sábado, 8 de octubre de 2016

TEMA NACIONAL – EL PODER FUNESTO DEL POPULISMO

“Si bolívar viviera hoy y pudiera ver lo que ha ocurrido en Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador, Brasil, Nicaragua, Cuba y Centroamérica, y constatara cómo la región por la que dio su vida se encuentra todavía a galaxias de distancia de los países desarrollados, su depresión probablemente lo llevaría al siquiatra”.

“A pesar de ciertos avances y señales esperanzadoras, el panorama general de la región es, en estos tiempos, desolador”.

“El nivel de idiotez, para usar el concepto del Álvaro Vargas llosa, Plinio Apuleyo Mendoza y Carlos Alberto Montaner, parece haberse incrementado en muchas partes a pesar de todas las pruebas de que el populismo, sea de derecha o de izquierda, es un rotundo fracaso”.

Mario Vargas Llosa. Nobel de Literatura, 2010. Contraportada del libro “El Engaño Populista” Axel Kaiser/Gloria Álvarez.

Ya habíamos advertido días antes del plebiscito, jornada que resultó no tan democrática por aquello del abstencionismo (62%), de los riesgos, para el SI, que representaba la amenaza por el manejo populista que se le estaba dando a las campañas, pero en especial por el NO por parte del Centro Democrático (CD). 

Al punto que, sin esperarlo, lograron su objetivo; tremenda ironía pero a la vez útil enseñanza para la historia y en la lectura de esta por parte de la actual y próximas generaciones. Tal vez en 20 años nos juzguen por lo idiotas que fuimos el pasado 2 de octubre.

Sutiles verdades a medias, mentiras, embustes y calumnias hicieron parte del repertorio, cuyo único propósito era confundir, despertar el miedo y el rechazo - no a la paz, sino a lo acordado - según el CD. Quedando tras bambalinas, como jugoso botín, la posibilidad de regresar a la guerra.

Los que seguimos intentando conocer y reconocer, ese ideario extremista, entendemos que fue otra falacia más, hoy comprobamos frente al triunfo del NO; que ni Uribe ni José Obdulio tienen, hoy, una propuesta coherente que indique un genuino deseo por alcanzar una PAZ ESTABLE y DURADERA; más aún, tampoco poseen sólidos argumentos para oponerse al regreso de la guerra; es todo lo contrario.

El argumento de Uribe de excarcelar, de inmediato, a todos los guerrilleros de base, tal parece, tiene como propósito que rápidamente regresen a sus zonas de influencia y, por temor y cansancio, retomen las armas.

A esa bondadosa propuesta de Uribe, hasta la fecha, se le opone el firme propósito de las guerrillas de mantener el cese bilateral del fuego y en general todo lo acordado; esperamos mucha sensatez y que conserven la calma y la prudencia.

Con el resultado, considerado por los expertos como un empate técnico, Uribe controla ideológicamente un amplio sector de la población - 6.3 millones de personas - que ya sea por sumisión, ingenuidad y/o analfabetismo político votaron atendiendo el llamado a movilizarse por el miedo a que el país cambie de rumbo. ¿De quién era realmente el miedo? ¿De Uribe? ¿Borregos o incautos?

Lo declaro así, porque de esa amplia votación solo un porcentaje muy pequeño, menos del 2%, corresponde a familias distinguidas, propietarias de grandes extensiones de tierra, rentistas de capital, industriales y grandes comerciantes; el resto es población vulnerable.

El resto son ciudadanos del común: a los adultos mayores que le hicieron creer que les iban a quitar el 7% de su pensión, a los asalariados – e informales la mayoría con menos del salario mínimo - que las guerrillas iban a ganar $1.800.000.oo pesos mensuales, a los ricos y poderosos  que les iban a expropiar las tierras bien adquiridas, a la población vulnerable que le iban a quitar los subsidios, a los religiosos que la familia se iba a acabar y que la comunidad LGTBI se iba a tomar el país y a los lugareños que en menos de 10 años nos convertiríamos en una nueva Venezuela; el imaginario colectivo se comió ese cuento.

Y con los otros, esa inmensa mayoría pasiva el 62%, que tal parece no representan la “opinión pública”; el expresidente, y sus asesores panameños y brasileros, logró inmovilizarlos; ya sea por cansancio emocional o pereza mental; los que permiten que una minoría decida la suerte de ellos, de sus familias y de todo un país. Son como el elefante que lo atan a una silla plástica y de ahí no se mueve.

Esa inmensa mayoría, la abstencionista, tiene en común: que no lee la prensa escrita los fines de semana - imposible sugerirles se lean un libro mensual - prefieren no salir de su zona de confort o siguen resignados a su ingrata suerte. ¿Será un problema cultural?

