“Admitimos
que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto
ingobernables”
En uno de esos encuentros, por la urgente necesidad del
servicio, entablé una amable y respetuosa conversación con un conductor de taxi;
de hecho lo hice percatándome que estaba bien informado, entonces abordé un
tema obligado, en éstos tiempos de pandemia, sobre la realidad de la economía
local; entonces le formulé la siguiente pregunta.
¿Cuál
cree, usted, que sea la actividad que más mueve la economía de la ciudad?
Seguramente guiado por la actividad que desarrolla a diario, sin dudarlo me
respondió… La vida nocturna.
Resumiendo
su experiencia, aclarando que es solo una pequeña parte del diagnóstico que nos
podría llevar a establecer la vocación productiva de la ciudad.
LOS HÁBITOS Y LAS COSTUMBRES
Podemos
concluir que, parte de los hábitos y costumbres de los Cartagüeños, es el
disfrutar salir a comer en familia - al aire libre en parques, plazoletas y
plazas públicas – utilizando la extensa oferta de restaurantes.
También
la vida nocturna ofrece diversos sitios dedicados a la diversión y el
esparcimiento para adultos… Como lo son: centros comerciales, cinemas, bares, tabernas,
cantinas, discotecas, hoteles y moteles.
Lo anterior significa que alrededor del consumo de licor se
mueve un importante sector de la economía local, que posiblemente – no
disponemos de esas cifras – supera, en ingresos, parte del comercio formal y
organizado. ¿Nos bebemos gran parte del salario?
EL NEGOCIO DE LA VENTA DE LICOR
Que
va desde la compra, como dosis personal, en una tienda o estanquillo; la compra
- en el remodelado parque Santuario de los Samanes - de un inofensivo capuchino ¿Cuándo van a
entregar esa obra, iniciada desde el año pasado? pasando, para los más
refinados, por el gusto cotidiano de una copa de vino.
Hasta el consumo diario de “solo una cerveza”… y ya en la
pirámide del “consumo social”…de uno, o más, litros de Whisky, vodka o tequila
en un relajado fin de semana.
Mucho
se ha escrito sobre la diferencia entre consumir licor “en modo social” hasta
hacerlo de manera permanente y clandestina en el hogar; que visto desde los
protocolos de cuidado personal, esa costumbre, se convierte en una peligrosa adicción,
derivando con el tiempo en un grave problema de salud pública para la
institucionalidad.
LA PANDEMIA DEL ALCOHOLISMO
Con
enormes consecuencias económicas y sociales; y es el asunto que nos ocupa hoy,
como es la pandemia del ALCOHOLISMO, de lo que algunos se avergüenzan, otros no
lo reconocen y la mayoría lo ignoran, premeditadamente, por completo.
Hoy
lo focalizaremos desde varios puntos de vista por parte del asiduo consumidor, tratándolo
como una adicción, como un problema hereditario, como un trastorno de la
personalidad o como una grave enfermedad entre otros factores.
Enfermedad que afecta de manera irremediable la salud, al
punto que asiduos consumidores desde temprana edad, pierden la vida, en el
mejor de los casos, en edad temprana – accidentes – o en la edad dorada digna de disfrutar basada
en el recogimiento que solo lo da el conocimiento y la experiencia.
LOS COSTOS SOCIALES
Las
estadísticas, que manejan los interesados es este tema consideran que el
Alcoholismo se convirtió en un problema
de Salud Pública y que le cuesta al Estado, billones de pesos, anualmente, en
atenderlo (enfermedades catastróficas, accidentes de toda índole y riñas que
derivan lesiones personales que muchas veces terminan en graves procesos
penales.
Lo
más preocupante es que el Gobierno Nacional, sigue ignorando el problema, nunca
ha pensado en controlarlo y mucho menos prevenir el abuso del licor… solo se
limitan a cumplir lo que exige la ley.
Solo se circunscriben, en cumplir los protocolos de
regulación, incluyendo en las etiquetas, que nadie lee, “Es prohibido el
consumo en menores de edad y su abuso es nocivo para la salud”.
Cuando en realidad lo que están haciendo es enviando
mensajes subliminales para que inicien, en temprana edad, el consumo de licor.
EL RENTABLE NEGOCIO
La
razón, es un multimillonario negocio que genera recursos no solo para el
productor (legal y clandestino), sino para los intermediarios en la larga
cadena de comercialización; y así aún
queda plata para los organismos encargados de su control.
En lo que también insiste el gobierno y los industriales
que las producen - leer bebidas alcohólicas - es el 100% del impuesto al consumo que va como
destinación específica a cubrir programas de Salud Pública. ¿Será totalmente cierta esa
afirmación?
LA TRAGEDIA HUMANA
Volviendo
a la tragedia humana y abordándola como una enfermedad certificada por la Organización
Mundial de la Salud.
El primer paso que se debe dar es tener la conciencia y
consciencia en aceptar que como persona y comunidad - independiente de la raza,
edad, sexo, educación, credo, estrato social y vocación política) - se tiene un
grave problema de salud pública derivado del exceso en el consumo de alcohol.
Definitivamente
sino se da ese primer paso, es como si al adulto mayor que observa en sus
fluidos sangre, no obstante se niega aceptar que está enfermo y por miedo no lo
comunica a su familia y mucho menos acude a la EPS, IPS o al médico de la
familia. Lo que finalmente lo lleva directamente a una muerte segura.
