CRISIS CARCELARIA – SEGUNDA PARTE

“Sólo los hombres libres pueden negociar; los presos no pueden firmar contratos. Su libertad y la mía no pueden separarse.”
NELSON MANDELA

Este artículo es un franco reconocimiento a usted, atento y respetado lector, que durante largo tiempo ha gustado, y sigue disfrutando, el armar rompecabezas.

La sobrepoblación carcelaria, como dato a nivel nacional, ronda el 47% es decir, en tiempo real, hay 38.001 Personas Privadas de la Libertad, PPL, en esa situación de hacinamiento; todos en un estado, lamentable, que atenta contra la dignidad humana.

De otro lado, las estadísticas indican que, del total de la población, que asciende a 118.917 PPl; el 29.2% corresponde a los “sindicados” que equivalen a 34.737 personas, que le significan al Estado, la bicoca de $452 mil millones de pesos anuales.

Queda entonces claro, lo costoso que le resulta al gobierno cada persona “no juzgada”, ya que su manutención asciende a $13 millones de pesos; o ¿Será que se convirtió, ese manejo, en un rentable negocio? Más adelante entenderá el porqué de esta pregunta.

HACINAMIENTO, DOMICILIARIA Y SINDICADOS

En la ciudad de Cartago en el Norte del Valle, el hacinamiento y los individuos que tienen - por tiempo, trabajo, estudio y conducta ejemplar - el beneficio de detención domiciliaria, en el EPMSC-Cartago, Las Mercedes, son como lo indica las dos siguientes tablas:

INTRAMUROS			DOMICILIARIA
Capacidad	428		En Domicilio	205
Población	555		Con Dispositivo	25
Sobrepoblación	127		Total	230
Hacinamiento	29.7%		Mujeres	39

Fuente. inpec, gov.co

Como podrá observar, la población privada de la libertad, PPL, disminuyó frente al último informe en 11 personas; pasando de un hacinamiento del 32.2% al 29.7%; sin embargo, la situación, lejos está de ser solucionada.

Volvamos a los cálculos, partamos del total de 555 PPL recluidos en Las Mercedes, y los que se encuentran sindicados – personas a las que no se les ha impuesto, tasado, una condena – que ascienden a 141; cuatro menos que el cálculo de hace ocho días, y que equivalen al 25% de la población, actual, en ese centro penitenciario.

De igual manera, las cifras indican que aumentaron en tres (3) en número de personas que, hoy, están bajo el beneficio de detención domiciliaria; subrayando que, el número de mujeres (39), no presentó cambios.

Las PPl con dispositivos electrónicos, de rastreo, que la justicia considera pueden representar una amenaza para la sociedad, tampoco sufrió cambios (25); de hecho, existe una población que no ha recibido ese beneficio por cuanto el INPEC, no dispone del recurso financiero, para adquirir ese tipo de tecnología.

Lo anterior confirma, el hecho, que el problema del Sistema Penitencio y Carcelario en el país obedece principalmente a la falta del recurso económico para su normal funcionamiento; es decir “No hay plata para, recibir y sostener, a tanta gente”.

DÉFICIT DE JUECES ESPECIALIZADOS

Derivado de lo anterior, podemos deducir, otra de las variables que más incide en el hacinamiento, es la falta de jueces especializados, para el reparto de los expedientes, necesarios para resolver los casos pendientes.

Apartándonos de presunciones, dogmas o juicios de valor, que no nos corresponde, por cuanto no somos expertos en la materia y mucho menos en la psicología o psiquiatría que estudia el campo de las diferentes expresiones sociópatas de la sociedad.

Desde el paradigma judicial, se presume, toda persona es inocente hasta que se le compruebe lo contrario; de hecho, para el asunto que nos ocupa hoy, se presentan  delitos, algunos menores - tomado de estadísticas a nivel nacional - como: inasistencia alimentaria, leer narco tetero y otros…, (13%) – hurto (15%), fabricación y tráfico de estupefacientes (13%), fabricación y porte de armas sin salvoconducto (13%) y extorsión (2%) como ejemplos para el caso que nos ocupa hoy.

