Lo primero que
debemos reconocer, desde el plano nacional, el país está en medio de una agitada
campaña política que tal parece se adelantó 5 o 6 meses para elegir, eso se espera, un nuevo
parlamento; que a su vez determinará la carrera, en segunda vuelta, por la
presidencia de la República de Colombia.
CRISIS
POLÍTICA
En un país que
arrastra una profunda polarización, desde el plebiscito sobre el acuerdo de PAZ,
votado, el 2 de octubre de 2016.
Y que hoy dados
los recientes acontecimientos, tal parece, tiene en la cuerda floja al
Uribismo; al tiempo de una declarada crisis al interior del Petrismo; debiendo de nuevo
señalar que esas dos fuerzas políticas, aparentemente antagónicas, utilizan la
misma combinación de las diferentes formas de lucha.
Donde el
ciudadano del común, como suele suceder, es el que pone los heridos, muertos y
desaparecidos; y es lo que viene sucediendo durante, por lo menos, los últimos
65 años. Hoy recordando el anecdótico aniversario del nacimiento del Frente Nacional; al que se creía finalizado, por parte de algunos ingenuos, con la firma
del Acuerdo de Paz en el 2016.
Surge la
pregunta… ¿Estaría el país libre de la actual crisis política y social si el
actual gobierno no se hubiera opuesto férreamente a cumplir con lo acordado? ¿De no ser así cuánto
habríamos avanzado en el postconflicto?
Retornando a la
polarización… Lo único que deja entrever, como fuerza motivacional, es
la arrogancia y la egolatría de sus principales seguidores e inmediatos
colaboradores que sirven de escuderos en ambos bandos a sus respectivos líderes actuando casi como en una secta religiosa. ¿No existen más alternativas? Creemos que sí.
Ya que todos,
absolutamente todos, en sus discursos solo destilan odio de clases y
revanchismo; e incitan, directa o taimadamente, al caos y la destrucción del
patrimonio público y privado. ¿Quiénes son los que en realidad pierden?
Obviamente el ciudadano del común.
EL
VOTO CASTIGO
Buscando una
salida moderada a la actual crisis política, reconociendo que la actual situación no se empieza a resolver,
desde lo económico, sino hasta el 2023; en el imaginario colectivo se percibe, QUE
EL PODER DE CAMBIO ESTÁ EN EL VOTO CASTIGO Y EN EL VOTO DE ESPERANZA POR LA RENOVACIÓN Y DE LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA, como alternativa, para fortuna del país.
Sin embargo, persiste,
porque siempre estará allí, ese 40% que no hace uso del PODER DEL VOTO en
las elecciones y dejan que otros decidan por ellos así el agua les llegue al
cuello. ¿Conformismo o pereza mental?
UN
CENTRO MODERADO
Es entonces claro que se está
dando paso al surgimiento de una propuesta de centro moderado que podría
aglutinar, en segunda vuelta, los diestros y zurdos que caminan en esa misma
dirección ideológica.
Ideario que giraría
entorno a propuestas que revivan en parte el pensamiento, socialdemócrata que le apuesta a la justicia social y la protección del medio ambiente.
Del diseño de políticas públicas
que hagan parte de un nuevo modelo educativo y cultural, de la aplicación de un moderno esquema tributario progresivo - el que más gana, más paga - y de la disminución de tamaño del Estado burocrático; tan necesarios para empezar cerrar brechas sociales; a través de la igualdad de oportunidades y el fomento al emprendimiento entre otros.
Esperadas propuestas
en manos de aquellos parlamentarios que siempre han tomado distancia de aquellos
“padres de la patria” que persistentemente se acomodan, y de otros que erróneamente
utilizan el escándalo y la polémica como armas políticas para obtener poder
mediático y polarizar en favor de sus, hoy, fallidas causas.
Estos últimos
carecen, la mayoría, en sus arengas y discursos incendiarios de propuestas
coherentes, útiles y sanadoras para alcanzar el bienestar económico, social y político
de la nación; comprobando lo siempre esperado cuando solo dejan ver:
arrogancia, ignorancia, mediocridad y bajeza.
En todos los casos,
los resultados de las próximas elecciones deben de preparar el camino para que
se obtengan uno de dos resultados: el primero reeditar una verdadera democracia
participativa; o avanzar rápidamente hacia una posible dictadura.
