sábado, 11 de abril de 2020

EL ALCALDE EN SUS 100 PRIMEROS DÍAS


En esta ocasión le tocó el turno, no tuvo que esperar mucho, al administrador público y abogado Víctor Alfonso Álvarez Mejía; tal vez por esa razón sus, actuales, adversarios le quieran empezar a pasar cuentas de cobro sin haberlas firmado.

Recordemos que otros candidatos a pesar de estar bien, o mejor, preparados les ha tocado hacer cola por largos períodos y siguen en la espera; a propósito, de su preparación, lo hace más solidario de los actos por acción u omisión que realice, la administración, durante su mandato.

Todos… Absolutamente todos, cuando logran la alcaldía y aún antes, saben con certeza en lo que se metieron y lo que le espera… Y con los personajes que le va tocar lidiar; ya que no disponen del musculo financiero, ni político, la mayoría son votos prestados, necesarios para hacerse elegir.

Hoy su prioridad, Uno A, es seguir atendiendo desde lo comunitario, la grave emergencia sanitaria que enfrenta la ciudad, derivado de la pandemia del COVID-19; y seguir monitoreando con mayor celo la utilización de esos recursos; aparte de tener muy presente el onceavo mandamiento “No dar papaya”.

Lo anterior significa que, a la crisis de la salud que se avecina, le sigue la fiscal y financiera, lo que hace imposible, realizar, la programada actualización catastral; por obvias razones, NO HAY LIQUIDEZ EN EL MERCADO.

Lo primero que va a cambiar, es el presupuesto de ingresos y de gastos; lo que le obligará cambiar el Plan de Desarrollo, Plan de Ordenamiento Territorial - buscando facilitar nuevas inversiones nacionales e internacionales – y por ende cambia el Plan Financiero y Marco Fiscal de Mediano Plazo.

De no hacerlo, sus asesores lo deben de tener claro, pondría en grave riesgo el ya deteriorado equilibrio financiero del ente territorial; con consecuencias administrativas, fiscales y penales desde los entes de vigilancia y control.  Ojo con eso.

Si bien es cierto el Alcalde Municipal enfrenta, como el Presidente Duque, la tormenta perfecta: desempleo, evasión y elusión de impuestos, presión y acoso político, disminución del ingreso de las familias - como consecuencia de la disminución de los giros del exterior – no todo son malas noticias.

Es muy probable que con los problemas de liquidez que va a enfrentar el país y la economía mundial; se avizora una recesión económica - muchos afirman, más grave, que la de los años 30 – entonces es el momento oportuno para acudir a la banca acreedora y de nuevo “refinanciar” la deuda que por 31.000 millones pesa sobre las finanzas del municipio desde hace 8 años y que prácticamente está intacta.

Lo anterior significa que el ciudadano del común deberá de aplazar el sueño de tener una Terminal de Transporte Terrestre de Pasajeros, infraestructura vial para conectarnos con el departamento y el país o de ambiciosos Programas de Vivienda.

Y en general de proyectos de importancia estratégica necesarios para lograr un verdadero crecimiento y desarrollo sostenible con responsabilidad social y ambiental.

Lo que hay que destacar es que son solo los primeros 100 días, más el COVID-19 que sigue asechando, de su administración; frente a los 1.361 días que le faltan de su mandato, hay tiempo de hacer importantes ajustes para cambiar el diagnóstico actual.

DESDE LO POLÍTICO

La primera señal inequívoca, que la luna de miel va a ser corta, y de la proximidad de tiempos de zozobra y duda razonable, fue la manera como quedó conformado el Honorable Concejo Municipal; aclarando que en ese tiempo no contaba con la pandemia del COVID-19 y en lo que se ha visto, el alcalde, muy ocupado en modo solidario desde mediados del mes de marzo.

Que, de paso, le ha servido a manera de teflón para atemperar los retos, las exigencias y limitaciones de esta administración que apenas está comenzando y en proceso de negociaciones con los otros actores.

Y aunque aparentemente, durante el primer periodo de sesiones, la mayoría de los concejales actuó como bancada; debajo de esas aguas mansas, se mueven soberbios intereses que intentan recuperar y/o afianzar la autoridad política en la ciudad.

Supuestos poderes locales que buscan, a todo coste, controlar al novato y joven alcalde, tema que fue abordado de manera sucinta en el artículo - El Concejo en sus 100 primeros días - de hace ocho días.

DESDE LO ADMINISTRATIVO

En su primera actuación de importancia, y que hoy le quita el sueño profundo y reparador; fue el nombramiento del Gabinete Municipal; donde es notoria, la línea continua de la administración anterior; ya que secretarías como: Educación, Tesorería, Aeropuerto y tal parece la Secretaría General por mencionar solo la burocracia más distintiva; es decir sin contar con los funcionarios públicos, no de dirección, sino de apoyo y manejo en otras secretarias, sugieren ese hecho y situación.

