“Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos
podría devolvernos el sano juicio”
Más
allá de la existencia de un ser superior, e independiente de como sea la idea que
tengas de él, lo esencial es la actitud, FE EN SI MISMO, con la que enfrentamos
todos los desafíos a lo largo de nuestra vida.
Propósitos
relacionados con el crecimiento personal (conformación de un hogar estable), crecimiento
intelectual (trabajo productivo o emprendimientos) y comunitario (liderazgo
social).
LO BUENO, LO MALO Y LO FEO
En ese largo camino siempre nos acompañarán diferentes
tipos de seres: los que genuinamente desean apoyarte y se lo permites; los
oportunistas que solo buscan utilizarte y finalmente los que solo desean, desviarte
del camino, robarte la inteligencia y cuyo único propósito es hacerte daño
personal o social.
Los
primeros, muy pocos, con sus iniciativas procuran alejarte del licor: son
aquellos que te invitan al cine, la lectura - obsequiándote un libro - al
gimnasio, a practicar algún deporte o a desarrollar alguna actividad en
beneficio de la comunidad.
Los segundos
todas las invitaciones tienen, algo en común, que ver con bares, cantinas,
tabernas y discotecas; y los últimos facilitan el camino hacia, el consumo, de otras
sustancias sicoactivas iguales o más letales que el alcohol.
Cuando el consumo del alcohol da inicio a temprana edad,
aparte de alejarte de las buenas oportunidades que siempre te da la vida, conlleva
al deterioro de la salud y la pérdida prematura de la calidad de vida o de la vida misma.
En la etapa de mayor productividad en la que puedes
disfrutar, sanamente, más de ella - dedicándole TIEMPO a la creatividad, cuidar el
medio ambiente o ser útil a la familia o a la sociedad; porque en el calendario
has acumulado conocimiento y experiencia.
La
mayoría consume licor socialmente y poco a poco se va consolidando un “selecto”
grupo que rápidamente convierte “esos traguitos” de fin de semana en un hábito, en el mediano plazo, que les impide desarrollarse como personas útiles para
ellos mismos, para su familia y para la sociedad en su conjunto.
Al punto que algunos, la cifra va en aumento, se
convierten en una amenaza para consigo mismos, su familia y la comunidad.
Para
dar este segundo paso, es importantísimo - FUERZA DE VOLUNTAD - que va más allá
de transcribir lo que la literatura de A.A. deja sentado como una reflexión a
los iniciados en su recuperación; aceptando que algunos, sino muchos, nunca se
recuperan.
¿La
razón? Ya era muy tarde… O Simplemente, en su obstinación, se mienten a sí
mismos, a la familia, al grupo y a la sociedad… Continúan marchitos en vida.
Para
los que se atreven a dar el segundo paso, y están a tiempo, de la recuperación la
literatura señala que “…A.A. no está
afiliada a ninguna secta, religión, partido político, organización o
institución alguna; no desea intervenir en controversias, no respalda ni se
opone a ninguna causa...”
Aclarando que algunos "devotos" lo ven como un resguardo, secta, religión, organización o institución; es el dilema propio de los enfermos alcohólicos que no dependen de sí mismos.
Sin embargo la
clave y más allá de instituciones sin, o con, ánimo de lucro; es la actitud personal
frente al cambio en la vida misma y sin ataduras de ningún tipo.
¿Quién
soy y qué deseo ser? Frente a ese interrogante, que busca un cambio de
paradigma, es también preguntarse ¿Qué, cómo, cuándo, dónde y porqué de la búsqueda
de la transformación esperada?
Lo
anterior significa, frente a este conflicto interno, habrá algunos que no creen
en Dios – ateos gracias a Dios - equivocados o no, están en su derecho; otros
no pueden creer, dudan, en un Dios misericordioso y muchos que aún creyendo en Dios, no confían
en que Él pueda hacerle el milagro. Otros están llenos de dioses. ¿Falta o ausencia de fe?
¿ES USTED UN ALCOHÓLICO?
Tampoco perdamos de vista que Alcohólico no es solo aquel
individuo que permanece con la botella en la mano; esa situación es el extremo del
deterioro espiritual y mental del enfermo.
Existen
alcohólicos que consumen licor una vez al mes, o dos veces en el año y en cada
una de ellas pierden la conciencia y cometen errores que una persona normal no aceptaría
quedando expuesto a la burla, al juzgamiento y al rechazo.
Lo
que si debe de quedar claro; la mortal enfermedad no discrimina edad, sexo,
género, ocupación, raza, religión o condición socioeconómica; y actúa de manera
silenciosa afectando la economía y la salud de todos los contagiados.
Existen
unos síntomas que son propios del Alcohólico: ególatras de temperamento fuerte,
rebelde y asaltado por los prejuicios, indiferencia, la vanagloria y la autosuficiencia;
expresando una entera desconfianza ante quienes no son sus pares… Los no
alcohólicos.
Ya
que éstos últimos, la mayoría, evitan dejarse manipular; y no reaccionan por lastima o compasión
(conmiseración); y es lo que siempre busca inspirar el alcohólico en particular
a padres, hermanos, pareja o hijos.
Esa
carga emocional negativa que acompaña al alcohólico, se convierte en una
tragedia personal que lo lleva a ocultar su realidad diariamente.
Lo
hace igual, abierta o clandestinamente, siempre en busca de compañía para beber,
en soledad y aislamiento; para desahogar sus angustias alrededor de una botella
de alcohol.