Esto último en
el caso que ese nuevo gobernante cumpla, lo que hoy plantea y seguramente así
será, adelantando cambios radicales durante su mandato, con el propósito de
extenderlo por dos períodos más, empezando con el actual modelo económico; que
incluiría, por mencionar solo uno, el control de algunos sectores como la banca
y parte de la producción de bienes y servicios.
LO
QUE LLEVÓ A LA CRISIS
Este convulsionado
panorama político tiene muchas lecturas, que dependen para su comprensión de la
orilla ideológica – algunos carecen de ella, por aquello del voto oportunista -
en que se encuentre ubicado el observador atento y con mayor razón el
desprevenido que decide por emoción y desinformación en el último segundo.
Una de ellas la
pandemia del COVID -19 que destapo las llagas, debajo de las enjalmas, que
venía soportando la clase pobre, media, emprendedora y trabajadora.
Que sigue afectando
la salud pública, con consecuencias poco predecibles durante los próximos 10 diez
años ¿Disminución de la expectativa de vida de los infectados?
Lo que obligó al
gobierno nacional a decretar un plan de confinamiento riguroso; al tiempo de incrementarse
los indicadores de desempleo formal e informal; ya finalizando el 2020 el
gobierno reconoce que, por lo menos, el 42% de la población colombiana había caído
en situación de pobreza.
Un gobierno que tarde, aunque nunca es tarde y es lo que coloquialmente se afirma, reaccionó con las vacunas; tampoco hizo desde lo económico, como debió ser, aumentar el gasto social para siguiera llevarlo al 15% del PIB.
Lo que sí hizo fue montar una
costosa parafernalia, en horario televisivo AAA, a través del Ministerio de
Salud y la Protección Social para mejorar su imagen pública en una especie de
seriado que detallaban las acciones emprendidas contra la pandemia y los
protocolos de prevención frente al contagio.
Hoy el plan de
vacunación avanza con relativo éxito, aunque muchos individuos mayores de 50
años se niegan hacerlo; ya sea por miedo, capricho, ignorancia o
desinformación. Léase, teorías conspirativas.
Situación que
posiblemente llevará al gobierno abrir la vacunación para toda la población, en
un esfuerzo final para alcanzar rápidamente la inmunidad de rebaño vía
vacunación; y no como lo había ideado al inicio, como en USA, vía exposición.
Léase doctrina Trumpista.
Al tiempo, que el
gobierno avanzaba en el confinamiento, la pandemia crecía y se abría paso una
posible recesión económica; justificando esta última - el haber caja solo para 6 meses - de manera cruel y despiadada,
preparaba un paquete de reformas: tributaria, laboral, pensional, a la salud y
a la justicia; quedando claro lo que, en realidad, realmente pretendía como era aumentar los ingresos de la nación en 25 billones de pesos.
Cuando el propósito
principal era no tocar los intereses económicos de esa población que equivale a
menos del 1% de la población; descargando toda la carga tributaria sobre la
empobrecida clase media, emprendedora y trabajadora colombiana. Eso fue uno de los
detonantes del estallido social que aun no termina.
El otro punto
que es necesario recordar, es que desde el inicio del gobierno Duque y derivado
de las medidas económicas diseñadas que se resumen en el posible incumplimiento
a lo acordado con los sindicatos, más impuestos, disminución relativa del salario
mínimo para el trabajador asalariado, más la violencia sistemática contra líderes
sociales.
Como reacción a
esas prácticas que habían levantado ampolla en la opinión pública, fue
necesario, de nuevo, la conformación de una amplia mesa de diálogo y
concertación, que para el 2019 ya se había convertido en un diálogo entre
sordos.
Por aquello que
el gobierno insistía en negarse escuchar las demandas de los sindicatos
principalmente sobre lo ya acordado hacía un par de años; y que hoy algunos creen
se habría convertido en una opereta montada entre el gobierno y un sector de movimiento
sindical. ¿Al final quién traicionó a quién?
Aunado lo
anterior, hay que recordar que un nutrido número de parlamentarios, e
independiente del partido político que les otorgó el aval, representan los
intereses de aquellos amos y señores que controlan la economía del país; cuya
tarea es legislar en favor de la concentración de la riqueza en unas pocas manos.
LAS
MARCHAS PACÍFICAS
Lo anterior
precipitó la marcha del 21 de marzo de 2019 donde quedó evidente el rechazo de
una enorme masa de jóvenes; que hoy se cree pueden representar más de 2 millones de votos;
que con seguridad ejercerán su derecho al sufragio.