Tal parece es poca, o ninguna, la movilidad que le queda, al alcalde, cuando entrega la Secretaría de Hacienda, Salud, Incavi y Deporte a profesionales y servidores públicos; hoy, muy cercanos – de hecho, en el pasado hicieron parte de la estructura política del polémico político Germán Gonzalez Osorio; y si a algunos no los controla como quisiera, si tiene un marcado influjo sobre ellos.

De, González, sus adversarios, que no son pocos; aseguran que, en su actuar, manifiesta un insaciable apetito voraz por todo lo que tenga que ver con la administración de la cosa pública; al punto que no son escasos los roces y desencuentros con el actual burgomaestre. Tal parece, al alcalde le tocó bailar con la más fea.

Y como si lo anterior fuera poco, el siguiente mal paso, lo dio cuando invitó a todos sus anteriores contendientes, para hacer parte de la cuota burocrática en su gobierno; en un municipio que podría funcionar con 180 servidores públicos, de hecho, desconocemos la cifra real actual.

Lo sorprendente del asunto, es que no tuvo en la cuenta, que, en la última reorganización administrativa, finalizando la anterior administración, se atornilló en sus puestos - cargos en provisionalidad - situación que ocurre cada cuatro años, a personas de confianza, manejo y de comprobada lealtad.

Lo anterior significa, que no hay cama para tanta gente, máxime cuando se escucha en los pasillos, corredores y esquinas de la alcaldía, que están a la espera de posesionarse 120 profesionales, en diferentes áreas, que ganaron el “Concurso de Méritos del Departamento Administrativo de la Función Pública” necesario para ingresar a la carrera administrativa.

Es evidente el enorme lío, por presumir de lo que carece, desde la parte administrativa; ya que también firmó un acta de compromiso con la Gobernación del Valle de Cauca, donde se compromete en adelantar una reforma administrativa; tendiente a ajustarse a la regla fiscal que plantea el Gobierno Nacional.

Que pretende, disminuir los gastos de funcionamiento, para hacer viable fiscalmente al municipio; que, para bien, hoy ocupa en el escalafón nacional, como municipio de tercera categoría, y que obtuvo durante la administración anterior; y ante el Departamento Nacional de Planeación, DNP.

Y aquí permítanme hacer un breve paréntesis, en el sentido que tal parece, al actual alcalde de los Cartagüeños; le pasa lo mismo que al Presidente Duque, o quien haga sus veces, en el sentido que tal parece, y guardando las enormes diferencias; tiene una alcaldesa, al lado, que tiene las bolas bien puestas que el mismo mandatario de los colombianos.

Regresando al asunto que nos ocupa hoy; pretender “gobernar con todos” situación que a todas luces es imposible – de hecho, los anteriores mandatarios al comenzar, hacían su purga y hasta sus más “fieles” colaboradores quedaban colgados de la brocha – esa actitud afectuosa, es lo que lo hace ver débil, falto de carácter y decisión.

DESDE LO ECONÓMICO

Otro asunto que debió haber valorado, y que conocía de antemano, fue la situación fiscal y financiera del ente territorial, para nadie es un secreto que, en este cuatrienio, debe de cancelar el crédito, ya refinanciado en dos ocasiones, por valor de 31.000 millones de pesos.

Crisis fiscal que han tenido que enfrentar todos los anteriores alcaldes desde la vigencia fiscal de 2012; lo que les implicó el no poder adelantar proyectos de inversión de importancia estratégica; ya que los recursos propios, vía impuestos, se direccionaron, en su mayoría, para cancelar: los intereses de la deuda, las cuentas por pagar y reservas presupuestales de las vigencias anteriores.

La poca inversión del pasado, la famosa revolución de las pequeñas cosas, se debió a las transferencias que el municipio recibió de la Nación y del Departamento; aparte de los recursos del Sistema General de Participaciones y de las Regalías vía hidrocarburos.

En la última reunión que sostuvieron los alcaldes del Norte del Valle, con una comisión de la Gobernadora, la queja del gobernante local, fue los escasos 4.500 millones de pesos que le destinaron al municipio. La pregunta es ¿De ese presupuesto asignado cuánto se habrá ya comprometido?

La crisis generalizada que enfrenta el país y el mundo globalizado, hará que las proyecciones en el crecimiento del PIB cambien drásticamente; lo que significará que los recursos destinados a los municipios para el funcionamiento y la inversión se vean dramáticamente disminuidos.

Lo anterior significa que de la cifra antes mencionada por parte de la Gobernación del Valle del Cauca, para el municipio, finalmente llegarían por valor de 2.250 millones de pesos aproximadamente; y como no podemos acceder a nuevos créditos, derivado de la deuda vigente, solo queda el recurso de la austeridad en el gasto público. Amanecerá y veremos.  


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