sábado, 19 de junio de 2021

LOS DOCE PASOS DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS - DÉCIMO PASO

 

“Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocamos lo admitíamos inmediatamente”.

Relacionado con el asunto que nos ocupa hoy, un poco más adelante lo comprenderá, y para todos aquellos que tienen el privilegio de ser conscientes y concientes de la realidad que les rodea.

Deben de haber llegado a muchas conclusiones, entre otras, que el virus llegó para quedarse y seguirá mutando en busca de un nuevo huésped.

LAS ALARMAS QUE SE PRENDIERON

Lo anterior no nos debe llevar a falsas alarmas, por suerte los científicos, de primera línea, siguen escudriñando para descifrar ese genoma, si es que ya no lo han logrado, para producir nuevas vacunas buscando llevar a la inmunidad de rebaño de toda una población.

Más allá del éxito financiero de las farmacéuticas, que seguirán produciendo vacunas con una efectividad del 95% o más; y el COVID-19 y sus nuevas cepas no pasaran de ser un simple resfriado que se detiene con agua de panela y limón.

Sin embargo, siempre hay un costo relativo derivado de la inoculación del biológico, de hecho, es imposible eliminarlo de la ecuación; y sobre lo que ya se han empezado a pronunciar los científicos.

Y es que, en estos casi dos años de pandemia, la expectativa de vida de la población mundial, que la ciencia había logrado aumentar durante los últimos treinta años, tal parece se ha perdido.

¿DISMINUCIÓN DE LA EXPECTATIVA DE VIDA?

¿Qué en cuantos años?… Aún no se sabe a ciencia cierta: cinco (5), diez (10) quince (15) o veinte (20) años… Todo depende de una multiplicidad de factores que van desde lo genético hasta lo ambiental.

Pasando por las preexistencias en salud: hipertensión, diabetes, VIH, cáncer y enfermedades respiratorias entre muchas otras. Aparte de los resultados de los estudios que a su vez dependen de la edad, raza, sexo, educación y de los buenos hábitos encaminados a mantener una mente y un cuerpo sano.

MAYORES RECURSOS PARA LA SALUD PÚBLICA

Lo anterior significa que, dentro de los próximos 10 años, la salud global deberá enfrentar el mayor desafío, más comprometedor para los países pobres y en vía de desarrollo, de destinar muchísimos más recursos económicos para atender, y prevenir, la avalancha de nuevas patologías o de las ya preexistentes.

Para concluir ¿Se dispararán los indicadores, a nivel mundial, de morbilidad y mortalidad y en que segmentos de la población? ¿Afectará más a la población pobre y vulnerable?

En reto es aun mayor, retomando la expectativa de vida, y de lo que deben hacer los gobiernos, para más de 300 millones de personas que han caído en las garras del alcoholismo. Léase… Borrachos aceptados, hipócritamente, por la sociedad de consumo.    

Lo anterior, como corolario, para recordarles que esta enfermedad denominada Alcoholismo no discrimina por edad, raza, sexo, escolaridad, estado civil, religiosidad, orientación política o sexual o condición socioeconómica.

EL SUMISO O DESAFIANTE ALCOHÓLICO

Solo es necesario observar, a los ojos del enfermo alcohólico, para comprender lo que pretende esconder tras su mirada; y que delata esa versión ansiosa, orgullosa, glamurosa, intentando mostrarnos lo que no siente o definitivamente no es.

O cuando nos observa de manera desafiante por encima de nuestro hombro; frente a esa actitud retadora, si logramos no distraernos; rápidamente comprendemos que ese pobre ser, sufre en su laberinto.

Y cuando al final del día enfrenta la soledad en su habitación, así esté rodeado de sus seres más queridos; llega a la misma conclusión, que definitivamente está en el lugar equivocado…No se haya, no encaja.

Se siente inferior a las situaciones o retos que le impone el día a día; igual sucede con las personas que le rodean…Con esa actitud, frente a la vida, lo único que pretende, instintivamente, es crear una muralla sicológica para defenderse de sus miedos.

De las inseguridades, que lo asaltan continuamente, frente a una sociedad que hipócritamente lo acepta, y a sus espaldas lo juzga y como si lo anterior fuera poco lo induce a que siga bebiendo.

EL DÉCIMO PASO

En el décimo paso, si has sido honesto consigo mismo, y sin intentar darle gusto a los demás; lo anterior significa que el antiguo borrachín ha aprendido varias cosas:

La primera, reconoce su impotencia frente al alcohol y no es otra cosa el haber entendido que, con solo una copa de licor, puede desencadenar una serie de episodios, borracheras, que lo llevarán de nuevo al infierno de su existencia.

La segunda, acepta su responsabilidad frente a un episodio inesperado de ira justificada o no; de un arranque de mal genio que lo lleva a estropearse el día entero y/o de las personas que lo rodean.

LA DEPRESIÓN

Dando inicio a episodios de odio y rencor hacia todo lo que se encuentre en su entorno; padecimientos físicos como: dolores de cabeza, náuseas, insomnio y hasta fiebre, es decir a estados de depresión y angustia.

Recreando y viviendo de nuevo, en un par de segundos, un pequeño infierno dantesco donde todo lo cree perdido, para terminar en la desolación y la amargura, y como única salida regresar a la bebida. Cerrándose en un círculo vicioso entre la angustia versus una falsa calma, adquirida, en medio del licor.

