domingo, 22 de enero de 2012

ACERCA DEL DESEQUILIBRIO FISCAL

No muchas personas entienden el real significado de lo que es la naturaleza del multimencionado Déficit Fiscal que deberá afrontar la Administración Municipal durante el período fiscal 2012 y con consecuencias indirectas en los tres restantes años de este gobierno que inicia con serios tropiezos.

Igual el daño ya está hecho y no podemos seguir molestándonos por el recurso financiero que se convirtió en botín al mejor estilo de los Piratas del Caribe, lo que hay que hacer es denunciar lo ocurrido, como lo ha venido haciendo la actual administración, y tomar medidas urgentes para remediarlo (Un Plan de Desempeño con autonomía municipal).

Como ya se ha insinuado el único perjudicado no es como algunos lo esperaban el actual gobernante, el abogado Álvaro Carrillo, cuya primera “obra” como ordenador del gasto será incorporar en el Plan de Desarrollo y por supuesto en el Presupuesto Municipal más de $13.000 millones de pesos, y buscar los recursos financieros necesarios para atender la citada deuda pública que heredó de la anterior administración municipal 2008-2011.

Es de tal magnitud el problema financiero, que el Alcalde obligatoriamente deberá sacrificar inversión en aquellos sectores donde se requiere urgentemente infraestructura social tan necesaria para sentar las bases del crecimiento y desarrollo sostenible con responsabilidad social y ambiental, eso tocará dejarlo para la próxima vigencia fiscal 2013 (en la cual deberá cancelar cerca $5.500 millones como abono a capital más interese del crédito sobre el Plan Municipal de Aguas).

Como resultado del caótico manejo de las finanzas públicas municipales, que se cree dió inicio desde noviembre del 2007 a pocos meses de posesionarse el multi-investigado ex alcalde y que algunos opinan ya controlaba el funcionamiento del municipio aún antes posesionarse, observamos como efectos colaterales una crisis generalizada en el sector privado a nivel local, expresada en la ausencia de demanda por el consumo de bienes y servicios por parte de las familias, recuérdese el no pago de nominas a docentes (solo hasta el pasado viernes se pudo cancelar los salarios de éstos y que ascendió a la suma $1.691 millones) y a funcionarios de la administración que aún se les adeuda salarios y prestaciones sociales desde el pasado mes de diciembre.

Lo anterior significó, por la ausencia de efectivo, la interrupción del ciclo económico doméstico que va desde la demanda de alimentos hasta la compra de bienes y servicios para satisfacer las necesidades básicas y más en temporada de fin de año. La ausencia de demanda implicó, una mayor desaceleración de la incipiente economía local.

Al interrumpirse ese primer flujo (salarios), las mismas familias y los intermediarios en la cadena de comercialización (tenderos y comercio en general) se vieron obligados a cesar pago a sus acreedores y proveedores o terminaron acudiendo al endeudamiento (prestamos bajo la modalidad del cuenta gota) situación que en mediano plazo significa el empobrecimiento de todos actores del ciclo económico, actividad informal que no genera ingresos tributarios para el municipio y que a través de la usura crea una dependencia mental y física que la convierte en la nueva esclavitud del siglo XXI.

Crisis generalizada que no se puede superar sino con el concurso de todos los cartagüeños a través del pago oportuno de los impuestos, en especial los gremios, los comerciantes, los empresarios, los industriales y general la sociedad civil.

Recordemos que irónicamente los más organizados y puntuales en cancelar los impuestos de industria y comercio y predial, son los micro comerciantes (tenderos y afines) y los propietarios de los estratos 0, 1 y 2.

Adicionalmente el incumplimiento en la cancelación de las ordenes de prestación de servicios (nominas paralelas) y contratos de obra publica determinó efectos inclusive a nivel regional, ya que muchos contratistas operaban desde otras ciudades: Pereira, Manizales, Armenia y Cali principalmente.

Existen testimonios de contratistas, a los que les plantearon el negocio del cuatrienio, que invirtieron todo su patrimonio para atender los compromisos adquiridos y hoy enfrentan la posibilidad de quedar en bancarrota.

Parece ser que la enorme inversión en publicidad servía como cortina de humo para desviar la atención de lo que realmente estaba sucediendo, recordemos las maquetas virtuales de la modernización de las zonas aledañas al Parque de Bolívar, Terminal Terrestre de Pasajeros, la Zona Franca y Parque Logístico del Aeropuerto y El Malecón, que llenaron de ilusión a propios a extraños, donde se insistía que Cartago estaba en buenas manos.

Igual pierde el Estado ya que por la atención al Déficit Fiscal, y al menos en este primer año, es imposible la existencia de nuevos bienes públicos que es lo que justifica la actividad normal del Estado.

Para terminar y dejando en el tintero la composición y clasificación de la deuda pública, que definitivamente desequilibrará fiscalmente al municipio durante este cuatrienio que comienza, entendamos un poco como dió inicio el desequilibrio fiscal del municipio.

Tal parece que un poco más de $4.000 millones que venían fondeados en los bancos de la Tesorería, atendiendo las obligaciones y los compromisos adquiridos a través del Acuerdo de Reestructuración de Pasivos que vio su fin al corte de la vigencia fiscal 2007 y con reconocimientos por parte del Ministerio de Hacienda a través de la Dirección de Apoyo Fiscal; recursos “intocables” que estaban destinados al Fondo para la Consolidación del Patrimonio Autónomo Pensional del Cartago y el Pasivo Contingente del Municipio; inexplicablemente desde el punto de vista presupuestal y de tesoreria súbitamente terminaron con una destinación diferente, durante la vigencia fiscal 2008, para la cual fueron creados y acabaron como Fondos Comunes de libre destinación, violando toda la reglamentación existente sobre la finalidad y operatividad de esos dos fondos. Amanecerá y veremos.

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