“Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar
nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos pidiéndole
solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la
fortaleza para cumplirla”
Con
los años, la experiencia dicta muchos consejos que tienen buen recibo cuando
aprendes de ella, hablamos de la experiencia; y de reconocer, aparte de
aceptar, que cada uno cumple un papel en algo que siempre nos supera. Llámese
destino.
Sin embargo,
perdemos de vista ese designio cuando nos dejamos llevar por los excesos y el
consumismo, por lo pronto un par de ejemplos: las bebidas y las comidas.
En
absolutamente todos los casos terminamos sometidos por la ley de las
apariencias; lo anterior significa que para satisfacer ese monstruo, no existe
techo, sino lo controlamos; al que conocemos, algunos, como el tirano ego o superego.
LA
BASURA MENTAL, PARA RECICLAR
Cuando
eso sucede la egolatría viene acompaña de soberbia, ansiedad, celos, envidia, rencor,
orgullo y la intolerancia; la lista es extensa, convirtiendo esa persona en un
ser desconocido hasta para su propia familia.
Lo
mencionado anteriormente hace parte de algunos síntomas que padece el enfermo
alcohólico – léase borrachín – experiencia vivida y superada por solo aquel que
genuinamente reconoció que tenía un problema con la bebida.
Con
ese primer paso dado “admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que
nuestras vidas se habían vuelto ingobernables” hoy pisando el undécimo; el
programa propone la oración y la meditación como bálsamos para enfrentar las
adversidades repentinas; que en sí mismas hacen parte de lo cotidiano estemos
enfermos o no.
No
consideramos la oración como la repetición, sin reflexión, a manera de mantra
curativo; sí como ese poder psicológico y espiritual que conlleva a vivir
serenamente en especial en aquellos momentos donde, la existencia, nos pone a
prueba nuestra autonomía. Sereno en el peligro…
MÁS
QUE UN ACTO DE FE
Porque
orar no es solamente un acto de fe sobre la existencia de un ser superior y
misericordioso; tampoco lo es acudir al rezo, a la plegaria, a la súplica, o a la
alabanza con el propósito de recibir alguna gracia, o en agradecimiento por un
favor recibido.
Orar
es soltar los apegos, de toda índole, que nos atan a una vida mundana, orar es
dejar ir un ser querido con el convencimiento que nunca regresará; ya que esa
sana aceptación nos provee tranquilidad; por aquello de haberle dado alas para
que vuele alto.
En
general la oración que va de la mano de la lectura camino de la superación
personal es el compromiso, consigo mismo, de sembrar oportunidades y sentirse
dichoso por el bien que le sucede a los demás.
Atrás
deben de quedar muchas verdades como que se le causó mucho daño a personas y seres
que amaba; también a todas aquellas que intentaron y lograron o insisten en
hacerte daño.
Importante,
en este punto, también el conservar la certeza que igual existen cientos de
personas que aún sufren y muchas veces sin entender el por qué; entonces esta lectura
es una oportunidad que usted no debe dejar pasar.
Las
razones para hacerlo son muchas, pero la más importante es conservar la
esperanza que al menos una (1) sola persona entienda y acepte su condición de enfermo
alcohólico.
ABANDONAR
EL ALCOHOL
Y tome,
hoy, la mejor decisión de su vida. Abandonar el alcohol y empezar a recorrer el
camino de la sobriedad que, con seguridad, lo llevará a sanarse mental, física
y espiritualmente.
En nuestro
peregrinar por la vida, fuimos bendecidos con una familia, e independiente de
la nuclear, a la que también hay que cuidar; igual la experiencia de grupo ha
mostrado cómo grandes familias se han derrumbado o desintegrado, sin comprenderlo,
alrededor de esa enfermedad denominada alcoholismo.
Otras,
si bien es cierto, permanecen gracias a Dios unidas pero acorraladas por el
miedo que se expresa en desconfianzas, mentiras, celos, odios, rencores,
envidias, que se suma a los fracasos personales y profesionales.
También
es válido que la vida, en sí misma, está preñada de nuevas oportunidades y
retos; la clave esta en saber enfrentarlos con firmeza y serenidad; esa debe de
ser la razón de ser del luchador que busca recuperarse, donde la promesa por
cumplir deberá ser cambiar la forma de vivir en sociedad y alejado de los
excesos del alcohol.
El
mensaje de hoy se centra en que debemos empezar, el día y todos los días, orando
y dando gracias por las bendiciones recibidas de ese Ser Superior (como cada
uno lo conciba) que guía y siempre demuestra todo lo que nos ama, y de su eterna
misericordia por aquello que siempre nos perdona.
El
programa, si lo aceptas, es una oportunidad, para abrir la mente y enseñarnos que
de los errores se obtienen grandes aprendizajes; que una pérdida o una derrota,
es seguramente el preámbulo de nuevos triunfos que están por suceder.
LA
LUCHA DIARIA
Diariamente
debemos luchar por ser seres libres de ataduras, no nos debemos dejar dominar
por los celos, el miedo, la angustia, el rencor, el odio, y demás pasiones y
defectos de carácter propios del antiguo fanfarrón, mentiroso y arrogante borrachín;
igual tampoco debemos permitir que se burlen o intenten manipularnos como seres
inferiores. Todo lo contrario, inmunes a las adversidades.
NO ESTÁS
DEPRIMIDO… ESTÁS DISTRAIDO
Lo
anterior significa que debemos ignorar a todas aquellas personas que desean
causarnos daño, sin olvidar que habrá fantasmas deambulando por ahí y cuando
menos lo esperamos nos acechan. ¿Cuantas veces y en medio de la madrugada nos
despertamos sobresaltados acompañados de dudas, culpas o miedos?
Afortunadamente
ese Ser Superior ha puesto en nuestras manos y en nuestro corazón dos escudos
poderosos que constituyen la oración y la meditación, armaduras o blindajes que
nos protegen de las adversidades repentinas.
MENTE
ABIERTA AL CAMBIO
Solo
aquellos que logran tener mente abierta y fe en ese Ser Superior, han entendido
la poderosa eficacia de la oración y su efecto tranquilizador que los invita a
conciliar nuevamente el sueño y rápidamente encontrar la paz; para al día
siguiente iniciar con la convicción que la tranquilidad nos acompañará en el
logro de nuestras metas y objetivos.
Como
la clave de este paso se centra en la oración, la intención de hoy es
sugerirte, que busques y utilices una oración (la preferida) a manera de
lectura o cántico, independiente de tus creencias o la idea que tengas sobre ese
Ser Superior.
LA SERENIDAD
“Dios,
hazme un instrumento de tu paz que donde haya odio, siembre amor; donde haya
injuria, perdón; donde haya discordia, armonía; donde haya error, verdad; donde
haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya sombras, luz; donde
haya tristeza, alegría”.
“Dios,
concédeme que busque no ser consolado sino consolar, no ser comprendido, sino
comprender; no ser amado, sino amar. Porque olvidándome de si mismo, me
encuentro; perdonando, se me perdona; muriendo en Ti, nazco a la vida eterna.
Amén”.
El
mensaje que contiene el anterior texto, para no olvidar, se aplica en los
momentos más críticos por los que estemos pasando, es necesario hacer una pausa
y entender que “es mejor consolar que ser consolado, comprender que ser comprendido,
amar que ser amado” y si lo logramos significa que vamos por el camino correcto.
Amanecerá y veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario