Abro
paréntesis…Son noticia hoy las caravanas en Miami, de cubanoamericanos, que se
oponen al régimen castrista; aprovechando el fulgor de la campaña, apoyan a
Donald Trump; en su cada vez más embolatado camino, de reelección, por la
presidencia los Estados Unidos de América.
Al
tiempo que proclaman, como justificación, su oposición al Socialismo; frente a esta
posición, lo que sorprende es la incapacidad política de los inmigrantes – en
especial los latinos – para no comprender la diferencia ideológica entre las
propuestas del demócrata JOE BIDEN y KAMALA HARRIS.
Frente
a la dictadura cubana, que pregona, junto con Venezuela, un modelo de Estado Socialista,
o del Socialismo del Siglo XXI. Que en la práctica son temas totalmente
diferentes.
Lo
otro es que un sector de la izquierda colombiana, tal parece, respaldados por
Maduro y Cabello, vienen utilizando la estrategia de “la combinación de las
diferentes formas de lucha” en las movilizaciones pacíficas; las que terminan
siendo infiltradas por agitadores sociales que buscan el caos, como herramienta
propagandística en contra del Estado Social de Derecho.
Una de
las muchas explicaciones e independiente del componente ideológico de los
Cubanoamericanos; los participantes de las caravanas, la mayoría, son
manipulados por discursos populistas que irónicamente llaman al autoritarismo
en la figura de Trump. ¿Mensaje subliminal poco entendido?
Con un
componente letal… Abunda la desinformación mediante el uso sistemático de la
falsedad, el ardid y el fraude que confunde al ciudadano del común que poco o
nada lee; y que vive anclado en el siglo XX, odiando a los fantasmas de Castro
y Guevara, y acérrimos visitantes de las redes sociales.
Cierro
paréntesis… Como el asunto que nos ocupa hoy es la Tercera Vía, ¿Pensamiento
cercano al Liberalismo Social Demócrata? concepto que llamó en su momento, a la
recordación, el expresidente Juan Manuel Santos Calderón.
LIBERALISMO
SOCIAL DEMÓCRATA
Cuando
lanzó su plataforma económica y política resumida en la frase “El Mercado hasta
donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario”.
El
problema radica en la tentación que podrían sobrellevar ¿Hasta cuándo? los
políticos de centro izquierda y centro derecha – con el riesgo calculado que “esos
centros” se acomoden - que, si bien es cierto, están bien cubiertos y librados,
algunos, tal parece del castrochavismo y del que tanto recibe apoyo Petro; pero que en resumidas cuentas podrían verse confundidos.
Documentos
que lo soporten hay muchos, como: Tomas de Aquino, Mun, Colbert, Serra, Smith,
Malthus, Ricardo, Say y Keynes; y en otras orillas: Stuart, Moro, Owen, Marx,
Engels, Marshall entre otros teóricos.
Más lo
poco que se ha difundido en español, material valioso, que puede aportar muchas
ideas como: “El Capital en el siglo XXI” y “Capital e ideología” de Thomas
Piketty. ¿Camino a una social democracia?
Que definitivamente
retoma el tema de la errónea distribución del ingreso o las enormes brechas
sociales entre, los más ricos entre los ricos, ricos y pobres, base de todos
los males – la principal es la corrupción - en las actuales economías en vía de
desarrollo de la que hace parte Colombia.
Donde
el mercado no está a la mano - de las mayorías - y mucho menos satisface las
mínimas necesidades básicas de la población en los estratos 1, 2 y 3; al tiempo
que amenaza la clase media, emprendedora y trabajadora de la patria.
Existe
una extensa literatura desde Thomas Aquino, pasando por Keynes ¿Dónde están los
Keynesianos? hasta Piketty – el primero pensó casi en lo mismo y lo explicó de
una manera diferente, influenciado por las concepciones religiosas, políticas,
económicas y sociales que imperaban en ese momento histórico.
LA
TERCERA VÍA
Ahora de
lo que se trata es de entender la propuesta sobre esa “Tercera Vía”; no como un
discurso demagógico o populista - así lo quiere presentar la oposición - que
obligaría, en el camino del postconflicto, ajustar el actual modelo económico
que interprete la próxima realidad política y social de la nación hoy
descuadernada por el COVID-19.
