sábado, 19 de septiembre de 2020

LOS DOCE PASOS DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS – EL PRIMERO

Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables”

En uno de esos encuentros, por la urgente necesidad del servicio, entablé una amable y respetuosa conversación con un conductor de taxi; de hecho lo hice percatándome que estaba bien informado, entonces abordé un tema obligado, en éstos tiempos de pandemia, sobre la realidad de la economía local; entonces le formulé la siguiente pregunta.

¿Cuál cree, usted, que sea la actividad que más mueve la economía de la ciudad? Seguramente guiado por la actividad que desarrolla a diario, sin dudarlo me respondió… La vida nocturna.

Resumiendo su experiencia, aclarando que es solo una pequeña parte del diagnóstico que nos podría llevar a establecer la vocación productiva de la ciudad.

LOS HÁBITOS Y LAS COSTUMBRES

Podemos concluir que, parte de los hábitos y costumbres de los Cartagüeños, es el disfrutar salir a comer en familia - al aire libre en parques, plazoletas y plazas públicas – utilizando la extensa oferta de restaurantes.

También la vida nocturna ofrece diversos sitios dedicados a la diversión y el esparcimiento para adultos… Como lo son: centros comerciales, cinemas, bares, tabernas, cantinas, discotecas, hoteles y moteles.

Lo anterior significa que alrededor del consumo de licor se mueve un importante sector de la economía local, que posiblemente – no disponemos de esas cifras – supera, en ingresos, parte del comercio formal y organizado. ¿Nos bebemos gran parte del salario?

EL NEGOCIO DE LA VENTA DE LICOR

Que va desde la compra, como dosis personal, en una tienda o estanquillo; la compra - en el remodelado parque Santuario de los Samanes -  de un inofensivo capuchino ¿Cuándo van a entregar esa obra, iniciada desde el año pasado? pasando, para los más refinados, por el gusto cotidiano de una copa de vino.

Hasta el consumo diario de “solo una cerveza”… y ya en la pirámide del “consumo social”…de uno, o más, litros de Whisky, vodka o tequila en un relajado fin de semana.

Mucho se ha escrito sobre la diferencia entre consumir licor “en modo social” hasta hacerlo de manera permanente y clandestina en el hogar; que visto desde los protocolos de cuidado personal, esa costumbre, se convierte en una peligrosa adicción, derivando con el tiempo en un grave problema de salud pública para la institucionalidad.

LA PANDEMIA DEL ALCOHOLISMO

Con enormes consecuencias económicas y sociales; y es el asunto que nos ocupa hoy, como es la pandemia del ALCOHOLISMO, de lo que algunos se avergüenzan, otros no lo reconocen y la mayoría lo ignoran, premeditadamente, por completo.

Hoy lo focalizaremos desde varios puntos de vista por parte del asiduo consumidor, tratándolo como una adicción, como un problema hereditario, como un trastorno de la personalidad o como una grave enfermedad entre otros factores.

Enfermedad que afecta de manera irremediable la salud, al punto que asiduos consumidores desde temprana edad, pierden la vida, en el mejor de los casos, en edad temprana – accidentes –  o en la edad dorada digna de disfrutar basada en el recogimiento que solo lo da el conocimiento y la experiencia.

LOS COSTOS SOCIALES

Las estadísticas, que manejan los interesados es este tema consideran que el Alcoholismo  se convirtió en un problema de Salud Pública y que le cuesta al Estado, billones de pesos, anualmente, en atenderlo (enfermedades catastróficas, accidentes de toda índole y riñas que derivan lesiones personales que muchas veces terminan en graves procesos penales.

Lo más preocupante es que el Gobierno Nacional, sigue ignorando el problema, nunca ha pensado en controlarlo y mucho menos prevenir el abuso del licor… solo se limitan a cumplir lo que exige la ley.

Solo se circunscriben, en cumplir los protocolos de regulación, incluyendo en las etiquetas, que nadie lee, “Es prohibido el consumo en menores de edad y su abuso es nocivo para la salud”.

Cuando en realidad lo que están haciendo es enviando mensajes subliminales para que inicien, en temprana edad, el consumo de licor.

EL RENTABLE NEGOCIO

La razón, es un multimillonario negocio que genera recursos no solo para el productor (legal y clandestino), sino para los intermediarios en la larga cadena de comercialización; y  así aún queda plata para los organismos encargados de su control.

En lo que también insiste el gobierno y los industriales que las producen - leer bebidas alcohólicas -  es el 100% del impuesto al consumo que va como destinación específica a cubrir programas de Salud Pública. ¿Será totalmente cierta esa afirmación?

LA TRAGEDIA HUMANA

Volviendo a la tragedia humana y abordándola como una enfermedad certificada por la Organización Mundial de la Salud.

El primer paso que se debe dar es tener la conciencia y consciencia en aceptar que como persona y comunidad - independiente de la raza, edad, sexo, educación, credo, estrato social y vocación política) - se tiene un grave problema de salud pública derivado del exceso en el consumo de alcohol.

Definitivamente sino se da ese primer paso, es como si al adulto mayor que observa en sus fluidos sangre, no obstante se niega aceptar que está enfermo y por miedo no lo comunica a su familia y mucho menos acude a la EPS, IPS o al médico de la familia. Lo que finalmente lo lleva directamente a una muerte segura.

