El pasado 31 de julio de la
presente vigencia fiscal vencieron las facultades otorgadas por el Honorable
Concejo Municipal mediante acuerdo No. 019 de julio de 2012, “por medio del
cual se autoriza al Alcalde que en representación del Municipio de Cartago,
Valle del Cauca, realice las actividades necesarias para la disolución y
liquidación de la Sociedad Terminal de Transporte Terrestre de Pasajeros de
Cartago S.A.”.
Lo anterior significa, salvo
exista algún concepto jurídico que dictamine lo contrario, que cualquier acción
que desee emprender, el alcalde abogado Álvaro Carrillo; nuevamente deberá de
solicitar, al Honorable Concejo Municipal, le autorice funciones, para expedir
los actos administrativos necesarios como: Fijar los aportes del municipio,
negociar acciones o cuotas de representación, celebrar los contratos que se
requieran y realizar todas las gestiones que sean necesarias para cumplir con lo
que estipula la ley; en especial y para este caso, la liquidación de la
multimencionada sociedad, siempre que beneficien los intereses patrimoniales
del municipio.
En el mes de marzo del presente,
el abogado organizó y nombró “Ad honorem” - no devengan honorario o salario alguno
- un Comité de Seguimiento y Asesoramiento del Proceso de Liquidación de la
Sociedad Terminal de Transportes.
Coordinado y encargado al
contador público Dagobert Estrada Mafla y en representación del Municipio de
Cartago en el Norte del Valle – segundo mayor accionista - la Secretaria de Hacienda,
la contadora pública Adriana Rivera Castaño; el Jefe de la Unidad Jurídica, la
abogada Carmen Tulia Carmona Rentería; La oficina de Control Interno Disciplinario,
la Administradora de Empresas Martha Cecilia Saldaña Saldaña; el director de
Planeación, el Ingeniero Rodrigo León Serna Salazar y el Director Financiero,
el Contador Público William Giraldo Restrepo.
El pasado viernes 6 de
Septiembre de 2013 el Alcalde (E) el abogado Luis Gustavo Corredor Corredor
citó y dio inicio a una reunión a las 10 A.M. en el despacho, con el objeto de actualizar
el informe sobre el estado actual del proceso de liquidación del Terminal de Transportes
de Cartago y fijar los parámetros para el cronograma de ejecución.
Derivado de los respectivos informes
y análisis recibidos, más las razones que desde el inicio de su mandato
esgrimió, el titular Alcalde Municipal, para proponer dicha liquidación y que son
entre otras: Evitar detrimento en el patrimonio público del municipio, que
aportó a la sociedad un terreno valorado en $653 millones y sin determinar el
valor presente neto, de lo que resta, de dicho inmueble.
Rezan los informes que desde
su creación, en marzo de 2007 hasta la
fecha de la disolución - coincidencialmente - en marzo de 2012, aprobada por la Asamblea General de Socios, la sociedad no había
cumplido con el objeto social para la cual fue fundada, considerándose ésta una
falta gravísima.
Segundo, la iliquidez, tal
parece nunca se hizo el estudio de pre factibilidad y viabilidad financiera, ya
que desde el inicio los gastos de funcionamiento –único gasto recurrente durante
esos 5 años - originaron flujos de caja negativos; aparentemente sin poderse
hablar de pérdida operativa porque nunca funcionó.
Lo anterior supone
incapacidad administrativa y/o la negligencia para advertir, a la junta
directiva de ese entonces, sobre las fallas desde el 2007 pero sobre todo en la
concepción del proyecto; arrojando a la fecha de corte de documentos - Abril de
2012 - un pasivo que gira alrededor de
$200 millones de pesos.
Tercero, como hecho notorio
se estableció que el multimencionado Terminal, no aparece registrado en la
Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Cargas y Mercancías o en
la Superintendencia de Sociedades, siendo esto un obstáculo más, ya que una de
las propuestas - del comité asesor - era que la liquidación la realizara alguno
de esos entes oficiales, para así evitar suspicacias, sobre el manejo
financiero del proceso; en el actuar, por competencia, de las diferentes
veedurías ciudadanas.
Como consecuencia de lo
anterior; del Terminal de Transportes - los que conocieron los planos afirman
que más parecía un mega centro comercial - solo existe la licencia de construcción; dicho
en otras palabras, a nivel nacional y desde lo jurídico… No existe, ni siquiera
como una empresa de papel. Vaya lio.