EL DERECHO A REACCIONAR

Pero no siempre es así, siempre y cuando esté recorriendo el camino correcto mediante la recuperación y hacia una vida sana lejos del alcohol.

Expliquémoslo de la siguiente manera: Si alguien intenta engañarnos, y lo logra, o pretende burlase, y no lo logra; y/o busca, con sus acciones, vengarse de nosotros. ¿Será que no tenemos derecho a enfadarnos y reaccionar?

Claro que tenemos derecho a irritarnos, o a encolerizarnos si es preciso, el proceso no es nada fácil; la clave está si por unos segundos, activando el paso décimo, realizando un rápido auto examen.

La clave está en reaccionar de manera inmediata ante esos instintos agresivos; llamar a la calma, frenando en seco, ahogarnos con el aliento y calmarnos. Lo anterior solo se logra si se ha hecho un verdadero inventario personal de nuestros defectos de carácter.

La siguiente amenaza del enfermo alcohólico, antiguo borrachín, es la constante exposición a trastornos emocionales, entre otros, como: celos, envidia y uso frecuente de la mentira.

Que no son otra cosa, y solo buscan, el auto engaño – nada más cruel que mentirnos a nosotros mismos – y a los demás, aunque no siempre se logra, sin pretender buscar una solución definitiva: por aquello que el bebedor empedernido ve, y siente, la vida con angustia, duda y temor.

DOMÍNATE A TI MISMO Y GOBERNARÁS TU MUNDO

El programa enseña que es necesario practicar el dominio de nosotros mismos, pues quien no se gobierna será el eterno esclavo de sus defectos de carácter como la soberbia, ira, mentira, lujuria, avaricia, gula, envidia y la pereza.

AUSENCIA DE AMOR PROPIO

La cuarta amenaza es no confesarnos a nosotros mismos que solo hemos amado a unas cuantas personas, que la mayor parte de la gente nos era indiferente, siempre y cuando no reprocharan nuestros actos. Más el silencio cómplice de los padres, la pareja o los hijos.

Por esa misma razón, y en cuanto al resto de nuestras actuaciones, buenas o no, tampoco nos importaba lo que “los otros” pensaran. Reconocer lo anterior significa como verdad irrefutable, que las demás personas, valen mucho, y más aquellas que están a nuestro alrededor.

SACRIFICIOS PARA VIVIR EN PAZ

Otro asunto para resolver es plantearnos si es posible recuperarlas, y si debemos de hacerlo; por aquello, y es lo que hay que entender, que habrá situaciones que no volverán a la normalidad por heridas causadas que nunca sanarán, en esas personas igual, o peor, de enfermas.

Más razonable es reconocer que en muchos casos una despedida – cadena de sufrimiento que se rompe - es, para bien de las partes, sin retorno; entonces aceptar la pérdida nos mantendrá sanos emocionalmente, lo que significa vivir tranquilos y en paz.

REGRESANDO AL CUARTO PASO

Antes de continuar recordemos que en el cuarto paso hicimos nuestro primer inventario de nuestros defectos de carácter, lo anterior no significa que las cosas hayan terminado ahí.

Todo lo contrario, ese acto de reconocer los errores indica que es solo el comienzo de una larga lista de nuevos inventarios; y qué cada vez tenemos que hacer uno mucho mejor, más completo y profundo inventario – de esa zona oscura - de nosotros mismos, si realmente queremos, encontrar la libertad esperada.

EL HÁBITO HACE LA COSTUMBRE…

Lo que hoy debemos señalar es que creando hábitos y costumbres logramos “manejar automáticamente” los inventarios instantáneos, que solo se logran si lo intentamos hacer en medio de una inesperada perturbación emocional.

Ese inventario instantáneo nos permite enfrentar situaciones inesperadas que afectan nuestro ánimo, como por ejemplo un ataque de ira, cuando alguien nos reclama, nos hiere, nos contradice o no hace lo que nosotros ordenamos hacer.

Es ahí donde debe de entrar a actuar automáticamente el paso décimo, ese inventario instantáneo que nos lleva rápidamente a la conclusión que no todas las situaciones son como nosotros queremos que sean y que las opiniones de las demás personas valen y en muchas ocasiones, más que la de nosotros mismos.

PARE, TOME ALIENTO Y CUENTE HASTA DIEZ.

Es ahí donde la experiencia adquirida a través de cualquier programa de recuperación, nos sugiere tomar una pausa hacer una reflexión y entender que no hay espacio para la angustia, la ira o el rencor.

Entendiendo, siempre, que no tenemos la verdad revelada y que una opinión contraria a la nuestra a lo mejor es una buena idea que seguramente nos dará otras perspectivas frente a una determinada situación.

POCOS, PERO BUENOS AMIGOS

Cuando se logra la sobriedad entendemos que no es necesario tener muchos amigos para sentirnos bien, y que seguramente seguiremos rodeados de seres que sufren y pretenderán seguirnos lastimando para ellos poder sentirse bien, aunque sea por un solo instante.

Frente a eso hay que cultivar el buen juicio, la tranquilidad y rápidamente resolver posibles conflictos emocionales que cada día nos hará crecer como persona y fortalecernos como seres humanos entendiendo que cultivar la paz interior es la mejor defensa frente a la principal amenaza. VOLVER A BEBER.

Este paso nos guiará al ejercitar el dominio de nosotros mismos, recuerda el proverbio…” Quien se domina a sí mismo es capaz de persuadir a otros sin oprimirlos”. Amanecerá y veremos.

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