sábado, 20 de noviembre de 2021

EL ÚLTIMO KILÓMETRO HACIA LAS PRESIDENCIALES

No cabe la menor duda sobre las, cada vez, mayores expectativas para elegir “candidato único” por parte de algunas de las diferentes colectividades. Es así como lo ha interpretado, y se ha exigido, por aquello que el tiempo se agota y crece la polarización, todo el mundo buscando acomodo.

LA COSA PÚBLICA

Mientras la opinión pública permanece impávida esperando el nuevo cambio en la dirección de algunos parlamentarios y políticos así funciona la cosa pública, ojo con esto, y no porque las elecciones parlamentarias marquen ¿sin la cual no? el camino hacia la presidencia. ¿Nos hicimos entender?

Aclarando que la mayoría de las precandidaturas, todas de origen liberal y conservador, como estrategia buscan en primer término perfilasen con el propósito de hacerse contar desde sus tradicionales feudos electorales. ¿Votación amarrada? Al mejor estilo Merlano y en todo el país…

Para al final lo que buscan es simplemente quedar cercanos al nuevo poder de turno y así obtener sus respectivas cuotas burocráticas, réditos del poder, en los más altos niveles administrativos dentro del Estado.

PRETEMPORADA ELECTORAL

De otro lado para algunos esa “pretemporada” es solo una excusa, las parlamentarias, para ocultar las verdaderas intenciones del voto programático, VP, que supuestamente obligaría a los candidatos, toda vez posesionados, cumplir con las propuestas de campaña.

Si es que aún se puede denominar así VP ya que generalmente los verdaderos intereses – contrario a promover una buena educación, salud, vivienda, agua potable, salario justo, pensión justa y a tiempo, impuestos justos que graven la renta y el patrimonio de los más ricos entre otros.

Es esa otra mirada la de la rentabilidad de los grandes capitales la que se encuentra controlada y en manos de clanes, casas, barones y baronesas electorales a lo largo y ancho del mapa electoral colombiano.

TOTALITARISMO DE ESTADO

Por tales motivos el voto rechazo y el voto joven se movilizará alrededor de un cambio no radical, contrario a lo que propone alguno que será de 360 grados; ya que regresaríamos al mismo punto, y peor, pues pesa el riesgo de caer en un régimen totalitario; donde no se mueve la hoja de un árbol, valga el símil, sin el conocimiento de Daniel Ortega.

LA COSTOSA CARRERA POR LA PRESIDENCIA

Regresando a la carrera por la Presidencia de la República, listas las chequeras y los giros, con un amplio abanico de precandidatos que pasarán a través de un fino cedazo ¿Si será de cierto? se decantara, eso esperamos, el mejor y no el más populista y demagogo.

Depurada la extrema derecha, solo quedará un centro moderado que aún intenta infructuosamente por consolidarse. Demasiados egos enfrentados y en todos los bandos.

¿HACIA UNA DICTADURA DEL PROLETARIADO?

No mencionamos la otra extrema por aquello que sigue consolidándose en parques, plazas y plazoletas públicas y cuencas hidrográficas, una propuesta que para algunos no representa el dogma del Socialismo del Siglo XXI.

Sin embargo, para otros, es una expresión inequívoca que el estado de las cosas puede cambiar y radicalmente. ¿Buscará invertir la pirámide social?

Y no porque nosotros lo percibamos así, todo lo contrario, es el mismo candidato que asegura que su propuesta política requiere, para ejecutarse y consolidarse, de “varios gobiernos” surge entonces la pregunta ¿Hacia dónde vamos?  

UNA COALICIÓN DE LA ESPERANZA O DE LA EXPERIENCIA

Son tantos los interrogantes, en su seno, que los segundos ya rebautizaron la criatura. Queda entonces un Centro que creemos busca un punto intermedio entre la propuesta de un modelo neoliberal y uno socialista; y en la práctica un Estado que asegure el bienestar, compense las desigualdades y redistribuya la riqueza.

UN CENTRO MODERADO

Lo que nos lleva a cuestionarnos… ¿Podrá surgir una novedosa propuesta de gobierno que no dependiera de las derechas o las izquierdas? Hoy el movimiento socialdemócrata le apunta a eso; enmarcado en una propuesta suprapartidista y de un gobierno de coalición nacional y todos compartiendo una ideología política afín despojada, eso esperamos, de todos esos colosales egos…

Ese candidato el que se espera surja debe de ser aquel que mejor interprete la realidad del país y con el suficiente carácter y templanza para gobernar, lo que nos lleva a recordar a estadistas de la talla de: Alfonso López Pumarejo, Alberto Lleras Camargo y Carlos Alberto Lleras Restrepo.

