sábado, 9 de febrero de 2013

LOS ESPACIOS DEMOCRÁTICOS


La ciudadanía se puede definir como "El derecho y la disposición de participar en una comunidad, a través de la acción autorregulada, inclusiva, pacífica y responsable, con el objetivo de optimizar el bienestar público."

Hace ya varios años y con la iniciativa española de una pagina web y a través del uso de herramientas como los blogs, buscando la manera de identificar, diagnosticar y reaccionar frente a los  problemas más comunes en los países miembros  de la U.E.(Unión Europea) se creó un programa comunitario “Europa al Debate” donde se diseñó un mecanismo de participación que interpretara el sentir de ciudadanos anónimos que diariamente demandan unos bienes y unos servicios, sin distingo de credo, raza, educación, cultura, status económico, filiación política, entre otros; lograron la creación de un canal de comunicación on-line, denominado “consultas a la ciudadanía”.

La perspectiva es la misma y consiste en examinar el manejo, de las necesidades básicas insatisfechas y la calidad de vida, que a éstas (las comunidades) le da el Estado, y en éste caso la U.E.

Fueron muchos los temas, las recomendaciones y las propuestas tratadas…, entonces es tiempo de hacer un paralelo, entre allá y acá de algunas de ellas:

Uno: Mientras que a la unión europea, le preocupa el envejecimiento de su población. Aquí no reaccionamos frente a los altos índices de nacidos vivos en adolescentes y niñas menores entre 12 y 18 años, menos se mide el impacto económico que éste evento representa para una familia, de estrato 3 hacia abajo.

Dos: Los participantes exigen igualdad de género frente al acceso al empleo, salarios y un trabajo digno. Nosotros hemos avanzado localmente, en el sentido de contratar más mujeres en las empresas de servicios, pero se les paga mal, independiente de su formación académica. Si el europeo aboga por un trabajo digno, entonces cuales son los trabajos “no dignos” y ¿quién los está realizando? Seguramente los latinoamericanos, asiáticos y africanos.

Tres: Desarrollo de una política educativa común y de calidad. Si a los europeos les preocupa la calidad en la educación entonces comparativamente ¿como está la educación nuestra? El Estado lo que hace es seguir aumentando en el gasto público en educación y controlando exhaustivamente tanto la financiación pública como privada y los costos derivados de ésta última, sin reparar en la calidad de la misma y sin entender los altos índices de deserción de la educación básica y básica primaria y secundaria.

Cuatro: La U.E busca orientar esfuerzos en conciliar la vida laboral, familiar y personal. Aquí este tema es neurálgico, nos falta cantidad y calidad en la utilización del tiempo libre en lo personal y compartido con la familia, mediante la utilización de  espacios recreativos, artísticos, culturales y deportivos, su erróneo uso desata problemas de desintegración familiar, violencia intrafamiliar, abandono académico, alcoholismo, drogadicción, entre muchos otros.

Quinto: La U.E. controlará los salarios públicos, se tenderá a la equiparación del salario mínimo interprofesional. Sería como si alguien propusiera aquí, en Cartago, congelar los salarios públicos, ahí le dejo esa tarea a los grupos de opinión, que tal un salario mínimo interprofesional de $1.800.000.oo

Sexto: Se garantizarán unas pensiones dignas en la U.E. Sin comentarios, tal vez dignas para los padres de la patria.

Séptimo: La U.E. garantizará los derechos del consumidor, agilizando el proceso de reclamaciones o sugerencias. En la ciudad ni se menciona y mucho menos existe un representante de la confederación colombiana de consumidores (la primera liga de consumidores fue creada en 1967 en el departamento del Tolima, y desde 1970 se transmite el boletín del consumidor).

Octavo: Crear, fomentar y supervisar un fondo económico europeo que esté destinado a la creación de las PYMES y puestos de trabajo. ¿Cuantas mipymes hay en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle?

Noveno: Mientras que en Europa se insiste en el medio ambiente, la agricultura limpia y economía verde. Por acá las quemas después de las cosechas (caña de azúcar) hacen parte del mismo proceso de producción y nadie dice nada; aquí  a lo sumo se le entregan unos cuantos pollos de engorde a nuestros campesinos pero no se fomenta una infraestructura para crear  microempresas de comercialización de pollos de engorde o gallinas ponedoras,  tampoco sabemos que hacer con el manejo integral de los residuos sólidos en el mediano plazo.

Décimo: Mientras que en Europa la seguridad social es primordial. Por aquí solo se le menciona, y apenas hacen parte de las estructuras financieras de las instituciones sean públicas o privadas, pero sin ser fondeadas adecuadamente que permita garantizar ese derecho a la seguridad, además los dueños de los fondos juegan con esa plata en actividades especulativas, cuando no es que toman como botín lo que se ha fondeado.

Once: La UE pide más control financiero para evitar riesgos excesivos, y facilitar créditos a tipo de interés social. Un servicio social obligatorio del estado colombiano debería ser, fomentar líneas de crédito blando para el estimulo de los microempresarios.

Doce: Mientras por allá se lucha por la legalización de la cannabis. Por acá muchas familias de bajos recursos dependen económicamente de ese comercio ilícito, y el Estado gasta enormes sumas de dinero en controlar la producción, distribución y el consumo.
La anterior iniciativa no es nueva; en la antigua Grecia todas las ciudades tenían su Ágora, las asambleas de ciudadanos se realizaban en estos recintos, era el lugar donde los filósofos y el pueblo intercambiaban opiniones sobre lo divino y sobre lo humano, era el centro cultural, comercial y político.
Como reflexión final, sería de gran utilidad la creación bajo esos principios de un sitio a nivel local, un ágora, pues hemos visto que en la práctica la mayoría de los problemas son comunes: empleo, seguridad social, salud, educación, drogadicción, medio ambiente, costo de la vida, entre otros; pero la manera de abordarlos y darle solución es bien diferente, éste modelo de comunicación con la ciudadanía, mediante los encuentros democráticos está diseñado especialmente para el ciudadano del común, que se sienta cómodo y desee expresarse y plantear soluciones de una manera espontánea, sin matices políticos y sin apasionamientos personales.

 También podría ser  un escenario propicio para todo aquel que desea conocer de una manera sencilla, cómo el Alcalde y su gabinete invierten su dinero (el del contribuyente), y como contraprestación le sirve al ejecutivo conocer de primera mano las verdaderas necesidades de la comunidad y la real dimensión de los mismos, es eliminar intermediarios para conocer de cerca la ciudad que está gerenciando para así entender donde están los puntos de quiebre de los principales problemas que aquejan a su municipio. Amanecerá y veremos.

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