LOS SIGNOS Y LOS SINTOMAS

Permitir recibir un consejo, apoyo o la ayuda de Alcohólicos Anónimos o una institución especializada; es admitir que en su soledad ha intentado no beber por una semana, sin lograrlo; es admitir que se molesta cuando seres queridos le aconsejan que abandone el licor.

Es reconocer que ha intentado cambiar de una clase de bebida por otra, para no emborracharse; es admitir el haber bebido alguna vez por la mañana en ayunas; es admitir que ya tiene problemas en su hogar, que lo aprendió de sus padres y que sus hijos lo están imitando.

Es aceptar que ha faltado al trabajo o al estudio, a causa de la bebida del fin de semana anterior; es entender que ha tenido lagunas mentales en medio de la última borrachera.

Es admitir que agredió verbal o físicamente a su esposa, hijos, familia o amigos… Es concluir que hubiera tenido más éxito (económico y social) en la vida sino le hubiera dedicado tanto tiempo y dinero al consumo de alcohol.

Esa negación tiene muchas explicaciones; primero: desde que empezamos a ser educados en la niñez, infancia, adolescencia y en la edad adulta, de alguna manera en nuestro subconsciente o inconsciente se nos “programó” para nunca admitir la derrota total; y que siempre deberíamos actuar como triunfadores.

Si bien es cierto esa programación, la resiliencia, a muchos le ha servido para triunfar y algunos otros para abusar, también se ha convertido, en todo lo contrario, una excusa para llamar, el enfermo, a la conmiseración.

LA COMUNIDAD DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS

Es aquí donde es necesario recordar que existen programas, entre otros, la comunidad de Alcohólicos Anónimos, AA, que invita al enfermo alcohólico (borrachín) a que se esfuerce y adopte otra perspectiva sobre su vida; aceptando la enfermedad que padece; lo que para muchos se ha convertido en una humillación permanente.

De hecho se le hace saber que todas las personas que le rodean (familiares, vecinos, amigos, conocidos) y sin mencionárselo, a sus espaldas reconocen que usted – sujeto de la enfermedad -  tiene un problema con el alcohol.

Que si algunos sufren por ello, generalmente la familia nuclear, otra buena parte celebra su tragedia y espera con paciencia su derrota personal final en cualquier uso de sustancias psicoactivas.

LA TÁN ESPERADA LIBERACIÓN

Liberación porque ya no espera con ansiedad que llegue el fin de semana, para compartir unos “traguitos” con los “mejores” amigos; liberación porque ya no necesita encontrar escusas para beber.

Liberación cuando con un nuevo día, en medio de un fin de semana, ya no despierta con miedos y angustias existenciales; liberación porque la familia de nuevo los mira con alegría y esperanza en los ojos.

Liberación porque ya disfruta del sabor de una buena mesa; liberación porque volvió a comprender que existe un ser superior (independientemente de cómo cada uno lo conciba) que solo derrama bendiciones y desea momentos de felicidad.

Cuando se regresa o se encuentra la libertad espiritual, comprendes que la mayoría de los seres humanos se la pasan buscando la aceptación de los demás… Siendo ésta la manera más absurda y torpe de enfrentar la vida.

Reconoces que dejaste de ser tu mismo, intentando parecerte a los demás; aparentando lo que en realidad no eres: “…río si tu ríes… lloro si tu lloras…” apariencias solo apariencias.

LA SOBRIEDAD

Cuando logras regresar a la sobriedad en tu vida; rápidamente comprendes que el peor enemigo eras tú mismo, adornado con muchos de estos celebres ropajes: hipocresía, soberbia, orgullo, mentira, avaricia, traición, envidia, lujuria, rencor, ira y la pereza; ésta última la madre de todos los vicios.

Después de éste primer paso aprenderás que lo principal es aceptarte tal como eres, con virtudes y defectos; sin pretender construir un “modelo de conducta”, para ser admitidos o aceptados por los demás o de hacer parte de algo más grande.

El camino es  esforzarte diariamente por ser auténticos y genuinos - sin preocuparte y mucho menos importarte por lo que piensen los demás - para de ésta manera evitar, ser manipulado, convertirte en marioneta o maniquí de lo que los otros determinen ¿Qué es lo que más le conviene? a los demás.

EL ENEMIGO MORTAL

El alcohol, como sustancia sicoactiva, afecta la personalidad y deforma la realidad, el enfermo alcohólico se siente inteligente, influyente, galán, rico y poderoso… Estas son las primeras manifestaciones de esa grave enfermedad.

Te obliga a actuar en la vida, siempre corriendo detrás de los demás sin detenerte a pensar en ti mismo; la vida termina centrada en una botella o alguna otra adicción, alejándose poco a poco de su familia y seres queridos, los que finalmente terminarán abandonándote.

Ahora si usted decide y reconoce que tiene un problema con la bebida, déjenos asegurarle que ha tomado la más importante decisión de su vida, no lo piense dos veces, busque ayuda inmediata.

No espere que se le cierren todas las puertas, solo queda una única opción de recuperación y es acoger la mano tendida de Alcohólicos Anónimos u otra institución especializada.

Solo le exigen un requisito y es que usted ACEPTE que tiene un problema, y que debe superarlo, hágalo por usted, porque el problema es solo suyo… de nadie más. Amanecerá y veremos.

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