sábado, 17 de octubre de 2020

LOS DOCE PASOS DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS – EL SEGUNDO

“Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio”

Más allá de la existencia de un ser superior, e independiente de como sea la idea que tengas de él, lo esencial es la actitud, FE EN SI MISMO, con la que enfrentamos todos los desafíos a lo largo de nuestra vida.

Propósitos relacionados con el crecimiento personal (conformación de un hogar estable), crecimiento intelectual (trabajo productivo o emprendimientos) y comunitario (liderazgo social).

LO BUENO, LO MALO Y LO FEO

En ese largo camino siempre nos acompañarán diferentes tipos de seres: los que genuinamente desean apoyarte y se lo permites; los oportunistas que solo buscan utilizarte y finalmente los que solo desean, desviarte del camino, robarte la inteligencia y cuyo único propósito es hacerte daño personal o social.

Los primeros, muy pocos, con sus iniciativas procuran alejarte del licor: son aquellos que te invitan al cine, la lectura - obsequiándote un libro - al gimnasio, a practicar algún deporte o a desarrollar alguna actividad en beneficio de la comunidad.

Los segundos todas las invitaciones tienen, algo en común, que ver con bares, cantinas, tabernas y discotecas; y los últimos facilitan el camino hacia, el consumo, de otras sustancias sicoactivas iguales o más letales que el alcohol.

Cuando el consumo del alcohol da inicio a temprana edad, aparte de alejarte de las buenas oportunidades que siempre te da la vida, conlleva al deterioro de la salud y la pérdida prematura de la calidad de vida o de la vida misma.

En la etapa de mayor productividad en la que puedes disfrutar, sanamente, más de ella - dedicándole TIEMPO a la creatividad, cuidar el medio ambiente o ser útil a la familia o a la sociedad; porque en el calendario has acumulado conocimiento y experiencia. 

La mayoría consume licor socialmente y poco a poco se va consolidando un “selecto” grupo que rápidamente convierte “esos traguitos” de fin de semana en un hábito, en el mediano plazo, que les impide desarrollarse como personas útiles para ellos mismos, para su familia y para la sociedad en su conjunto.

Al punto que algunos, la cifra va en aumento, se convierten en una amenaza para consigo mismos, su familia y la comunidad.

Para dar este segundo paso, es importantísimo - FUERZA DE VOLUNTAD - que va más allá de transcribir lo que la literatura de A.A. deja sentado como una reflexión a los iniciados en su recuperación; aceptando que algunos, sino muchos, nunca se recuperan.

¿La razón? Ya era muy tarde… O Simplemente, en su obstinación, se mienten a sí mismos, a la familia, al grupo y a la sociedad… Continúan marchitos en vida.  

Para los que se atreven a dar el segundo paso, y están a tiempo, de la recuperación la literatura señala que “…A.A. no está afiliada a ninguna secta, religión, partido político, organización o institución alguna; no desea intervenir en controversias, no respalda ni se opone a ninguna causa...”

Aclarando que algunos "devotos" lo ven como un resguardo, secta, religión, organización o institución; es el dilema propio de los enfermos alcohólicos que no dependen de sí mismos.

Sin embargo  la clave y más allá de instituciones sin, o con, ánimo de lucro; es la actitud personal frente al cambio en la vida misma y sin ataduras de ningún tipo.

¿Quién soy y qué deseo ser? Frente a ese interrogante, que busca un cambio de paradigma, es también preguntarse ¿Qué, cómo, cuándo, dónde y porqué de la búsqueda de la transformación esperada?

Lo anterior significa, frente a este conflicto interno, habrá algunos que no creen en Dios – ateos gracias a Dios - equivocados o no, están en su derecho; otros no pueden creer, dudan, en un Dios misericordioso y muchos que aún creyendo en Dios, no confían en que Él pueda hacerle el milagro. Otros están llenos de dioses. ¿Falta o ausencia de fe?

¿ES USTED UN ALCOHÓLICO?

Tampoco perdamos de vista que Alcohólico no es solo aquel individuo que permanece con la botella en la mano; esa situación es el extremo del deterioro espiritual y mental del enfermo.

Existen alcohólicos que consumen licor una vez al mes, o dos veces en el año y en cada una de ellas pierden la conciencia y cometen errores que una persona normal no aceptaría quedando expuesto a la burla, al juzgamiento y al rechazo.

Lo que si debe de quedar claro; la mortal enfermedad no discrimina edad, sexo, género, ocupación, raza, religión o condición socioeconómica; y actúa de manera silenciosa afectando la economía y la salud de todos los contagiados.

Existen unos síntomas que son propios del Alcohólico: ególatras de temperamento fuerte, rebelde y asaltado por los prejuicios, indiferencia, la vanagloria y la autosuficiencia; expresando una entera desconfianza ante quienes no son sus pares… Los no alcohólicos.

Ya que éstos últimos, la mayoría, evitan dejarse manipular;  y no reaccionan por lastima o compasión (conmiseración); y es lo que siempre busca inspirar el alcohólico en particular a padres, hermanos, pareja o hijos.

Esa carga emocional negativa que acompaña al alcohólico, se convierte en una tragedia personal que lo lleva a ocultar su realidad diariamente.

