Palabras más, palabras menos…fue
la frase frecuentemente utilizada por el actual Presidente del Honorable Consejo
Municipal el abogado Roberto Moreno Posada y con el sol a sus espaldas, la impresión
que deja en el colectivo político, más
allá de su particular estilo de enfrentar los debates en el sagrado
recinto de la democracia local, fue su personalidad tropelista; que lo convirtió
en el principal escudero (sin pensarse desde el intelecto al Sancho Panza de
Miguel de Cervantes; que siempre esperó al final de cada una de las largas
cabalgatas de su señor - la mayoría de las veces iba a pie - que algún día le concediera
la hacienda o la gobernación prometida) de su colega y amigo el Alcalde Álvaro
Carrillo.
No era para menos, entendió desde
el comienzo que la mayoría de los Concejales que repetían, aparte del egocéntrico
triunfalismo que les garantizaba seguir en el poder para intentar continuar ejerciéndolo
a como diera lugar; irían a defender a capa y espada sus pasadas actuaciones.
Asumiendo, como lo hicieron,
una posición a la defensiva, por aquello evitar reconocer actos fallidos, tal
vez guiados por la buena fe o conveniencia; posición que sorteaban el inevitable
señalamiento… como reza la frase popular…”El que mucho se escusa, de algo se
acusa”.
Más de 70 sesiones después, en
el Honorable Consejo Municipal sigue la pugna entre los que aparentemente están
en la otra orilla y los que revisando los hechos, les toca enfrentar unas
consecuencias directas para la vigencia fiscal de 2013.
Sin que lo anterior sirva de
escusa para seguir paralizados y no tomar medidas de choque buscando la recuperación
política, económica y social en la Ciudad de Cartago en el Norte del valle, se
sigue insistiendo en que se hace necesario hacerle una reingeniería al actual Gabinete
Municipal so pena de seguir patinando en improvisaciones y erróneas decisiones.
Sin perder de vista, que
independiente de la exigida y necesaria recuperación económica, debemos de
tener muy claro que así sea en mínima proporción se esperan coletazos de la actual situación financiera para el 2023,
por aquello que se paga la ultima cuota (capital más intereses) del préstamo de
los últimos $16.000 millones.
En este último período de sesiones
se tratarán dos trascendentales temas para el futuro político y económico de la
otrora denominada Ciudad del Talento; el primero es el debate sobre el Proyecto
de Acuerdo de Presupuesto para la vigencia fiscal de 2013, y el segundo es la elección
de la nueva mesa directiva del órgano legislativo.
Sobre el primer tema, y
guiado por la prudencia que exige el análisis en este tipo de temas, considero
que el calculo para la apropiación del techo presupuestal es tímido y tal vez
temido por aquello que aparentemente no contempla un escenario presupuestal y
financiero que insinué la atención de un déficit no calculado en las
proyecciones (que ningún analista desearía para la ciudad) y de darse nuevamente,
afectaría el equilibrio presupuestal en la ejecución activa y pasiva del próximo
presupuesto.
La otra lectura inicial del
proyecto de acuerdo permite, esperado se resuelva la problemática de los ingresos (mejorando las
políticas de recaudo y la recuperación de la cartera morosa), adicionar nuevos recursos
financieros derivados de un mayor recaudo real sobre el presupuestado, lo que permitiría
a los funcionarios responsables lucirse con el manejo financiero del municipio.
No obstante lo anterior
queda claro que independiente del método utilizado para la proyección de los
ingresos, el presupuesto actual refleja una realidad que empezó con el cierre
fiscal del 2011 más lo que se hizo para enfrentarlo en este 2012.
Sobre el segundo tema, se espera
que la renovada Mesa Directiva cumpla con las expectativas de la comunidad en el
deber de ejercer estrictamente el control político obligación que les asigna la
constitución política.
Seguramente marcarán la
diferencia, con un nuevo liderazgo conciliador a través del manejo prudente y
tolerante de las iniciativas de aquellos que por protagonismo insistirán en sus
proyectos políticos personales y otros que probablemente seguirán empecinados
en hablar de más y actuar propositivamente menos; porque no cabe la menor duda
que les medirán la estatura y la fibra con que están hechos. Amanecerá y
veremos.
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