Toda ciudad intermedia y con mayor razón aquellos municipios con menos
de 150.000 habitantes - la ciudad de Cartago en el Norte del Valle; ya casi
llega a las 180.000 - tienen en su haber social una larga lista de personajes
que sobresalen por su singularidad, integridad, distinción, inteligencia y
liderazgo solo por mencionar algunas características que los hacen diferentes
al ciudadano del común.
Hoy nos dedicaremos ha reconocer el trabajo de solo una; no cabe, entonces,
la menor duda que la presidenta de la Veeduría en Salud, la señora, Emma Vélez Toro, se ha
destacado por su preocupación hacia los más desamparados y por supuesto
necesitados…Convirtiéndose en la vocera de los sin voz, pero con voto, útil, en
época de elecciones.
Voto que siempre endosan ya sea por necesidad, gratitud y muchas veces,
merecido o no, por lealtad para con algún político de turno.
Aunque también hay que reconocer que muchos de sus protegidos que, al
final, recurren a ella, lo hacen porque por si mismos son incapaces de hacer
valer sus derechos; ya sea por falta de educación, carácter, timidez o pereza
dejan que la vida de ellos o la de sus familiares la pierdan por falta de pedir
ayuda oportuna.
Lo anterior no es disculpa, ya que como derecho fundamental a la
vida, el estado y los particulares están en la obligación de atender de manera
eficiente y eficaz una emergencia o una consulta en salud e independiente de la
edad, raza, sexo biológico, orientación sexual, tamaño de familia, ingresos
familiares, estado civil, nivel educativo, estatus socioeconómico, religión,
personalidad y estilo de vida a la que
pertenezca, o practique, el paciente en situación de emergencia o por consulta
normal.
Volviendo al tema que nos ocupa hoy; la veedora no solo es visible por
su arduo trabajo, las 24 horas, defendiendo el derecho - a la salud - del
ciudadano del común generalmente ubicado en los estratos 0,1, 2 y 3; sino por
el acompañamiento, desde hace décadas, en todo lo que tiene que ver con el hogar
– para adultos mayores- El Buen Samaritano; misión que la hace grande como ser
humano.
Sobra entonces preguntar quien no conoce a Emma; en especial aquella población, que a
diario necesita de orientación y apoyo, donde el Sistema General de Seguridad
Social en Salud en la ciudad (SGSSS) tal parece no funciona; y en el peor de
los casos haciendo poco o nada para evitar que se pierda una vida. Ahí siempre
está ella para tender la mano.
Para el caso que nos ocupa hoy; tuve
la oportunidad, hace ya algunos meses, de sentarme con ella aprovechando un par de horas de su tiempo que se convirtieron, en mi
caso, en pocos minutos.
En esa grata experiencia descubrí una mujer apasionada, que charla con
prisa y sin pausa; pero como pocas dotada de una enorme sensibilidad social; al
punto que entendí, rápidamente, que vive en carne propia el dolor ajeno.
Su aptitud y mirada pueden pasar, casi que de inmediato y dependiendo del
tema tratado, de una cálida, dulce y alegre mirada a la rabia, enojo y la
tristeza por la frialdad conque, la mayor parte, del SGSSS atiende a los
pacientes en la ciudad.
Siempre nos hemos formulado la siguiente pregunta ¿Qué es Importante y
urgente en la salud para la ciudad? Sinembargo para el caso que nos ocupa hoy,
dejamos que Vélez Toro hiciera su propia catarsis.
Desde su perspectiva y vivencias; y cerca de cumplir los nueve (9)
años ininterrumpidos como Veedora en Salud, hoy tengo el gusto
de compartir, con usted atento y respetado lector, algunas de sus conclusiones.
Hoy
comenzando con el final; lo que para ella es fundamental que se logre alcanzar, es lo que para bien ha decidido denominar “la
humanización en la
prestación del servicio de salud en la
ciudad”.
Frente a los multimencionados paseos de la muerte, deja claro que es
importante poner en funcionamiento el CRUE. (Centro Regulador de Urgencias y Emergencias) para en Norte
del Valle.
El ejemplo parte del hecho
cotidiano que un paciente requiera de un urgente traslado - en ambulancia - a
otro centro de salud o ciudad por el estado de gravedad o urgencia en que se
encuentre.
La información que maneja el CRUE debe estar aterrizada a la realidad
segundo a segundo, debe contener la información veraz y oportuna, tener el
conocimiento del número de ambulancias, disponibilidad de camas, hospitales,
red de prestadores y convenios vigentes, personal médico general y
especializado disponible.
La importancia del centro radica, en la rapidez y responsabilidad
con que se logre ubicar el paciente que debe ser remitido a un nivel superior;
para salvaguardar su vida, (paciente trasladado de un hospital a otro) y esté
soportada por todos los protocolos de traslado; para que al paciente se le
presten, en el menor tiempo posible, los servicios de Urgencia que requiere; evitando
traslados innecesarios que terminan en el famoso “paseo de la muerte”.
Muy relacionado con lo anterior, considera la veedora la urgencia de mantener
vigentes los convenios para la prestación del servicio con todos los actores
responsables de la atención, llámense: Hospitales, Clínicas, IPS que garanticen la corresponsabilidad de las EPS con la prestación del servicio de
Salud en la ciudad.
Se hace necesario entonces el control a convenios entre la EPS tanto
Subsidiadas, como Contributivas, y en el caso de las EPS Subsidiadas, hacer un
seguimiento minucioso, en la atención a la población pobre no asegurada
En todos los casos es fundamental la humanización del SGSSS a toda
la población, haciendo énfasis en aquella población pobre no asegurada, ya que
no existen registros y control de los eventos presentados en los servicios de
urgencias que se encuentran colapsados; y los pacientes, algunos agónicos, son devueltos a sus hogares sin una
atención adecuada y sin siquiera haberlos ingresado al sistema.
Frente a la recuperación del tejido social es enfática en la obligación
de trabajar intensamente en la Escuela de Padres y en la necesidad de
capacitar a los acudientes o padres de familia en la cultura alrededor de los
controles prenatales, vacunación, nutrición y manejo del adulto mayor.
Finalmente es deber de la institucionalidad el articular la labor de
la Veeduría ciudadana con Casa de justicia, ICBF, Comisaria de familia, Policía
de menores y Personería para que haya más eficacia en la prestación de todos
los servicios y en el esfuerzo de la veedora.
Derivado de su experiencia en el Hogar de Clarita; tiene bien claro la
importancia de crear los hogares transitorios para personas en situación
de calle, adultos mayores y con discapacidad mental entre otros; mientras se
realiza el proceso de búsqueda del núcleo familiar.
Frente a los numerosos, y en aumento, casos de violencia intrafamiliar;
sugiere buscar la creación de un hogar
transitorio para aquellas personas que sufren violencias y maltrato, mientras se
dan soluciones reales, incluyendo una línea directa que atienda las 24 horas
del día, con el acompañamiento de un equipo interdisciplinario capacitado
exclusivamente para esta atención.
Fueron muchos los temas que se trataron en esa oportunidad, hoy como
siempre por falta de espacio; hemos intentado resumir la visión que Emma Vélez
Toro tiene de la salud en su ciudad.
Con lo anterior solo se busca reconocer esa inmensa labor desarrollada,
e independiente que desde lo político se le haya postulado para otorgarle ese
importante galardón – Medalla al merito… Toda una Vida – creemos que el
principal reconocimiento es adelantar las iniciativas necesarias, reconociendo
que el problema es bien complejo, para empezar a darle solución definitiva al
problema de la salud en la ciudad. Amanecerá y veremos.
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