sábado, 21 de septiembre de 2013

AÚN NO SE CONSOLIDA… EL PARTIDO LIBERAL EN CARTAGO

Casi dos años después…aún no se consolida el Partido Liberal en Cartago, sigue a la deriva; en  parte obedece a la decisión tomada, en ese entonces, por el Alcalde electo el abogado Álvaro Carrillo, cuando dictó la siguiente sentencia: “…Le entrego la bandera de mi Partido a mis amigos, para que lo manejen de la mejor manera posible y crezcan en términos generales…”; y tal parece trabajo no aprovechado, para bien de la colectividad, por los encargados.

La declaración, se convirtió en la primera gran sorpresa, ya que nueve punto cinco (9.5) de cada diez Alcaldes desean convertirse, algunos de manera rápida, en jefes políticos - una jefatura como la conocemos, tarda muchos años en consolidarse - y la mayoría esperan terminar, jubilados, en el Congreso de la República, privilegio del que muy pocos gozan.

De hecho, y en respeto a todos los que aspiran ser elegidos; siempre se piensa, sobre todo en la provincia, que el camino ideal por recorrer - por la madurez personal y política que se va adquiriendo – va de JAC, Concejal, Diputado, gobernador y Congreso; se admiten atajos, pero no saltos mortales.

Aunque es cierto que los grandes saltos se dan, por lo general causan lesiones temporales por contraindicación; en casi todos, se requiere de toda una preparación integral, tradición política de familia, desempeño exitoso en cargos privados y/o públicos, recursos  y una enorme maquinaria para lograrlo. En el caso actual, y desde nuestro interés, la presidencia intentémosla en la nueva generación.

El éxito de los Partidos se fundamenta en insistir en las escuelas de pensamiento político, que con el tiempo se convierten en semilleros de liderazgo donde mujeres y hombres generan propuestas reales necesarias para el cambio social.

Y no como sucede ahora, arriesgadas iniciativas, motivadas por enormes egos, con el único propósito de obtener rápidamente fama y fortuna; sin medir el desbordamiento de los 5 sentidos - recordemos que el quinto es la intuición o el sentido común - con resultados casi que predecibles cuando no se está preparado integralmente para lograrlo.

Volviendo al tema de hoy; semejante encargo, el liderazgo del partido, debió ser asumido con gallardía por el nuevo Directorio Municipal Liberal, del que se presume le falto visión e iniciativa; como mínimo, se esperaba el reencauche de  los viejos - Comandos de Juventudes Liberales - modelos de inclusión en política; incentivando a la base y a las nuevas generaciones para que adquirieran el compromiso ciudadano, motivándolos para que gozaran - el éxito está en hacer las cosas que a uno le gustan – de una democracia participativa, educar para el cambio; a la fecha, tal parece el encargo tuvo muchos enemigos tanto internos como externos.

Miremos el porqué, y en la justa medida; todo comenzó con el aval recibido, del hoy gobernante de los cartagüeños, por parte del Directorio Liberal Departamental, debiendo ser, por estatutos internos, el Municipal.

Hecho sin antecedentes, que determinó la primer gran ruptura “política” en la búsqueda de la presunta unidad de partido a nivel local después de las elecciones; aunque muchos afirman, es clara la ausencia de un verdadero liderazgo de muchos años atrás.

Con los resultados finales para Concejo por partido; el Abogado Álvaro Carrillo se habría convertido, en el líder natural de ésa colectividad con 9.734 votos.

Votacion que confirmaba, en el escenario político municipal, que disponía del poder de convocatoria necesario para empezar a darle orden, un norte y seguir trabajando, para intentar conservar el poder desde lo político; capitalizando ese entusiasmo partidista, a través de un liderazgo proactivo que colmara parte de las expectativas creadas en campaña; pero decidió no hacerlo, sus razones habrá tenido.

Para intentar entender lo sucedido, revisemos las estadísticas y comparemos las elecciones del 2007 cuando el Partido Liberal obtuvo  5.193 votos, frente a la votación para el 2011 representando un crecimiento del 87.4%.

Ante ese importante incremento de votos del Partido Liberal en la ciudad; de hecho nada novedoso, la historia ha demostrado que las mayorías son liberales; entonces supuestamente, era mucho el trabajo que le esperaba al nuevo Directorio Liberal en la ciudad.

Traigo a referencia estas elecciones para Concejo; por cuanto, actualmente, la principal estrategia de los candidatos para Congreso de la República; y en especial los que aspiran por los departamentos de Choco, Quindío, Risaralda y Valle; es sumar, el mayor número posible, los votos de los Concejales en cada uno de los 18 municipios de la subregión del Norte del Valle, obviamente castigando la votación en un 50% de lo obtenido hace ya casi dos años.

