sábado, 23 de agosto de 2014

TEMA DE CIUDAD – LA INTERVENCIÓN DE EMCARTAGO II

Nunca está de más, y mucho menos para empezar, que el ciudadano del común en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle le dé, distintamente, el respaldo al nuevo agente especial  de Emcartago el ingeniero electricista Néstor Ricardo Aragón García.

Debemos creer, e independiente de la reciente y patética forma de atacar con morbo su hoja de vida, existió un estudio previo por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios que permitió su posesión; aparte del encargo que el mismo Presidente de la República en el sentido que su misión era recuperarla para devolverla como, lo que es, patrimonio de los cartagüeños.

Seguramente obedeció, su nombramiento, ha muchas razones; entre otras, su amplia experiencia en el sector eléctrico - periodistas locales ya lo han mencionado - y en empresas con idéntica orientación como la nuestra y en sus unidades de negocio, las que aún le quedan, para nuestro caso como: energía, acueducto y alcantarillado, es decir con experiencia en el sector del  servicio público y privado. ¿Ventaja o desventaja para la ciudad?

Basados en sus primeras declaraciones, nuevamente quedó claro, que uno de los costos variables que más demanda liquidez para Emcartago es la forma como accede a la compra de energía - en bloque o en bolsa – y que por supuesto afecta, por lo costosa, la estructura financiera y su auto-sostenibilidad por lo menos en el mediano plazo 10 años.

Tiene claro que por ahora es imposible determinar si con la actual capacidad instalada, como comercializadora de energía, soportaría una demanda futura del servicio en una frontera de 10 años.

Ahora entendemos que derivado del desafortunado manejo financiero y comercial, durante las últimas administraciones, Emcartago en la actualidad no está en las condiciones administrativas y técnicas para determinar - en su nicho de mercado - la demanda total y actual por el servicio y el consumo en sus unidades de negocios y en los sectores residencial, industrial, comercial y oficial; solo dispone de una cifra tímida que casi el 50% de los actuales usuarios no facturan o no tiene medidores; mucho menos estimar una potencial demanda futura digamos en 10 años.

Solo sospecha, es decir sin disponer de cifras exactas, las pérdidas en distribución y transmisión en las redes de energía, acueducto y alcantarillado, derivado de este último, y haciendo hincapié en ello, en algunos sectores de la ciudad se están presentando hundimientos en las vías y zonas públicas.

Al no poder cuantificar la relación costo beneficio en cada una de esas tres unidades de negocio acuden a los ingresos por la facturación del servicio de alcantarilladlo que termina “subsidiando” el mal funcionamiento, fugas y perdidas, en las otras dos - para de esta manera evitar la iliquidez de la operación en el inmediato plazo.

Como finalmente esos ingresos, no son suficientes, el problema se traduce y se resuelve temporalmente mediante alzas “moderadas” - evitando generar pánico - en las tarifas, hecho que se comprueba revisando el comportamiento de estas durante los últimos cinco años e incrementos supuestamente en mas del 100% frente al registro histórico, contrario a lo manejado en la formula; lo que obliga a pensar en una errónea o amañada, a favor de la empresa, lectura en el terrero.

Afectando de manera directa al usuario, en especial el residencial en los estratos 1, 2 y 3 que ven con angustia e impotencia las alzas y la forma como deben de desplazar el consumo de otros bienes o servicios también de primera necesidad –alimentación, educación, salud y vivienda entre otros -  para poder atender la factura de servicios públicos.

Estamos hablando del 50% de los usuarios que tiene el servicio, el medidor y le facturan… ¿y el otro porcentaje qué? Sin mencionar el tema del manejo de los supuestos subsidios y subsidios cruzados a los estratos mencionados, contemplado en la ley 142 de 1994.

Con solo este enfoque es prácticamente imposible que la empresa, como algunos especulan, intente recuperar el manejo del servicio aseo y el alumbrado público en especial por la aparente deuda que Emcartago tiene con esos operadores privados.

 Y es que desde lo teórico, de darse esa remota posibilidad  serviría de base para consolidar una empresa solida que lograra competir con otras que ya venden energía en la ciudad, en especial a los grandes consumidores. Pero entonces es mejor…”No hablar más de la soga en la casa del ahorcado”.      