Lo hace igual, abierta o clandestinamente, siempre en busca de compañía para beber, en soledad y aislamiento; para desahogar sus angustias alrededor de una botella de alcohol.

En síntesis “Nunca, en ningún sentido profundo o significativo, habíamos examinado nuestra conciencia, ni habíamos reparado el daño a quienes se lo habíamos causado, ni habíamos dado nada a otro ser humano sin exigir algo o esperar una recompensa” Tomado de Doce pasos y Doce tradiciones.

El principal obstáculo para lograr la recuperación es la NEGACIÓN, sobre el hecho irrefutable para todos los que le rodean que saben se encuentra gravemente enfermo y se lo hacen saber; es mantener una mente cerrada al cambio y a la evolución constante que debe buscar para cada vez ser mejor como persona.

La clave…Es no envidiar o competir con los demás; es competir consigo mismo.

Si de verdad cree en milagros, y no nos referimos a los hechos sobrenaturales documentados que llevan a la beatificación de un alma grande e independiente se falleció joven o vieja.

Son los hechos reales y circunstanciales que surgen en nuestro interior a las cuales se llega  con una alta dosis de FE y en sus diferentes concepciones. Como por ejemplo obtener la tan anhelada tranquilidad y dejar la ansiedad por beber.

Fe en uno mismo, fe en los que le rodean: la familia, no toda, principalmente; sin perder de vista que también los amigos, que son pocos, le pueden ayudar. De la ahí la sentencia doctrinal…“Por sus intenciones y obras los conoceréis”.

Cuando logras tener FE en ti mismo, no existe poder humano que te haga pensar de manera diferente; y mucho menos actuar bajo el capricho de otros - los demás enfermos alcohólicos o falsos amigos así sean de infancia - los que generalmente están guiados por la envidia y que solo buscan lo peor para ti.

En estos casos lo mejor es dar un paso al costado y alejarse lo más pronto posible de esos tiranos que desean entrar o han permanecido a tu lado a lo largo de toda la vida.

PARA EMPEZAR…

De ahí que lo más importante sea alejarse de las reuniones alcohólicas, mucho menos promoverlas y principalmente de los amigos Alcohólicos que siempre se negaran a reconocer que son tan o más borrachines que usted.

Siempre refugiados, bajo la disculpa, que son aceptados por una sociedad hipócrita que ve el alcohol, no como una sustancia sicoactiva y les celebra en público; para después condenarlos en privado. Así funciona la sociedad de consumo.

Lo anterior se logra, entrar en conciencia y consciencia, cuando después de muchísimos años de vida bohemia, aceptamos que siempre estamos acompañados por la soledad - así estés diariamente rodeado de mucha gente - en una bien elaborada prisión sicológica en la que se multiplicaban los miedos: rencor, celos, envidia, frustración y resentimiento entre muchos otros.  

EGOLATRÍA Y SOBERBIA

El problema se complica cuando, como mecanismo de defensa, te acompañas de una actitud soberbia y dominante, donde siempre terminas por culpar a los demás de todas las cosas que salen no como lo quisieras.

Entonces terminas sintiendo lástima de ti mismo, que nadie te entiende y mucho menos te apoya; terminas convirtiéndote en un ser amargado, agresivo, controlador  y aparentemente  autosuficiente. Siendo éste el peor engaño.

El circulo empieza a cerrarse cuando nuevamente buscas y encuentras motivos para seguir bebiendo y es así como la enfermedad se viste de rumba y diversión donde no puede faltar el licor y ocasionalmente algunas otras adicciones.

Los programas de recuperación, que incluye Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos, entre otras organizaciones que buscan la recuperación de esos enfermos.

Que buscan un cambio radical en la forma de enfrentar la vida - especialmente en las actitudes que les hace daño y afectan a otros - y se espera que ese proceso de transformación se realice de tal forma que parezca fácil y sencillo mediante el cultivo diario de una mente abierta tan necesaria para ese cambio.

EL SEGUNDO PASO

Entonces el Segundo Paso le invita a que sencillamente tengas FE; pero como también sabes que eres desconfiado, taimado y escurridizo agregaré recordándote que tener fe, no es transitar sobre temas religiosos pero si espirituales; válido en estos casos la meditación en sus diferentes técnicas.

Es así de sencillo, la clave está en tener FE en algo superior a uno, ya que ésta sola apreciación lo acerca rápidamente a volver ha creer en usted mismo, en sus fortalezas, preparándote el camino para enfrentar las debilidades.

El dilema no es pensar que no existe un Dios que nos hará los milagros que siempre le hemos pedido, y del que aparentemente nunca hemos obtenido respuesta; lo que no podemos perder de vista y debemos practicar es que ese Poder Superior siempre nos sugiere….”Ayúdate, que yo te ayudare”.

Finalmente haz una pausa en la vida acelerada que llevas…y si tienes FE en algo… como en un libro sagrado, una oración, una imagen, una medalla, un amuleto, un árbol, una montaña o una estrella simplemente invócala en momentos difíciles (miedo, angustia, depresión o ansiedad, etcétera).

En todos los casos hallarás una fuente de tranquilidad e inspiración, como un paso diario más que se dá en el camino de la recuperación; sin perder de vista que hay gente y organizaciones, allá afuera, que estarán siempre prestas para ayudarte. Amanecerá y veremos.


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