Como van los sondeos, pronto se elegirán Congresistas foráneos que seguramente, al término de los próximos 4 años, ningún aporte significativo en inversión bruta de capital le dejarán a la Ciudad de Cartago y al Norte del Valle.

Dicho de otra manera, el motor de las elecciones ya no es el fervor político anclado en un ideario partidista; éste fue reemplazado por el interés económico que depende - el monto recibido – del numero de votos que ofrezca el comerciante político de turno, el que va disminuyendo, pago recibido, cuando le toca en suerte al ciudadano del común que es el que finalmente decide con su voto y acepta miserias por el. 

Centrándonos en el análisis alrededor del tema de los avales, y origen de todas las indisposiciones que aquejan al partido; se dio  al inicio de  la campaña 2011, cuando las denuncias, en manos de los dos principales grupos en contienda, iban y venían; el que representaba el candidato “continuidad” argumentaba la doble militancia por parte de dos adversarios que aspiraban, para Alcaldía y Concejo, por el Partido Liberal.

Al otro lado de la orilla, alertaban a la opinión pública, que el Directorio Liberal de esa época siendo su deber - se negaba a dar los avales - por cuanto protegía los intereses del candidato, no liberal. Verdades o calumnias el ambiente político se alteró.

Semejante presión concentrada en ese tema, desencadenó la renuncia de los principales miembros de ese Directorio Liberal Municipal quedando nominalmente reducido a uno, aparentemente sin recursos y funciones.

Terminadas las elecciones; por renuncia y/o ausencia de los integrantes de la mesa directiva de ese entonces; tal parece “a dedo”  nombraron una nueva; algunos afirman que ese actuar generó una posible interinidad en esa nueva mesa directiva.

Salvo que, a la fecha, haya cambiado y no disponga de esa información, quedó conformada de la siguiente manera: Presidente, El abogado Julio Cesar Castro; Vicepresidente el también abogado Roberto Moreno Posada; Secretario el comerciante Juan Manuel Barrera; Fiscal, el comerciante Luis Enrique Zapata y Tesorero el Comerciante Diego Arango.

Independiente de lo que realmente haya sucedido, renuncia de sus miembros o ausencia temporal o definitiva de su presidente, los conocedores del tema afirman que la nueva Junta Directiva debió de citar a elecciones  internas de ese partido para cumplir con los estatutos y nombrar una nueva; cosa que presumiblemente no se hizo, generando ilegitimidad y resistencia en un amplio sector adepto al Partido Liberal.

Actualmente corren versiones en cafetines, parques y plazas públicas, que algunos miembros de la actual Junta Directiva se alejaron, en su posición política, frente a los intereses para las próximas elecciones al Congreso. Dejando clara una crisis al interior de la junta; ni que decir de la militancia que tal parece camina acéfala.

Para terminar, volviendo a las cifras, de los 9.734 votos con el sello del Partido Liberal,  5.171 votos están representados en cuatro Concejales y tal vez cada uno  con intereses diferentes dependiendo de las circunstancias, que se presume están en gran parte determinadas por la decisión de lanzarse a la reelección - es lo más seguro - que tome el Presidente de la República el economista Juan Manuel Santos Calderón; los restantes 4.563 votos seguramente están a la deriva o una gran parte perdidos.

Realidad que los expone, los votos, a la dinámica proselitista propia de la cercanía de elecciones, donde abundan los oportunistas - politiqueros de temporada -  los promeseros, los estrategas - comerciantes en el oficio de conseguir votos a cambio de prebendas -  nuevamente aparecerán los directorios por seis meses, sobrarán los intermediarios que nuevamente recaudarán votos a través de ilusiones de un día y que no logran satisfacer las más sentidas necesidades de una enorme colectividad que se debate entre la pobreza y la miseria.

Solo unos pocos insisten, con el escepticismo de la mayoría, en la necesidad de encontrar una nueva forma de hacer política, es más hay grupos juveniles que lo están intentando; está claro que les sobra pasión, les falta experiencia y crecer en el numero de lideres - el liderazgo no ha ser individual, debe ser colectivo - de esta manera se ahorrarán las molestias de lidiar con semi-dioses hechos de barro; la madurez política llegará, como premio, y con el tiempo; pero hay que trabajar mucho en ella.


Finalmente la realidad de la generalizada crisis política por la que atravesamos, requiere de una reingeniería que imparta educación política a los futuros dirigentes; a través de escuelas de pensamiento donde se fomente el hacer bien las cosas, la disciplina, la investigación y el sano debate de ideas, elementos necesarios para formar lideres con carácter y con el conocimiento necesario para que “se metan” el Municipio y el Norte del Valle en la cabeza y logren sacarlo del actual estancamiento en las ideas y proyectos. Amanecerá y veremos.

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