primer aspecto y es cómo funciona el famoso dispositivo electrónico conectado
al cuenta kilómetros del vehículo, dicho en otras palabras, este singular
aparatico convierte kilómetros o cuadras (una cuadra técnicamente equivale a 80
metros) recorridos en pesos ($) que le son cobrados al desprevenido y/o apresurado
usuario.
El cálculo apenas
comienza ahí, mediante la compleja ecuación matemática que tiene en cuenta la
fracción adicional del kilómetro (que equivale a nueve cuadras largas de
Cartago) recorrido sobre una tarifa en pesos por kilómetro.
Expliquémoslo con un ejemplo hipotético digamos que un kilómetro recorrido le cuesta al pasajero $600 pesos; ahora y si en un desplazamiento (A-B) se utilizaron 5.2 kilómetros, entonces haciendo uso de la matemática de “coquito” … Hasta el momento el costo de la carrera va en $3.120.oo pesos.
Entienda o recuerde que el proceso funciona de igual manera como funcionaba, o funciona, la venta de minutos, si usted se gasta 1 minuto y dos segundos, entonces le cuadran y cobran los dos minutos, así de sencillo.
Pero la cuenta
no termina ahí, sigamos sumando, el dispositivo también calcula el precio de
hora de espera (Y), lo que significa que tiene en cuenta (le cobra) el tiempo corrido mientras usted con su esposa e hijos más los abuelitos se acomodan en
el taxi.
Igualmente le cobra
cuando el semáforo se encuentra en rojo, cobra en los trancones, es los desvíos
de ruta por imprevistos – le pueden dar un tour por Cartago - etcétera; que para
nuestro caso hipotético serian otros $1.000.oo pesitos adicionales, recuerde ya van $4.120.oo
pesos.
Además, hay que
tener en cuenta que estos modernos dispositivos, hay hasta 5 modelos, vienen
satelitales y con impresora, tienen otras funciones (Z), como en las calculadoras
científicas, es decir son programables por el propietario o conductor del taxi.
Lo que significa
un costo adicional si lleva cosas pesadas o voluminosas, tarifa adicional si en
su desplazamiento va para una casa - museo o un balneario; y diferente si va para un hotel o
motel y se abstiene de ir con su compañera permanente… Recuerde que todo se
sabe… En la ciudad con el sol más caliente de Colombia.
Otra tarifa si es fin de semana o festivo, si hay una final de un partido de futbol o si
el destino se ubica en la periferia de la ciudad… entonces no le quepa la menor
duda que la carrera le saldrá un poquito más cara, digamos otros $3.000.oo adicionales.
De ahí que el usurario
en otras ciudades siempre se ha quejado que sobre un mismo recorrido siempre le
cobran distinto… y si a esto le aunamos las mañas o mala orientación de algunos
novatos taxistas que en lugar de utilizar el recorrido más corto entre dos destinos,
siempre se dan sus mañas para pasar por donde vive la amiga, la novia o la
esposa, por aquello de dejarse ver… Entonces esa decisión le supondrá otros $500.oo
pesos más.
Finalizando lo que
tiene que ver con su funcionamiento, es importante señalar que dichos
dispositivos son fácilmente programables y manipulables, lo que obliga en las grandes
ciudades a su revisión periódica por parte de las autoridades respectivas para
evitan los abusos en los cobros derivados de los “trucos” que hacen a través de
estos equipos y por este servicio.
Un segundo
aspecto tiene que ver con la tarifa que rige en la actualidad en la ciudad y que
asciende a $4.500 que corresponde prácticamente al mismo valor cobrado
durante el último año y que se ha visto afectado por la inflación, como mínimo,
de 10.2%.
Lo que significa
que debe de haber un estudio muy serio sobre la viabilidad de utilizar ese
instrumento de medición por kilómetro recorrido sin que el mandatario, de turno,
se dejé presionar por el empresario al fijar dicho precio sobre el valor de la próxima carrera mínima.
Y no porque obedezca
al desbordado interés económico del gremio en generar una alta rentabilidad por
el uso de dicho servicio, afectando el poder adquisitivo del ciudadano del
común; sino porque consideran que es una medida para aliviar la crisis por la
que, aparentemente, atraviesa el gremio de taxistas.
Un tercer aspecto
a mencionar, en esta ocasión de nuevo guiados por la famosa “mano invisible” de
Adam Smith, que claramente demuestra que este tipo mercados se auto regulan,
situación ésta que se ve expresada con la creciente oferta del Mototaxismo.
Problemática socioeconómica que tiene su origen en la incapacidad del Estado Nacional de generar empleo
productivo sostenible y donde la economía informal o subempleo es la única
salida para cientos de familias que no tienen como ganarse el sustento diario; pues
la solución al empleo digno anda tan lenta que la pobreza y la miseria alcanzan
al ciudadano del común.
Pero volvamos a
los $4.500 pesos que vale una carrera en la Ciudad de Cartago y que fácilmente
los domingos y festivos se convierten en $5.000.oo o más.
La pregunta de
siempre es la siguiente… ¿Es costoso o no dicho servicio? … Creemos que no.
De otro lado se imponen
los hábitos de vida saludables como caminar todos los días o desplazarse en
bicicleta y de paso hacer ejercicio.
Un recorrido a
pie y al centro dura 20 minutos, el taxista ha perdido una carrera… eso ocurre porque
muchas personas consideran que es caro coger un taxi para ir al centro de la
ciudad, pero si ese mismo desplazamiento lo puede hacer en moto y a menos de
mitad del precio que paga en taxi, mucha gente no duda en utilizarlo y de hecho
lo utiliza.
Esta situación
no debe de prender las alarmas entre taxistas y motociclistas porque finalmente
cada uno tiene su nicho del mercado – hay demanda por el taxi y demanda muy diferente por el
mototaxi y con el esfuerzo cada uno de los que prestan ese servicio llevan
el sustento diario para su familia.
Insistimos la
realidad del taxista, que trabaja prácticamente a destajo, es la siguiente:
tiene que responder diariamente por una entrega que oscila entre $40.000.oo y $50.000.oo
diarios.
Fuera de la lavada
y tanqueo del taxi, para lograrlo hace uso de su malicia y en muchas ocasiones
le toca que “ingeniárselas” para cumplir la cuota; aunque a pesar de ello algunas
veces se va sin un peso para su casa.
Lo que podemos
concluir, sin estudios previos que lo nieguen o afirman, es que el actual valor
de la carrera mínima tradicional, ya no sirve de negocio para el propietario
del taxi pues a pesar que percibe $40.000.oo pesos diarios que equivalen a
$1.200.000.oo mensuales, entonces no queda claro ¿De dónde
sale el jornal del taxista? ¿Entonces quién es finalmente el más perjudicado?
¿Es válida la
propuesta de la utilización del taxímetro? ¿Cuál sería el valor del banderazo? para
una ciudad intermedia como la ciudad de Cartago en el Norte del Valle, con una población cercana
a los 160.000 habitantes con 643 vehículos de servicio público y un poco más de
70 mil motocicletas matriculadas en la ciudad.
¿No son estas,
las motos de uso familiar, la principal amenaza en el largo plazo para el
negocio del propietario del taxi en la ciudad? Amanecerá y veremos.
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