LOS SIGNOS Y LOS SINTOMAS
Permitir
recibir un consejo, apoyo o la ayuda de Alcohólicos Anónimos o una institución
especializada; es admitir que en su soledad ha intentado no beber por una
semana, sin lograrlo; es admitir que se molesta cuando seres queridos le aconsejan
que abandone el licor.
Es reconocer que ha intentado cambiar de una clase de
bebida por otra, para no emborracharse; es admitir el haber bebido alguna vez
por la mañana en ayunas; es admitir que ya tiene problemas en su hogar, que lo aprendió
de sus padres y que sus hijos lo están imitando.
Es aceptar
que ha faltado al trabajo o al estudio, a causa de la bebida del fin de semana
anterior; es entender que ha tenido lagunas mentales en medio de la última
borrachera.
Es
admitir que agredió verbal o físicamente a su esposa, hijos, familia o amigos… Es
concluir que hubiera tenido más éxito (económico y social) en la vida sino le hubiera
dedicado tanto tiempo y dinero al consumo de alcohol.
Esa negación tiene muchas explicaciones; primero: desde
que empezamos a ser educados en la niñez, infancia, adolescencia y en la edad
adulta, de alguna manera en nuestro subconsciente o inconsciente se nos
“programó” para nunca admitir la derrota total; y que siempre deberíamos actuar
como triunfadores.
Si
bien es cierto esa programación, la resiliencia, a muchos le ha servido para
triunfar y algunos otros para abusar, también se ha convertido, en todo lo contrario,
una excusa para llamar, el enfermo, a la conmiseración.
LA COMUNIDAD DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS
Es
aquí donde es necesario recordar que existen programas, entre otros, la comunidad
de Alcohólicos Anónimos, AA, que invita al enfermo alcohólico (borrachín) a que
se esfuerce y adopte otra perspectiva sobre su vida; aceptando la enfermedad
que padece; lo que para muchos se ha convertido en una humillación permanente.
De hecho se le hace saber que todas las personas que le
rodean (familiares, vecinos, amigos, conocidos) y sin mencionárselo, a sus
espaldas reconocen que usted – sujeto de la enfermedad - tiene un problema con el alcohol.
Que
si algunos sufren por ello, generalmente la familia nuclear, otra buena parte
celebra su tragedia y espera con paciencia su derrota personal final en cualquier
uso de sustancias psicoactivas.
LA TÁN ESPERADA LIBERACIÓN
Liberación
porque ya no espera con ansiedad que llegue el fin de semana, para compartir
unos “traguitos” con los “mejores” amigos; liberación porque ya no necesita encontrar
escusas para beber.
Liberación
cuando con un nuevo día, en medio de un fin de semana, ya no despierta con miedos
y angustias existenciales; liberación porque la familia de nuevo los mira con
alegría y esperanza en los ojos.
Liberación
porque ya disfruta del sabor de una buena mesa; liberación porque volvió a
comprender que existe un ser superior (independientemente de cómo cada uno lo
conciba) que solo derrama bendiciones y desea momentos de felicidad.
Cuando se regresa o se encuentra la libertad espiritual, comprendes
que la mayoría de los seres humanos se la pasan buscando la aceptación de los
demás… Siendo ésta la manera más absurda y torpe de enfrentar la vida.
Reconoces
que dejaste de ser tu mismo, intentando parecerte a los demás; aparentando lo
que en realidad no eres: “…río si tu ríes… lloro si tu lloras…” apariencias
solo apariencias.
LA SOBRIEDAD
Cuando logras regresar a la sobriedad en tu vida;
rápidamente comprendes que el peor enemigo eras tú mismo, adornado con muchos
de estos celebres ropajes: hipocresía, soberbia, orgullo, mentira, avaricia,
traición, envidia, lujuria, rencor, ira y la pereza; ésta última la madre de
todos los vicios.
Después
de éste primer paso aprenderás que lo principal es aceptarte tal como eres, con
virtudes y defectos; sin pretender construir un “modelo de conducta”, para ser
admitidos o aceptados por los demás o de hacer parte de algo más grande.
El camino es
esforzarte diariamente por ser auténticos y genuinos - sin preocuparte y
mucho menos importarte por lo que piensen los demás - para de ésta manera
evitar, ser manipulado, convertirte en marioneta o maniquí de lo que los otros
determinen ¿Qué es lo que más le conviene? a los demás.
EL ENEMIGO MORTAL
El
alcohol, como sustancia sicoactiva, afecta la personalidad y deforma la
realidad, el enfermo alcohólico se siente inteligente, influyente, galán, rico
y poderoso… Estas son las primeras manifestaciones de esa grave enfermedad.
Te obliga a actuar en la vida, siempre corriendo detrás
de los demás sin detenerte a pensar en ti mismo; la vida termina centrada en
una botella o alguna otra adicción, alejándose poco a poco de su familia y
seres queridos, los que finalmente terminarán abandonándote.
Ahora
si usted decide y reconoce que tiene un problema con la bebida, déjenos
asegurarle que ha tomado la más importante decisión de su vida, no lo piense
dos veces, busque ayuda inmediata.
No espere que se le cierren todas las puertas, solo queda
una única opción de recuperación y es acoger la mano tendida de Alcohólicos
Anónimos u otra institución especializada.
Solo le exigen un requisito y es que usted ACEPTE que
tiene un problema, y que debe superarlo, hágalo por usted, porque el
problema es solo suyo… de nadie más. Amanecerá y veremos.
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