Junto al sosiego que tuve
desde temprana edad, muchas veces escuché la frase lapidaria, “Cuando el rio
suena… piedras lleva”.
Una expresión que nos hace
recordar la gran riqueza de nuestra, indoamericana, sabiduría ancestral; y que a
mi juicio, no significa otra cosa diferente a la de invitar - en la
cotidianidad - a la reflexión, prudencia y coherencia que siempre se debe de
tener; cuando se juzga, se expresa o se realiza alguna tarea en manos de
terceras personas y por lo sencilla que ésta aparentemente sea; donde generalmente
nos equivocamos.
Ahora empecemos con el
final; observando en el contexto nacional los recientes escándalos - elaborados
o no - y al mejor estilo maquiavélico, que se han convertido en una poderosa
herramienta mediática, para bien o para mal, intentando mantener vigentes o buscando
desenmascarar y/o derrotar figuras públicas.
Nunca dudando; del método
investigativo, máxime cuando está acompañado del uso de precisos códigos escritos
o no, importa hoy el caso, y siempre utilizados desde las pasadas contiendas
electorales y en todos los asuntos de la democracia – los narco casetes de
Andresito - que solo intenta, como parte de toda una elaborada estrategia,
obtener el respaldo del sufragio o en otros casos el desprestigio intelectual y
moral de un potencial adversario.
Máxime cuando la diferencia
entre mantenerse vigente o dejarse derrotar u opacar, depende de la
inteligencia emocional, racional y electrónica necesaria para adelantarse al contendiente
en sus próximos movimientos.
Ahora y siempre, la exposición
mediática - a través de los comprobados hechos, las declaraciones, el rumor y
la calumnia - ha servido para que algunos
políticos en declive o estigmatizados, a nivel nacional y local, intenten obtener
votos para “comercializar” con una y otra campaña.
No podemos negar el
elaborado marketing político, en las dos principales campañas; siendo necesario
aguzar los sentidos frente a los últimos acontecimientos; revisando una y otra
vez; el tono y la actitud, cuando se pronunciaron: el Abogado Álvaro Uribe Vélez y el Economista
Juan Manuel Santos Calderón, sobre el “escándalo de las chuzadas” dirigida a los
diferentes protagonistas de la vida pública - se presume que toda la acción de
inteligencia incluye al propio Jefe de Estado hasta el mensajero de una
microempresa - pero en especial, en el caso que hoy nos ocupa, a los
representantes del Gobierno, que participan, en la mesa de negociaciones en la
Habana - Cuba.
Una sospecha que no podemos
dejar pasar; las guerrillas, seguramente, también se dedican al mismo oficio y
con la misma tecnología; entonces quedó insinuado el enorme esfuerzo, de Uribe
y Santos, por ocultar su tribulación frente al “destape” de esas actividades desarrolladas
por “fuera” de la ley.
En esta ocasión hay que tratarlos
como inocentes, quedando un tufillo de duda sobre su participación; como lejanos
co-autores intelectuales, en todo caso favorecidos; y por increíble que parezca
sin afectar para nada el Proceso de Paz, pero alertando a los protagonistas.
Luego pasará este asunto al
extenso registro histórico y tal vez, - dentro de 30 años, cuando se publiquen
los informes de inteligencia - será, la verdad, por fin revelada a nuestros
biznietos y por otra “vía” diferente a la justicia que ahora investiga.
Sana conclusión; tal parece,
uno y otro, no conocían de los hechos, pero indirectamente se benefician de
ellos; que el primero manifieste ser más temerario, es otra cosa bien diferente.
Así mismo y para el primero,
la duda que pende sobre su cabeza, no es tan moderada, y surge por los
recurrentes y concurrentes escándalos del pasado - “Crea fama y échate a
dormir” - las chuzadas del Das, el supuesto espionaje a los miembros del
Congreso y la Corte Suprema de Justica; sobre lo que, ésta última, deberá de
pronunciarse para bien de la Patria. Ese asunto no da más espera.
No olvidemos que por ahora
mantenemos ese beneficio de la duda para los dos – y para el bien del Proceso
de Paz - y tal vez no en tan justa medida, excusarlos; entonces declaremos un “empate
técnico” desde lo político, y perdiendo credibilidad, para este caso, las Fuerzas
Armadas por negligencia y/o incompetencia en la larga cadena de mando.