Es una realidad que la mayoría de los interesados en el tema, sospechan o conocen pero que taimadamente ignoran. Faltan entonces las cifras oficiales de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios para finalmente entender que es lo que va a pasar con la otrora “Joya de la Corona”.

Lo más seguro es que, Aragón, se haya informado de las recomendaciones del abogado Jaime Alberto Mendieta Pineda - como interventor externo -, seguramente le dará mucho peso en el análisis, y en un nuevo diagnostico determinará el tipo de reingeniería que se le debe de hacer, a las tres unidades de negocios, sin perder de vista la facturación y el seguimiento al comportamiento de los flujos de caja - recaudo - históricos y los actuales que dos veces en el mes - por aquello de los ciclos de facturación - le entran a la empresa.

Reconocemos quedó un tufillo de duda, tal parece, en su última rueda de prensa dejó entrever la - aunque lejana - posible escisión de alguno de los tres (3) componentes; lo que según nuestro criterio, y desconociendo la gravedad del problema integral de la entidad; si bien es cierto, presumimos, lejos estaría de suceder lo mismo de lo que hoy acontece con el 35% de las acciones de Teléfonos de Cartago S.A. E.S.P.; la debilitarla - a Emcartago - y con toda seguridad en el largo plazo tener que buscar una nueva privatización.

Situación que significaría, como municipio, seguir perdiendo en ese otro tipo de categoría - sin grandes empresas públicas - aumentando la desigualdad social por el encarecimiento del servicio privatizado. Lo anterior no deja de ser solo una alerta temprana.

También manifestó “y a riesgo de equivocarse” que la intervención podría durar aproximadamente solo 4 años; no entendemos si esa cifra salió del primer informe preliminar enviado a la Superservicios - lo dudamos -, o lo hizo para aclimatar el ambiente tenso en la cosa publica; frente a tal declaración opinamos que se apresuró en determinar el tiempo de transición, expliquemos el por qué.

Presumimos que las siguientes cifras no hacen parte del primer borrador del diagnostico antes mencionado; cuando Aragón García se aventura a proyectar un cifra cercana a los $50.000 millones de pesos como costo aproximado para atender la necesaria modernización  de la infraestructura de acueducto y alcantarillado, cifra difícil de asimilar en una estructura financiera imposible para el municipio y lentamente ejecutable como apalancamiento por parte de la Superservicios, bajo esta premisa es difícil que dicha entidad “devuelva” sin tener un retorno asegurado en la inversión en menos de 5 años. Y sencillamente se olvide de semejante desembolso realizado; sin olvidar el costo de modernización y ampliación del actual sistema eléctrico y que tal parece no contempló en la pasada socialización y con menos de una semana de posesionado.

Para que usted atento y respetado lector juzgue donde queremos llegar como opinión publica, un dato le puede servir como punto de referencia y son los 13 años que duró la intervención de EMCALI.

También hay que reconocer el trabajo realizado por Mendieta dada su especialidad y en esa corta - menos  de un año - primera fase de intervención administrativa, ya que el análisis se centró en la contratación, que se veía reflejada en una nomina sobredimensionada y que para nadie era un secreto incidía en el desequilibrio financiero - gastos de funcionamiento y administración – que tal parece, hoy día, ya no se presenta en Emcartago.

Finalmente el futuro de Emcartago está en manos de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios la encargada de ponerla nuevamente a funcionar como una empresa eficiente y eficaz; con una verdadera vocación social y medioambiental - recordemos el tema pendiente sobre la Escombrera Municipal - lo que podría tardar más de 5 años… entonces ¿Importa el tiempo, en esperar, para ser devuelta en su totalidad al municipio para su manejo? O ¿importará más el apetito burocrático?


Nos tendremos que acostumbrar, de lo que queda, a la privatización de su principal servicio; o por el contrario nos dedicamos a engordar la gallina de los huevos de oro; sin pensar, posteriormente, sacarla a la plaza de mercado. Amanecerá y veremos.

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