Y con seguridad muchos seguirán, por aquello de las apariencias, atados (no leer endeudados) a los planes vacacionales dentro y fuera del país - como clase social emergente, los nuevos ricos o los vergonzantes - todos usuarios obsesivos de la televisión por cable o satelital, la internet con su producto estrella: Netflix con sus narco producciones, películas de acción, novelas rosa, los torneos en diferentes disciplinas deportivas y las, con mayor rating, eliminatorias al mundial de Futbol - Rusia 2018. ¿Víctimas de su propio invento? ¿Cuál es el nuevo opio del pueblo?

Los menos afortunados, en el estrato salarial, son víctimas “inocentes” del fisgón que se recrea con el chisme de cuadra y barrio.

Los más audaces, también fungen como minoría, quedan expuestos a la intriga y  a la cacería política en plazas, parques, cafeterías, bares, estanquillos y atrios de las iglesias.

Hoy, entonces, trataré de alejarme del discurso de cientos de intelectuales, periodistas y columnistas que a lo largo y ancho del país han intentado explicarse para poder explicar los resultados, para muchos previstos, del pasado 2 de octubre.

Esa negativa de manejar el mismo discurso obedece, a que usted atento y respetado lector, así como  a la militancia del CD, no van a aceptar nunca las verdaderas razones que Uribe tuvo y tendrá para oponerse a una paz estable y duradera.

Ese actuar está regido por un dogma o ADN político que los acompañará mientras exista el CD; de hecho esa es una de las particularidades de los liderazgos populistas; la estructura política no sobrevive a la ausencia definitiva de su guía; sencillo no hay quien lo reemplace.

Es probable que usted no esté de acuerdo; pero los ejemplos sobran dicen los expertos, y no me considero uno de ellos, los Castro en Cuba, Chávez en Venezuela, Kirchner en Argentina, Morales en Bolivia y Correa en Ecuador, Lula en Brasil y en otro nivel Petro en Colombia entre otros. Por sus obras los conoceréis.

Es el caso de Uribe con 65 años, dentro de 20 tendrá 85; inclusive algunos afirman que su retiro está cerca y lo disfrutará en la Hacienda el Ubérrimo; de hecho no existe una figura emblemática y carismática, como el, que le suceda; no existe; y seguramente se asegurará que, y mientras esté activo, ninguno intente reemplazarlo.

Para continuar, recordemos lo que significa la palabra populista: Adj. Perteneciente o relativo al pueblo. II Partido político, que según diferentes épocas y países… Generalmente reúne la orientación religiosa y la democrática. III Tendencia política que pretende prestar atención especial a los problemas de las clases populares. Diccionario Hispánico Universal.

Con la definición anterior; queda entonces claro el protagonismo primero del ex-procurador Alejandro Ordoñez con su radicalismo religioso en contra del matrimonio y la adopción gay, la sexualidad de género entre otras posiciones fundamentalistas.

En segundo lugar la postura extrema que raya en el aparente fanatismo de Paloma Valencia (recuerden el cuadro con el divino rostro de Uribe reemplazando el Sagrado Corazón de Jesús en el apartamento de la bisnieta del Expresidente Guillermo León Valencia) todo fríamente calculado.

Y en tercer lugar le siguen, sin idolatría, los senadores por el CD: Alfredo Rangel  y José Obdulio Gaviria este último ideólogo y cerebro gris del Uribismo; todos en consenso manipularon el imaginario colectivo del militante y del ingenuo ciudadano del común (pensionados, maestros y algunos grupos religiosos) desde la moral y las buenas costumbres.

Consolidando, por ahora, un movimiento político-religioso que poco le falta para la idolatría. ¿Entonces que es un sofisma de distracción? ¿Cuántos son los incautos? ¿Quién es el chapulín colorado? Con toda seguridad no es Uribe.

No es una casualidad que Noruega y Suecia, países desarrollados que por fortuna tienen una lectura acertada del acuerdo y del proceso político por el que atraviesa la República de Colombia y representados en el Comité de Oslo que otorgó el Premio Nobel de la PAZ, hayan agilizado dicha entrega del premio.

Lo hizo el comité porque, tal parece, consideraron no solo el esfuerzo titánico del Presidente Santos; sino que entendió las maniobras y marrullas de la oposición, que hizo todo y más de lo que política y religiosamente se podía; para impedir que lo acordado condujera a una PAZ ESTABLE Y DURADERA. Llevando a una encrucijada lo acordado y firmado con fuerza jurídica en Colombia.


Ese reconocimiento internacional le dio un nuevo impulso al acuerdo y “obligara” a la partes: gobierno, guerrillas y al CD y por encima del cualquier partidismo o favoritismo; y más que un nuevo oxigeno político, lo acompañara con un genuino toque moral y de legalidad al proceso - entendemos que hay que hacer ajustes – y le dará celeridad, eso esperamos 48 millones de personas, para que por fin llegue la tan anhelada PAZ siempre y cuando lo allí finalmente consignado se cumpla; proceso que necesitará por lo menos 10 años, tiempo que se espera dure el postconflicto. Amanecerá y veremos.

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