Y si se trata de recordar a líderes políticos carismáticos y democráticos, casi todos con un denominador común como Uribe Uribe, Gaitán y Galán; el resto es solo historia que urge recordar.   

Regresando a la realidad del país y en segunda vuelta ese liderazgo de centro atraerá, como imán, todas aquellas tendencias, no tan extremas y distanciados de esos discursos populistas que expresan el odio y el rencor partidista.

¿EL VOTO PROGRAMÁTICO UNA ENTELEQUIA?

Insistimos en continuar dudando sobre ese espíritu, voto programático, porque ya no estamos seguros si se trata de la expresión de la soberanía popular y de una democracia participativa; o a lo mejor en eso se puede convertir, ésta última, en las próximas elecciones para presidencia. Ojalá así sea.

Por aquello que existe la duda razonable de si esa expresión de soberanía popular es solo un cliché para señalar un voto que en la realidad está en manos de una élite que ha gobernado por centurias y a la que la misma dinámica electoral le exigirá la renovación de los principales cuadros políticos que ya deberían estarse dedicando a dictar conferencias, escribir libros y/o cuidar a nietos y biznietos. Disfrutando una sosegada paz en sus cuarteles de invierno.

Para no seguir metiendo las narices en el trasegar de la política de cara a las próximas elecciones parlamentarios y de presidencia durante el próximo 2022. Qué más es el daño que hacen que lo bueno que intentar aportar… rencillas y venganzas por doquier.

Sin embargo, la realidad nos muestra que esas dos supuestas fuerzas antagónicas que se están enfrentando, en su actuar, tienen una relación directa ya que cada una, a su modo, intenta justificar la realidad nacional que no es otra cosa que el coletazo que se deriva del estallido social del 28 de abril de 2021.

LO QUE DEBÍA SUCEDER SUCEDIÓ

Que la noticia nacional sea el rompimiento entre el expresidente liberal César Augusto Gaviria Trujillo y Alejandro Gaviria Uribe, era lo esperado, no cabe la menor duda es una buena noticia para el país político.

Por aquello que el todopoderoso club de los expresidentes no cala nada bien en el imaginario colectivo ya que hace que parte de ese 48% del censo electoral que por las mismas razones no vota, ya sea por cansancio o resignación, ahora sienta un alivio el distanciamiento del prestidigitador.

La anterior hipótesis debe de ir de la mano de la siguiente pregunta ¿Por qué del estallido social? No necesariamente fueron la crisis de la pandemia y las reformas que pretendía imponer el gobernante de turno.

Todos absolutamente todos los últimos cinco (5) expresidentes deben de entender que, hoy, con su protagonismo le suman más votos, no a su interés partidista, sino al nuevo socialismo del siglo XXI.

UNA NUEVA GENERACIÓN DE ACTIVISTAS POLÍTICOS

Lo que surgió del estallido, es decir esa reacción no fue porque los jóvenes no estén bien formados o sean analfabetos políticos, o tal vez por eso mismo; sino que los dos principales detonantes, de las marchas, fueron a causa de los mega escándalos de corrupción y la baja o nula inversión social, del Estado, en proyectos generacionales.

Que si hubiera sido todo lo contrario habría permitido, esa inversión social, empezar a cerrar esas enormes brechas en calidad de vida que se expresan en educación, empleo, salud, vivienda digna, agua potable, deporte y cultura entre otros. Y es lo que siempre se ha esperado.

EL VIEJO TRUCO DE DUQUE MÁRQUEZ

O ¿por qué cree usted, atento y respetado lector, que Iván Duque tocando guitarra, cantando y hablando de economía naranja avanzó hacia la segunda vuelta por la presidencia? Seguramente era consciente que esa no era su verdadera intención y eso fue lo que nos demostró, otra cosa, durante su mandato.    

Entonces es el momento de recordarlo, centró la atención en la multimencionada reforma tributaria, era la orden de sus amos y señores, cuyo propósito era el ser progresiva, no podemos dudarlo, al tiempo que buscaba disminuir la desigualdad.

Pero lo hacía, ahí está lo perverso, esa era la iniciativa pretendiendo transferir los ingresos, desde una clase media golpeada por la pandemia y agobiada con mayores impuestos, a los más pobres y necesitados; sin tocar el bolsillo, todavía más cruel, de los más ricos, sus amos y señores.

DEL AHOGADO EL SOMBRERO Y DEL SOMBRERO LA CINTA

Lo anterior, por fortuna, significa que pasarán muchos años antes que un actor político – no leer Carrasquilla – intente a través de una reforma afectar negativamente a la clase media, emprendedora y trabajadora de esta amada patria. Amanecerá y veremos. 

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