Tiempo tendrán para
excusarse. Derivado de lo anterior y en estrecha relación con la actual campaña
por la Presidencia de la República, según nuestro criterio, quedaría entonces
despejado el camino, para que el Jefe de Estado escoja como su formula para la
vicepresidencia - seguramente entregándole como principal encargo el monitoreo
del posconflcto - al General (R) de la Policía Nacional Oscar Adolfo Naranjo Trujillo, experto
inteligencia y contrainteligencia, premiado y reconocido por su labor, en ese
tema, a nivel mundial.
Otro ángulo del tema de hoy;
y si bien es cierto, su nominación obedece al reproche por no haber recibido,
las bases conservadoras, ni un micrón de los auxilios parlamentarios; hoy, aparentemente,
es también la gran perjudicada, como candidata presidencial por el Partido
Conservador, es la abogada Martha Lucia Ramírez Blanco; pero en parte… no es
así, más por su cercanía ideológica con su antiguo jefe, al punto que el
expresidente la tenía dentro de la baraja de candidatos para reemplazar al
economista Oscar Iván Zuluaga Escobar.
Siguiendo a la más reciente estrategia,
de Uribe, como lo es, haber logrado “triangular” las aspiraciones - los posibles votos - de
Ramírez; con el esperado regreso de “Pachito Santos”; para de esta manera aumentar
su lista de Congresistas - por el Centro Democrático - sin perder de vista, ojo, en el posible reemplazo,
de Zuluaga, por el primo hermano - del Presidente.
Como es bien conocido por la
opinión publica, y posterior a su nominación por la Convención Conservadora;
con el paso de las entrevistas, su perfil
se había venido desinflando; después del escándalo, Ramírez no pudo
aprovechar ese cuarto de hora como celebridad política; y desde lo mediático,
quedó prácticamente sepultada en el imaginario colectivo; además porque carece
del talante para gobernar este agitado País; algunos analistas afirman, que en
las expectativas por la Presidencia, llegó más cerca la también abogada Marta
Nohemí del Espíritu Santo Sanín de Rubio.
Así los votos que obtenga, Ramírez
Blanco, en primera vuelta suman para Conservatismo y en la segunda se “orientan”
hacia el Uribismo; de esta manera, el propietario del Ubérrimo, lograría que la contienda final, sea
“Santos versus Santos”. Disfrutando el ganadero de la peor pesadilla del
Presidente Santos.
Luego del reconocimiento,
por parte del Gobierno Central de la existencia de fachadas para conformar una
compleja red de espionaje a través de “Centrales de Inteligencia Legales (CIL)”
con el argumento de obtener información
útil para proteger las instituciones y la seguridad del ciudadano del común; ello
nos lleva a otro tipo de conclusiones.
Deja claro; que al Estado, y
bajo la responsabilidad exclusiva del Ejercito Nacional, se le creció el enano
y se le salió, el tema, de las manos; tal vez por falta de contrainteligencia, lo
que daría pie para especular con otras dos hipótesis: la instauración de un
Para-Estado dentro del Estado.
En la segunda, la
conformación de un poderoso “Cartel de la Información Clasificada (CIC)”, que
obtiene, principalmente, por la vía tecnológica - menos costosa y se elimina el
riesgo de daños colaterales en el trabajo de campo de agentes encubiertos - que
vende valiosa información clasificada al mejor postor (Expresidentes, políticos,
banqueros, industriales, empresarios y narcos entre otros).
Reconociendo, el gobierno,
que lo anterior es sumamente grave y nos lleva a concluir; en primer lugar, que
se insinúa, la existencia de fuerzas oscuras que estarían recorriendo el camino
expedito para evitar que avance el Proceso de Paz; y en acto seguido, tomarse
el poder “vía democrática”, para posteriormente auspiciar una dictadura, con el
respaldo de la ultra extrema derecha, que todo lo espía, lo controla y todo lo
decide monolíticamente.
O en otro sentido, el
surgimiento de un “nuevo poder”, invisible; que actúa desde computadoras personales
e incidiendo dramáticamente sobre el futuro acontecer económico, político y
social de nuestra atribulada Patria e independiente que el próximo Presidente
sea Juan Manuel o Francisco Santos Calderón.
No perdamos la esperanza, y seguro
pasarán rápido las elecciones de mayo, para que haga carrera en el Gobierno y
en nuevo Congreso de la República la eliminación de la reelección - que tanto
daño le ha hecho a la patria - y la ampliación del periodo presidencial a seis
(6) años. Amanecerá y veremos.
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