sábado, 4 de octubre de 2014

TEMA DE CIUDAD – TERMINAL DE TRANSPORTE TERRESTRE

Frente a la enorme encrucijada en la que se encuentra la ciudad de Cartago en el Norte del Valle; los dejados consejos nos sugieren que lo esencial es exigir, a los disímiles candidatos para la próxima Alcaldía, haber cultivado por largos años por lo menos 3 hábitos: ser responsables, practicar un liderazgo proactivo sin caer en la egolatría y ser coherentes en la administración personal.

Este último hábito, que rápidamente se convierte en costumbre, no es otra cosa que saber priorizar, con base en el conocimiento de los grandes temas de ciudad, lo importante sobre lo urgente.

Es urgente entonces trasladar la actual Plaza de Mercado ubicada a escasos metros del emblemático Parque de Bolívar; prerrequisito para dinamizar el centro comercial, financiero, hotelero, religioso y cultural que resume lo histórico de la ciudad.

La iniciativa permitirá identificar, aparte de la necesidad avanzar hacia el diseño de un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de cuarta generación, la vocación productiva de la ciudad - aunque algunos la tienen muy clara -; y con toda seguridad todas esas actividades antes mencionadas deben ser incluidas para que hagan parte de esa visión.

Materializadas  en programas y proyectos - realizables - consignados, y no solo para cumplir un requisito legal, en los distintos Programas de Gobierno (PG) además de estar disponibles al examen público.

Menciono lo anterior por cuanto observamos con complacencia que la opinión pública - en la calle y las redes sociales - antes de juzgar candidatos ya exige primero conocer los PG.

Indicio inconfundible de estar avanzando, el ciudadano del común, hacia la madurez política - celebramos con entusiasmo esa iniciativa -; que no es otra cosa que estar asumiendo un rol diferente a la critica despiadada, la burla, la injuria y la calumnia; que solo expresan pobreza intelectual en cabeza de sus autores materiales y bajeza en los autores doctos.

Es importante entonces no abandonar el ya antiguo proyecto de construir un liviano Terminal de Transporte Terrestre de Pasajeros (TTTP) acorde a las necesidades del municipio y la región; que deberá estar sujeto en rigor a un marco jurídico - alianza público privada - que deberá reglamentar su funcionalidad y auto sostenibilidad. Y lejos de convertirse en fortín burocrático.

Decisivo para impulsar el desarrollo urbanístico equilibrado y la proyección en el ordenamiento de la ciudad. En especial en lo relacionado con la infraestructura vial y la movilidad.

Entendiendo éste último tema como el que más afecta - por la ansiedad y estrés -  la salud mental tanto al peatón como al conductor como consecuencia del enorme caos diario, sin solución aparente a la vista, en el centro de la ciudad.

Problemas recurrentes originados  principalmente por la demora en la aprobación de corredores viales – para el sistema de transporte público y vehículos pesados - aunada la carencia de un moderno sistema de semaforización y reposición de la malla vial.

Sin olvidar los principales responsables, basados en lo cultural y en las competencias, que en su orden son: la estrechez mental para observar - cada uno de nosotros - una correcta cultura ciudadana, Planeación Municipal, el Instituto de Transito y Transporte y la Secretaría de Gobierno.

El multimencionado TTTP  hace parte de los grandes desafíos que tiene que enfrentar la siguiente administración; e igual compromiso y responsabilidad debe tener ese gremio de nuestro municipio y ojalá del norte del valle para alcanzar su construcción.

No cabe duda que la asociación de los transportadores locales es el ente llamado a liderar este tipo proyecto; entonces hay que asumir, con visión futurista, el reto de crear y articular tres (3) tipos de redes internas: Red férrea (ferrocarril del pacifico), red fluvial (rio cauca) y red de carreteras y avenidas que para nuestro caso son (avenida del Río, de Santa Ana y avenida Flor de Damas).

El gran reto es articularlo con las cadenas de transporte alrededor del Aeropuerto Internacional de Santa Ana  y/o la futura zona franca o parque logístico; mejorando  la conectividad de la región y fomentando políticas de desarrollo territorial subregional.

Para finalizar recordemos un poco la historia del Terminal, la que empezó a cristalizarse por allá en el año 2005  cuando se compró el predio, tiempo en que empezaron los problemas; en especial por su ubicación que era, y es, contraria a la lógica del desplazamiento de los futuros usuarios de la misma, ya que estudios han demostrado que en su mayoría son trabajadores y/o estudiantes que viajan a diario a la vecina Capital del Risaralda.

Lo anterior nuevamente nos lleva a pensar en la también vieja posibilidad de construirlo en esa zona donde históricamente se ha conocido, aledaña a la hoy casi que recuperada, como Estación de Ferrocarril y que tal parece – de darse la iniciativa - dinamizara la economía de mercado en las comunas 1 y 2.

Con ese nuevo uso del suelo, se terminaría de recuperar socialmente el parque Jorge Eliecer Gaitán y así mismo se avanzaría como zona de inclusión el sector de Bellavista tan duramente golpeado por los diferentes fenómenos sociales.

Buscándole una solución desde esa fecha, el pasado 31 de julio de 2013 vencieron las facultades otorgadas por el Honorable Concejo Municipal mediante acuerdo No. 019 de julio de 2012, “por medio del cual se autoriza al Alcalde que en representación del Municipio de Cartago, Valle del Cauca, realice las actividades necesarias para la disolución y liquidación de la Sociedad Terminal de Transporte Terrestre de Pasajeros de Cartago S.A.” por falta de decisiones… ¿Qué pasó con el control político?

Lo que nos lleva a concluir, con el riesgo de equivocarnos, nunca se creó una comisión para el seguimiento y la ejecución de lo allí aprobado, tampoco se presentaron informes sobre el avance del plan de acción a seguir y se desconoce si se tiene previsto vender el lote y a qué precio el metro cuadrado.

Continuando con la historia y partiendo de la única información disponible al 31 de diciembre del 2011; dicha sociedad posee un patrimonio que asciende a $488 millones representados en el lote, y a la fecha de hoy, se estima podría tener un valor comercial cercano a los $2.500 millones de pesos; frente a un pasivo, para esa fecha acumulado de $445 millones (representado en gastos de funcionamiento: nominas más gastos generales entre otras arandelas); cifra hoy cercana a los $500 millones de pesos.

Recordemos también  que el predio rural en ese entonces medía 31.000 mtrs cuadrados, menos los 8.000 vendidos a INCO – Instituto Nacional de Concesiones -  para la construcción de la doble calzada; quedan a la fecha 23.000 metros cuadrados -  los que están clasificados en el P.O.T. como terrenos en expansión urbana.

En todos los casos las 1.314 acciones del Municipio de Cartago en esa sociedad valoradas, para esa fecha, en $657 millones expresadas en ese lote de terreno están inmersas en un limbo jurídico donde “la cuña que más aprieta, es la del mismo palo”.


Por ahora debemos de realizar el ejercicio mental de hacer “borrón y cuenta nueva”; lo importante de toda esta macondiana historia es que si, a futuro,  existe la voluntad política; la próxima administración con toda seguridad deberá, por fin, entregar – tal vez bajo la figura de una alianza publico privada APP- un terminal de transporte liviano y amigable con el medio ambiente. Amanecerá y veremos.

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