Aunque en casi todos los
temas acertó…Muy pocos recuerdan ese discurso de posesión, y en la apertura de
ese primer consejo de gobierno (CG); donde la principal preocupación, para ese
entonces, del alcalde municipal, el abogado y escritor, Carlos Andrés Londoño
Zabala era la delicada situación del manejo de la salud en la ciudad de Cartago
en el Norte del Valle.
Sin mencionarlas, todas,
alude a toda la red pública municipal de salud como: el Hospital Departamental (Aparentemente
en proceso de liquidación y remodelación), la IPS, la secretaria de salud
municipal (SSM) y las diferentes Entidades Promotoras de Salud (EPS) que
obtienen recursos - de doble vía - tanto del régimen contributivo (incluye los
privados e independientes) como el subsidiado. Ahí está el negocio redondo y desde hace unos
años camino de convertirse en el monopolio rentístico de unos pocos.
Aclarando que en ausencia de
un plan decenal por parte de la SSM poco o nada puede hacer para evitarlo,
mucho menos el diseño de políticas públicas al respecto; conclusión mucho
trabajo le espera a la nueva secretaria la psicóloga, especialista en
administración de la salud Gloria Syrley Salazar García.
Continuando con el asunto
que nos ocupa hoy… Citando, el alcalde, como caso puntual en ese CG la amenaza
epidemiológica que giraba y que casi un mes después se cierne, tal parece con
mayor intensidad, sobre los comprobados brotes del virus de sika, dengue y el
Chikungunya; resaltando que el colapso no obedece a la atención sobre dichos casos, el problema es
estructural y en la prestación del servicio de urgencias de salud.
Hoy tenemos claro cuales son
los síntomas que deben disparar las alarmas que entre otros son: Hemorragias
(nasales, al lavarse los dientes, orinar o defecar), dolor abdominal lado
derecho (estaría comprometido el Hígado) y finalmente náuseas y vomito
persistente.
Aunque los primeros síntomas
son fiebre leve y erupciones en la piel; en todos los casos es recomendable
acudir inmediatamente al médico, un
centro de salud cercano o una farmacia de su confianza que seguro orientarán en
el protocolo a seguir para estos sucesos, nunca se auto-medique.
Hoy no importa si como,
gobernante local, conocedor a grandes rasgos del tema es genuino su interés por
este grave problema de atención a la salud en la ciudad.
O porque, para su infortunio, padeció en carne propia y en el punto más
crítico de su campaña los síntomas y las consecuencias de esa grave enfermedad
que es trasmitida por la picadura del ya célebre mosquito “Aedes aegypti”.
A propósito ¿Para cuándo
están programadas las jornadas de fumigación, dándole prioridad, a los sectores
más vulnerables?
Donde tal parece los métodos
más eficaces para prevenir el contagio son dos: primero, usar repelente para zancudos
y mosquitos ¿Cuántas unidades familiares tienen acceso a este, para muchos,
bien suntuario? Y segundo, dormir con toldillo en medio de este sofocante
verano que según cálculos, sin piedad, va hasta el mes de marzo.
El tema de fondo es la inexistencia de un medicamento específico para su cura, solo el suministro de medicinas para
tratar los síntomas: aliviar la fiebre, los dolores y el malestar general que
terminan solo siendo paliativos; con repercusiones, no estimadas, en esas
economías familiares, siendo en el mejor de los casos causal de incapacidades
laborales o perdidas del empleo, ¿Que sucede con la población económicamente
activa, desempleada y los adultos mayores?. Pierden por partida doble y no solo
la salud.
Focalicemos el problema ¿Qué
acciones emprender? Frente a esa población entre los cero (0) y los diecisiete
(17) años; que según datos de la Secretaria de Educación Municipal para el 2014
esa población asciende a 36.035 personas: de las cuales 17.712 son mujeres
(49%) y 18.323 son hombres (51%) de ese análisis como dimensión poblacional y que hacen parte del programa niñez, infancia
y adolescencia; sin contar con los 20.988 adultos mayores, donde el 57% son
mujeres.
El primer síntoma del
colapso en el área de urgencias de los centros de asistencia médica en la
ciudad (tomo la muestra de la clínica Comfandi) que pese a haber estado bien
atendido, el paciente menor de edad, y dentro de los quince minutos siguientes a la
llegada a dicho centro medico, este no pudo ser valorado,
en la sede principal del centro, por el médico general.