En síntesis “Nunca, en ningún sentido profundo o
significativo, habíamos examinado nuestra conciencia, ni habíamos reparado el
daño a quienes se lo habíamos causado, ni habíamos dado nada a otro ser humano
sin exigir algo o esperar una recompensa” Tomado de Doce pasos y Doce
tradiciones.
El
principal obstáculo para lograr la recuperación es la NEGACIÓN, sobre el hecho
irrefutable para todos los que le rodean que saben se encuentra gravemente enfermo y se lo hacen saber; es
mantener una mente cerrada al cambio y a la evolución constante que debe buscar
para cada vez ser mejor como persona.
La clave…Es
no envidiar o competir con los demás; es competir consigo mismo.
Si
de verdad cree en milagros, y no nos referimos a los hechos sobrenaturales
documentados que llevan a la beatificación de un alma grande e independiente se
falleció joven o vieja.
Son los
hechos reales y circunstanciales que surgen en nuestro interior a las cuales se
llega con una alta dosis de FE y en sus
diferentes concepciones. Como por ejemplo obtener la tan anhelada tranquilidad
y dejar la ansiedad por beber.
Fe
en uno mismo, fe en los que le rodean: la familia, no toda, principalmente; sin
perder de vista que también los amigos, que son pocos, le pueden ayudar. De la ahí
la sentencia doctrinal…“Por sus intenciones y obras los conoceréis”.
Cuando logras tener FE en ti mismo, no existe poder
humano que te haga pensar de manera diferente; y mucho menos actuar bajo el
capricho de otros - los demás enfermos alcohólicos o falsos amigos así sean de
infancia - los que generalmente están guiados por la envidia y que solo buscan
lo peor para ti.
En
estos casos lo mejor es dar un paso al costado y alejarse lo más pronto posible
de esos tiranos que desean entrar o han permanecido a tu lado a lo largo de
toda la vida.
PARA EMPEZAR…
De
ahí que lo más importante sea alejarse de las reuniones alcohólicas, mucho
menos promoverlas y principalmente de los amigos Alcohólicos que siempre se negaran
a reconocer que son tan o más borrachines que usted.
Siempre refugiados, bajo la disculpa, que son aceptados por una sociedad
hipócrita que ve el alcohol, no como una sustancia sicoactiva y les celebra en
público; para después condenarlos en privado. Así funciona la sociedad de
consumo.
Lo anterior
se logra, entrar en conciencia y consciencia, cuando después de muchísimos años
de vida bohemia, aceptamos que siempre estamos acompañados por la soledad - así
estés diariamente rodeado de mucha gente - en una bien elaborada prisión
sicológica en la que se multiplicaban los miedos: rencor, celos, envidia,
frustración y resentimiento entre muchos otros.
EGOLATRÍA Y SOBERBIA
El problema se complica cuando, como mecanismo de defensa,
te acompañas de una actitud soberbia y dominante, donde siempre terminas por
culpar a los demás de todas las cosas que salen no como lo quisieras.
Entonces
terminas sintiendo lástima de ti mismo, que nadie te entiende y mucho menos te apoya;
terminas convirtiéndote en un ser amargado, agresivo, controlador y aparentemente autosuficiente. Siendo éste el peor engaño.
El
circulo empieza a cerrarse cuando nuevamente buscas y encuentras motivos
para seguir bebiendo y es así como la enfermedad se viste de rumba y diversión
donde no puede faltar el licor y ocasionalmente algunas otras adicciones.
Los programas
de recuperación, que incluye Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos, entre
otras organizaciones que buscan la recuperación de esos enfermos.
Que
buscan un cambio radical en la forma de enfrentar la vida - especialmente en las
actitudes que les hace daño y afectan a otros - y se espera que ese proceso de
transformación se realice de tal forma que parezca fácil y sencillo mediante el
cultivo diario de una mente abierta tan necesaria para ese cambio.
EL SEGUNDO PASO
Entonces el Segundo Paso le invita a que sencillamente
tengas FE; pero como también sabes que eres desconfiado, taimado y escurridizo
agregaré recordándote que tener fe, no es transitar sobre temas religiosos pero
si espirituales; válido en estos casos la meditación en sus diferentes técnicas.
Es
así de sencillo, la clave está en tener FE en algo superior a uno, ya que ésta
sola apreciación lo acerca rápidamente a volver ha creer en usted mismo, en sus
fortalezas, preparándote el camino para enfrentar las debilidades.
El dilema no es pensar que no existe un Dios que nos hará
los milagros que siempre le hemos pedido, y del que aparentemente nunca hemos
obtenido respuesta; lo que no podemos perder de vista y debemos practicar es que
ese Poder Superior siempre nos sugiere….”Ayúdate, que yo te ayudare”.
Finalmente
haz una pausa en la vida acelerada que llevas…y si tienes FE en algo… como en un
libro sagrado, una oración, una imagen, una medalla, un amuleto, un árbol, una
montaña o una estrella simplemente invócala en momentos difíciles (miedo, angustia,
depresión o ansiedad, etcétera).
En
todos los casos hallarás una fuente de tranquilidad e inspiración, como un paso
diario más que se dá en el camino de la recuperación; sin perder de vista que hay
gente y organizaciones, allá afuera, que estarán siempre prestas para ayudarte.
Amanecerá y veremos.
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