Pandemia
que levantó las enjalmas, dejando al descubierto las profundas llagas que el
neoliberalismo ha causado en nuestra economía de mercado; donde los más ricos
entre los ricos son los únicos que degustan el gran banquete de la maltratada
economía nacional; cuyo fiel escudero es Luis Alberto Rodríguez Ospino, próximo
Ministro de Hacienda.
Hoy no
se trata de examinar si dicha plataforma política tuvo éxito o no frente al
modelo económico anglosajón o norteamericano; lo que se trata es de corregir la
enorme desigualdad en la distribución del ingreso y de paso cerrar la brecha
entre los más ricos y los más pobres; mediante el fomento de una economía de
mercado justamente reglamentada.
Donde
haga fuerte presencia el sector privado a través de las alianzas público-privadas;
sin ceder, en el intento, a las propuestas ideológicas de las “extremas” que
tanto dolor de patria y rezago nos han dejado en infraestructura, tecnología, educación,
y salud entre otros.
Lo
urgente e importante es encontrar el punto medio, entre la frase celebre
“Laissez faire et laissez passer” que traduce del francés “Dejen hacer, dejen
pasar”; postulado que abogaba por el libre comercio, cero impuestos y la libre
movilidad de los factores producticos: Capital, trabajo, recursos naturales y tecnología.
Y de
unas relaciones de producción que tomen distancia del otro extremo del modelo
expresado en un Estado Totalitario, donde una hoja no se puede mover sin la autorización
del gobierno; o de una dictadura como sucede en Nicaragua y Venezuela.
EL
PROCESO DE PAZ COMO PIEDRA ANGULAR
Desde
la realidad nacional la base para avanzar en un real proceso de pacificación y
de paso darle aplicabilidad al complejo Acuerdo de Paz - cuyo prerrequisito es
que las partes cumplan lo acordado (justicia, verdad, reparación y no repetición)
- es fundamental la puesta en marcha de una verdadera reforma agraria integral.
Reforma
que fortalezca el agro, desde los minifundios y las mipymes; al tiempo de reglamentar
la costosa intermediación que tanto afecta al productor. Dejando de lado, parte
de los subsidios y las exenciones de impuestos que solo llevan al
proteccionismo, con una capacidad instalada, utilizada, de solo el 60% como
ocurre en la actualidad.
Que hace
de las empresas e industrias poco productivas, donde la creación y la innovación
son escasas; restándoles competitividad en los mercados internacionales; pero
sobre todo promoviendo el consumo nacional.
Frente
al permanente conflicto entre ideologías extremas; promovidas, solo, por los
que se benefician de ellas; el cambio, debe de empezar desde los postulados que
sustentan la misión y visión empresarial que a su vez orientan las decisiones
de las juntas directivas de los gremios ¿Generar empleo productivo a través del
desarrollo de las tecnológicas de la información? de las centrales obreras y del
cambio de paradigma en relación de la sumisión al gran capital.
De lo
que también se trata, eso esperamos, es en revisar entre otras las políticas
monetarias ejecutadas desde el Banco de la República, principalmente del manejo
en las tasas de cambio y de los encajes bancarios que supuestamente buscan,
entre otros, el control de la inflación, favoreciendo a la banca; que por
supuesto limitan el crecimiento sostenido por encima del 5% Producto Interno Bruto
(PIB), cálculos válidos para antes de la pandemia.
Otro
aspecto para analizar, de las muchos que faltan, es lo relacionado con la forma
de estimular la demanda agregada, ecuación, donde el consumo de bienes y
servicios es fundamental para que el ciclo económico - producción, distribución
y consumo - se torne ágil y dinamice la economía en su conjunto; al tiempo de desestimular
el consumo de dinero plástico que cierra el ciclo de la usura por las altas
tasas de interés sobre ese tipo de consumo.
SALARIO
MÍNIMO LEGAL MENSUAL VIGENTE
Consumo
masivo de bienes y servicios, a través del dinero circulante, muy relacionado
con la mayor generación de empleo productivo; lo que en parte se logra, si se rompe
el paradigma, para los industriales, mejorando el salario mínimo mensual legal Vigente.
Que para
el 2021 debería, para empezar, quedar alrededor de los 1.4 millones de pesos; e
independiente del discurso populista sobre el “Salario Mínimo Vital”.
Si de
estimular de demanda de bienes y servicios se trata, hay que aumentar la
liquidez, no por decreto vía pandemia, sino con empleo productivo respaldado en
buenos salarios que están directamente relacionados con el aumento del consumo.
Amanecerá y veremos.
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