Hoy intentaremos colocar el tema, sobre la mesa de discusión, sobre ese tipo de delitos que el juez “podría” considerar bajo los criterios con base en el: Qué, Cómo, Cuándo, Dónde y el porqué de la conducta punible; previa valoración, por el justo juez, para que decida que el sujeto, realmente, no representa un grave peligro para la sociedad y se le castigue con la detención domiciliaria.

“Los presos, con supervisión, irán a trabajar fuera de estos muros, realizando todo tipo de servicio público. Así aprenderán el valor de un día de trabajo honrado, y al mismo tiempo, servirán a la comunidad y con un gasto mínimo para el contribuyente.”

Como en estos casos se le observa alterado… Entonces, lo invito a conservar la calma, recuerde que solo le faltan 3 fichas para completar el diagnostico; insisto… la clave no está en el orden en que decida colocarlas, sino en la combinación de las mismas; solo la última le indicará si esa era posición correcta.

El propósito, hoy, no es discutir el decreto que reglamenta, por la amenaza del COVID-19, la excarcelación temporal de 4.000 PPL, según nuestro criterio, de lejos esa no es la solución de fondo, es solo un tímido paliativo.

“¿Cómo no si en Estados Unidos nos gastamos cuarenta mil dólares al año por cada preso, y ocho mil en educar a un alumno de primaria?”
JOHN GRISHAM

La solución, salta a la vista, el Gobierno Nacional debe apropiar en el Presupuesto General de la Nación, para el 2022, por lo menos una cifra cercana, a riesgo de equivocarnos, a los 50 billones de pesos para reestructurar y modernizar el Sistema Penitenciario y Carcelario.   

PROGRAMAS EDUCATIVOS Y DE EMPRENDIMIENTO

Apartándonos del deber ser; la propuesta, aparte de aumentar la infraestructura carcelaria, hecha por muchos analistas - en una primera fase - es el reacondicionamiento de esos centros de reclusión para ser destinados a la educación - los de mediana seguridad - y en una segunda fase, en programas de emprendimiento.

Regresando a las cifras, nos encontramos que: de los mal contados 119.000 internos, su nivel de escolaridad, es el siguiente: Básica Media: 69.611; Básica Primaria: 39.205; Analfabetos: 5.713 y con Educación Superior: 4.471; lo anterior podría significar mucho trabajo para docentes, sociólogos, antropólogos, psicólogos y psiquiatras entre otros.

Como todas las cartas están sobre la mesa, y al descubierto, la tensión aumenta - la pupila se dilata - no se confunda; y si requiere de un merecido descanso, pídalo o tómeselo; no olvide que el juego, entre el gato y el ratón, continua… y en lo que se puede tomar otros 25 años, tiempo estimado de la duración del juego. 

Quedó claro que el grave hacinamiento, es solo una variable, al Sistema Penitenciario y Carcelario, le sigue en importancia, resolver temas tan neurálgicos como: la alimentación, la salud, los programas de educación y de resocialización, el uso del tiempo libre y la modernización de la infraestructura carcelaria entre otros.

VOLVER A EL CALLEJERO

Por la forma como el INPEC contrata, con un operador externo, la alimentación - por simple lógica el privado busca su rentabilidad –si bien es cierto, ésta, ha mejorado ostensiblemente, frente a lo que sucedía hace 20 años; en la actualidad sigue siendo, en muchas ocasiones, de mala calidad.

Como la anterior situación no se puede resolver en el corto plazo, máxime ahora con la pandemia del COVID-19; se plantea, se estudie, autorizar el ingreso, los fines de semana, de alimentos preparados por la familia de la PPL, y más conocido en el argot carcelario como “El Callejero”.

El principal argumento para la restricción de esa modalidad de alimentación, es por el ingreso, al penal,  de artículos prohibidos, que puedan aumentar el riesgo de seguridad al interior de los patios…

Situación que se puede resolver incrementando el número de operativos al interior de los mismos… Dicho en otras palabras, se desarrolle “el desafío entre el gato y el ratón” … “A que te cojo ratón… a que no gato esculcon”.

Como siempre nos hace falta, un par de centavos para completar el peso… Solo nos resta, por hoy, reforzar la premisa que si bien es cierto la mayoría cometieron una falta, leve o grave, contra la sociedad; las, PPL, no han perdido la dignidad y deben de ser tratados, independiente del delito cometido, como seres humanos. Amanecerá y veremos.