Ya que todas las
agendas estaban comprometidas durante las 24 horas siguientes; lo anterior
podría significar que en caso extremo y por descuido o negligencia, de la
familia o el personal médico, algún paciente puede hacer crisis y fallecer.
La principal recomendación
de la médica, en el área de urgencias, para el caso que hoy nos ocupa y para su
provecho es suministrar, al paciente, abundante líquido como agua potable y
jugos naturales principalmente; excluyendo las bebidas gaseosas y afines.
Acto seguido ordena una
consulta prioritaria, siendo valorado el
menor casi 18 horas después de la primera solicitud de atención por urgencias. El
asunto a resaltar, el sobrecupo para la atención en esta clínica y en la sede, en parte se
debe por la disminución de la oferta del servicio de urgencias - cierre del hospital - así, las cosas, todas las
consultas se convirtieron de orden prioritario.
Lo anterior significa una
alta demanda, imposible de atender oportunamente, de este tipo de sucesos en urgencias,
sin el análisis sobre la respuesta de la clínica para casos programados de
cirugías y otros menesteres sin ser el tema de hoy, si incluye accidentes personales de toda
índole, controles médicos y casos de enfermedades virales no especificadas.
A riesgo de no equivocarme,
lo anterior puede significar que el servicio de urgencias en la ciudad está
colapsado y no por el caso del sika, dengue o chikungunya; lo anterior ocurre desde
que el Hospital Departamental fue declarado en quiebra financiera y en caos administrativo
desde hace más de tres (3) años.
De acuerdo a las últimas
decisiones, hoy pareciera que es más rentable ¿Para quién? mantener el hospital
en estado de coma y a punta de paliativos, que desconectarlo (liquidarlo) y
expedirle el certificado de defunción.
Bajo el supuesto que todo lo
anterior - esas decisiones - se debe a la iniciativa e ingenuidad de algunos que - “boletiando” (sic) altos funcionarios públicos y denunciando que el anterior gobernador actuó
con negligencia - se opusieron al cierre del hospital; hoy celebran, como el sueño de los justos, el retoque
de la última piedra que sostiene esa institución, la que hace mucho tiempo dejó
de ser patrimonio de los cartagüeños.
La pregunta que surge hoy es
¿Será acertado el plan de contingencia elaborado por los asesores de la
gobernadora, la medica, Dilian Francisca Toro Torres para “salvar” este
hospital? Hoy vuelvo y lo repito en proceso de remodelación.
Sin perder de vista que continúa
el proceso de liquidación el antiguo Hospital Sagrado Corazón de Jesús? O será
que dentro de cuatro (4) años seguirá en las mismas o peores condiciones; quedando como
única esperanza… Que todo, para bien, pueda suceder; y al mejor estilo como en el
país del Sagrado Corazón de Jesús.
Que para nuestro caso particular, y desde el departamento...Hace mucho rato que en vos no confió. ¿Por qué ahora sí?
Que para nuestro caso particular, y desde el departamento...Hace mucho rato que en vos no confió. ¿Por qué ahora sí?
Para este caso puntual,
usted atento y respetado lector, tiene muy claro que más allá que le estén
invirtiendo recursos para la remodelación - plata enterrada que soporta
cualquier auditoria interna - la clave está en que una vez estén abiertas la
puertas el próximo 1 de febrero de 2016; se garantice la prestación de los servicios
integrales de salud a la población pobre no asegurada, según el portafolio de
servicios y en el grado de complejidad que este hospital logre alcanzar o
recuperar. ¿Esa plática se perdió? No lo creemos… Esperando así sea.
Dicho en otras palabras, e independiente del
agudo tema salarial y prestacional y dependiendo de cómo va a funcionar el
nuevo modelo de facturación, ojo con eso; el remodelado Hospital Departamental
en proceso de liquidación - eso es lo esperado para darle solución al
problema de fondo - debe contar con el personal médico y
paramédico necesario para que funcione las 24 horas, y la logística y los
implementos requeridos para garantizar su normal funcionamiento; de lo contrario, lo que se está
haciendo es solo perfumar un "panecillo"… Amanecerá y veremos.
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