Lo que llevaría a una
liquidación judicial, la que podría tardarse varios años, procedimiento que
debe tener la aprobación por parte de la Asamblea de Socios, mediante una nueva
reunión extraordinaria. Prolongando el proceso.
Aquí hay que llamar la
atención que de la totalidad de los inversionistas, después de la última
asamblea en marzo de 2012, ninguno se ha preocupado por los tiempos y los resultados del proceso de liquidación, de
hecho los más beneficiados, son los accionistas mayoritarios, y el más
perjudicado el Municipio de Cartago; en especial por las trabas y exigencias de
los socios mayoritarios.
Al respecto hay que recordar
que el 51% de las acciones, se encuentran en manos de esos tres accionistas - representadas
en un “plan maestro”- seguido por el municipio
con un 40.81% del capital accionario (expresado en un lote de terreno) y el
restante 8.19% (acciones en efectivo, algunos tardaron hasta dos años para cancelarlas)
por parte empresarios del transporte local y regional, recordemos que hay empresarios
de Cali, Pereira y Medellín.
Interesados en el meollo del
asunto, los principales accionistas, los que reclaman su derecho por su aporte,
a través de un intangible – sobrevalorado en $800 millones – y representados en
un “plan maestro” que inclusivo generó polémica en la pasada administración, para
ser modificado en una menor dimensión; aparte que insisten, en que se les reconozca
los dineros invertidos para adelantar los tramites destinados para obtener la ya
mencionada licencia de construcción.
El lio en el proceso de
liquidación se centra en la valoración – se requiere el avaluó catastral por
parte del Instituto Agustín Codazzi - del predio rural que en ese entonces media
31.000 mtrs cuadrados, menos los 8.000 mtrs cuadrados vendidos a INCO – Instituto
Nacional de Concesiones - para la
construcción de la doble calzada, quedando a la fecha 23.000 metros cuadrados -
los que están clasificados en el POT como
terrenos en expansión urbana.
Es decir, es probable y eso
solo lo determina el estudio de la tierra, que el valor comercial inicial de $653
millones podría tener un valor actual cercano a los $2.000 millones, pero no
dejan de ser especulaciones, valor que sería determinado por levantamientos
topográficos, y que constituirían nuevos y altos costos en que deberían
incurrir los accionistas; y en proporción a su participación según el
porcentaje de sus acciones.
¿Estarían dispuestos los 22
accionistas? para desembolsar y por mencionar una cifra de $200 millones de
pesos, destinados a realizar un estudio
topográfico que determine el valor actual del terreno materia de discusión, y
que es lo único valioso y tangible que se le aportó y de que dispone la
sociedad en la actualidad; aparte de los casi $200 millones que aportaron los
accionistas minoritarios.
Hagamos el siguiente
ejercicio, supongamos que el valor del terreno asciende a $2.000 millones menos
los $200 millones del pasivo; ¿estarían dispuestos el resto de los accionistas?
a que se le reintegraran $918 millones - en efectivo - a los socios que
aportaron - el intangible del plan maestro valorado por ellos en $800 millones –
y que desde el inicio no tuvo asidero en la realidad del proyecto, por tratarse
de unos planos que imaginaban un ostentoso mega centro comercial.
Debemos recordar, a usted
atento y respetado lector, que hasta el último momento en la discusión, y antes
de la disolución, los accionistas mayoritarios insistían en empezar a construir
y vender sobre planos los locales del desproporcionado centro comercial – se piensa
que disponía de parqueaderos VIP, ascensores, restaurantes, salas de cine y
discotecas entre otros.
Lo único que está al día y
claro es la entrega, por parte del último gerente de la Sociedad Terminal de Transportes,
de los bienes muebles e inmuebles.
En este orden de ideas queda
claro que el asunto de la liquidación es más complejo de lo que se esperaba, pero
en especial por lo mal concebido del proyecto desde su inicio.
Finalmente solo nos queda la
esperanza, y es lo último que se pierde, ya que el Alcalde Municipal el abogado
Álvaro Carrillo insiste en la construcción de un Terminal de Transporte
Terrestre de Pasajeros; lo anterior sin contar los micro-terminales ya
acondicionados en enormes locales o lotes por diferentes empresas
transportadoras en la villa; contribuyendo con el problema de movilidad en el
centro. Como van las cosas, y a riesgo de no equivocarme, por ahora no vamos a
tener Terminal. Ya que hablando en términos de ciudad, y solo para este caso… “la
cuña que más aprieta, no es la del mismo palo”. Amanecerá y veremos.
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