Hoy no analizaremos las
estadísticas; de hecho suficiente es recordar que son casi 8.2 millones las
víctimas del conflicto armado y que un poco más del 70% de esos casos, es decir
5.7 millones, sucedieron tal parece durante los gobiernos del abogado Andrés Pastrana
Arango y los dos periodos del expresidente y hoy senador Álvaro Uribe Vélez.
También es cierto que el hoy
presidente Juan Manuel Santos Calderón, como Ministro de Defensa, conoció de
cerca el arte de hacer la guerra, sus pro y contra, en especial comprendió el
daño irreparable de vidas humanas y el alto costo del atraso económico y social
para la patria que significaba sostenerla.
La opinión pública está
enterada que un día cuesta en promedio 55 mil millones; con toda seguridad la
cifra contiene el sobrecosto por intermediación de alrededor del 15 o 20% en
relación a la forma como se conciben – el viejo truco - los contratos y el tipo
concesiones, algunas tan oscuras, con empresas especializadas en el sector integral
y “productivo” de la guerra.
Nunca nos cansaremos de
afirmar que esos recursos, en tiempo de paz, se pueden invertir en educación,
salud, agua potable, vivienda, infraestructura vial, deporte, cultura y turismo
entre otros sectores de inversión social; y seguro quedaría para empezar a
fondear en enorme hueco fiscal que representa el fondo pensional y prestacional
de millones de colombianos hoy en manos del sector privado.
En este orden de ideas está comprobado que, para algunos,
el mejor negocio es continuar la guerra ya que significa volver a la adquisición
permanente de material bélico, dotaciones y suministros, logística,
comunicaciones, inteligencia, contrainteligencia y combustible.
Muchos de esos contratos
quedan solo en el papel y por supuesto esos recursos van a parar, tal parece, a
paraísos fiscales; específicamente como curiosamente lo mencionaba un ocasional
y caricaturesco escucha - de cuyo nombre
nunca podré recordar – “Esas platas va a parar a las islas cocodrilo” tremendo
personaje.
Ante semejante negocio
multimillonario…Surge la pregunta ¿Por qué Santos prefirió buscar, asumiendo un
mal calculado alto costo político, la paz? y como si fuera poco no lucrarse
políticamente de una guerra que a todas luces era interminable.
De ahí la frase popular…
Dime con quien andas “gobiernas” y te diré quien eres; si bien es cierto Santos
se apuntaló en parte del capital político de Uribe, desde el comienzo entendió
que esa doctrina genocida no cabía en su gobierno.
Cierto que era una guerra interminable…
Porque si recordamos y como resultado de la feroz cacería a la Farc el último
gran trofeo fue Guillermo león Sáenz Vargas, esto no fue suficiente para
terminarla.
También era claro - la
respuesta de la guerrilla - su rápida capacidad de reemplazo y reestructuración
del mando en el secretariado; sin embargo era ya escasa la lista de candidatos
para reemplazar al siguiente por neutralizar en manos del Estado.
Por fortuna, hoy, está cerca la firma del acuerdo de paz con fecha de 26 de septiembre; y más
importante la refrendación del plebiscito el próximo 2 de octubre donde más de
5 millones de colombianos a conciencia, votaran por el SI.
Entrando en materia en el
asunto que nos ocupa hoy, reconocer las victimas, no solo es un significativo triunfo
para millones de colombianos que sufrieron el horror de la guerra, sino para
evitar nuevas.
El acuerdo deja claro y esto
hay que mirarlo dentro del contexto de lo acordado en materia de la reforma
rural integral, los cultivos ilícitos y la participación en política; que al
país, y no solo a la Farc le obliga a exigir la verdad, justicia, reparación y
el compromiso de no repetición del horror, hijo de la degradación, del
conflicto armado.
Como un solo botón basta de
muestra, los demás a la camisa, es el caso de las estadísticas - solo en la
ciudad de Cartago en el Norte del Valle - diferente sería mencionar las del Departamento
del Cauca y Choco como vecinos territoriales… Ese si que es otro horror.
Estas son las estadísticas para
el periodo 2012-2015
Hecho
Victimizante
|
Total
|
Acto terrorista,
atentados, combates u hostigamientos
|
6
|
Amenazas
|
18
|
Desaparición forzada
|
10
|
Desplazamiento
|
724
|
Perdida bienes mueble e
inmuebles
|
6
|
Sin información
|
4310
|
Total victimas
|
5074
|
Fuente. Secretaría de Gobierno Municipal
Este es parte del reporte del dicha secretaría…”Esta
población se halla en un estado de vulneración de derechos, presentan riesgo en
su vida y su seguridad y padecen de insuficiencias por el abandono o despojo de
sus bienes. Son el resultado de la falta de garantías en el respeto y la
defensa de la vida y de los derechos humanos, así como de la debilidad en
organismos de seguridad y de justicia estatales. La ruta de atención
humanitaria de la población víctima del desplazamiento forzado, la protección
de la vida de las víctimas y el acompañamiento para la restitución de sus
derechos son los principales retos en este campo”.
Cabe entonces preguntarle, a
usted atento y respetado lector, ¿Desea que estas estadistas se sigan
repitiendo o multiplicando en su ciudad? Seguramente su familia, cree usted,
esta lejos de esos eventos. ¿No cree que la probabilidad que lo afecte,
aumentaría, en el evento de volver a la guerra?
La esencia de este punto del
acuerdo es el diseño de un sistema que logre la mayor satisfacción posible de
los derechos que tienen las víctimas, la rendición de cuentas de lo ocurrido por
parte de los victimarios, y el beneficio, para ellos, que de esa verdad se
derive.
La reparación en ese
contexto comprende medidas de restitución, rehabilitación comunitaria, indemnización,
satisfacción y no repetición a las
comunidades, grupos y organizaciones de manera colectiva territorial, incluye
también programas de retorno y reubicación de personas en situación de
desplazamiento; y en todos los casos que se garantice la reconstrucción del
tejido social; todo a través del reconocimiento de las victimas y a través de
la ley de Victimas.
Las garantías de no
repetición de las violaciones del conflicto mismo será el resultado de la
implementación de: 1. Los diferentes mecanismos y medidas del Sistema Integral
de verdad, justicia, reparación y no repetición; 2. Las medidas que se acuerden
en el punto 3 de la Agenda del Acuerdo General “Fin del Conflicto”. Que deben
garantizar la terminación definitiva del conflicto armado y 3. De todos los
puntos del acuerdo final en materia de reforma rural integral, apertura,
democrática para construir Paz y solución al problema de las Drogas Ilícitas,
que contribuirán a reversar los efectos del conflicto y a cambiar las
condiciones que han facilitado la persistencia de la violencia en el
territorio. Tomado de preguntas y respuestas sobre el Sistema Integral de
Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición.
Lo anterior permitirá
avanzar y garantizar una nueva convivencia ciudadana, que definitivamente abona
el camino para la reconciliación, el perdón y la no repetición de los nefastos hechos
para así dar cabida a la tan anhelada paz.
Finalizando, la columna vertebral del acuerdo, creemos, es garantizar los derechos de las victimas a través de incentivos y las condiciones para asegurar la reparación por parte de quienes hayan cometido graves violaciones a los derechos humanos o graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario y como una respuesta integral a las victimas. Amanecerá y veremos
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