De los que se espera
van ir en contra de los dos principales discursos populistas que llaman al odio,
la retaliación y la polarización; salvo que por ingenuidad y ausencia total de
experiencia y conocimiento de la cosa publica se dejen seducir por los cantos
de sirena del Nuevo Socialismo del Siglo XXI.
Y en lugar de
haber podido salir de guatemala terminemos cayendo en guata peor…
Continuando con
la crónica de un estallido social anunciado; las siguientes marchas que habían
quedado programadas fueron suspendidas por el confinamiento nacional, asunto
que fue aprovechado al máximo por el gobierno de turno.
Hasta que el
nuevo estallido social, el pasado Paro Nacional del 28 de abril, en medio del
rigor de la pandemia, en ese momento el gobierno tarde comprendió que la
desigualdad social que se expresaba en hambre; le había perdido el miedo a la
muerte por contagio del virus y de sus variantes.
Luego de ese
momento histórico y dos meses después; contrario a lo que la mayoría esperaba;
quedó en evidencia que el Paro Nacional representado en la mesa nacional estaba maquiavélicamente politizada.
Que detrás de
algunos representantes del Paro Nacional, con fuerte influencia en la mesa de
diálogo y concertación estaba la figura polémica de la extrema izquierda; que
viene proponiendo el dogma del Nuevo Socialismo del Siglo XXI.
PANORAMA
POLÍTICO EN LA CIUDAD
Mientras todo
esto sucedía a nivel nacional, la ciudad de Cartago en el Norte del Valle; no
fue ajena a esos movimientos pacíficos, salvo unas cuantas excepciones cuando atentaron
contra bienes públicos y privados; y una maquina que servía como apoyo
operativo del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad.
Igual que sucede
a nivel nacional, está conformado el Comité de Paro Nacional Cartago con agenda
propia y dialogando en mesas de trabajo con el gobierno municipal.
Y aunque inicialmente
hubo algunos pronunciamientos por parte de líderes en resistencia pacífica de la primera
línea; en el sentido de la ausencia de voluntad política por parte del Honorable
Concejo Municipal, HCM; esta corporación finalmente abrió las puertas para los marchantes
y escuchó atentamente sus demandas.
Y es en este
punto al que esperábamos llegar por aquello de la proximidad de las elecciones parlamentarias
que definirán el camino para la Presidencia de la República.
Hoy no reflexionaremos ampliamente sobre la participación local en las parlamentarias por aquello que hace más de una
década no tenemos un congresista que nos represente; lo que siempre ha derivado en una baja participación,
en las urnas, para Congreso con relación a las elecciones para: JAC, concejo, alcaldía
y asamblea.
Sin embargo frente
a esta crisis política a nivel nacional y de una creciente necesidad de juzgar
y castigar con el voto a aquellos “padres de la patria” que traicionaron a sus
electores primarios.
Podría ser el
momento propicio para que la dirigencia política local y regional le apueste a un
candidato nacido en Cartago; lo mencionamos por aquello que continúa sonando el
hasta hoy HC. Gerardo Enrique Naranjo Salazar, por el partido liberal, para
aspirar a la Cámara de Representantes.
Del que se
espera de darse ese momento político en la ciudad, honre su palabra de velar
por el bienestar de todos los Cartagüeños y Norte Vallecaucanos.
Frente a esta
posible nominación, se espera que toda la dirigencia local concentre esas
fuerzas políticas en esa candidatura; para hacer realidad de tener, de nuevo, un
Cartagüeño en esa alta dignidad.
Si bien es cierto
todavía faltan casi dos años para la elegir al que reemplazará al actual mandatario
de los Cartagüeños, Victor Alfonso Älvarez Mejia, al que le tocó bailar con, la más fea, la pandemia.
La baraja de nominados
y auto nominados, tal parece, poco ha cambiado; en los que se cuentan: Gabriel Benjamín
Agrado Restrepo, Carlos Eduardo Marín Rueda, Juan Manuel García Pareja y de no
darse la anterior iniciativa podría aspirar Naranjo Salazar.
Aunque también podría
sonar a futuro el nombre del hoy gerente de Empresas Municipales de Cartago,
Juan David Piedrahita López; funcionario público que se ha desempeñado con
buenos resultados en varios cargos administrativos en la ciudad.
Del lado de las
damas y honrando las oportunidades en lo que tiene que ver con la equidad de género,
suenan tras bambalinas: Yaneth Alexandra Quintero Herrera y Beatriz Helena Giraldo
Gómez, todos a la espera de los resultados que obtengan en las parlamentarias. ¿Quién tendrá más fuerza? Amanecerá y veremos.
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