Por obvias razones, no
siendo la intención exculparme, y sin ser un privilegio - todo lo contrario - procedo
inicialmente a narrar un pequeño fragmento de ese mundo sórdido donde conviven seres
humanos; muchos de ellos negándose a entender o sin tener muy clara la
diferencia entre la legalidad y la delincuencia.
Una vez allí el nuevo integrante acepta
que delinquir se convirtió en su proyecto de vida “casi legal” donde muchas
veces no importan las consecuencias, lo que si tienen claro es que - salvo
pierdan la vida en un nuevo intento - algún día volverán.
Todo da lugar en ese -
universo paralelo - Establecimiento Carcelario Nuestra Señora de las Mercedes;
que dicho sea de paso merece como institución una mayor atención - inversión para
su mantenimiento - desde el sector publico; precisando que este tema es la segunda
vez que se aborda.
La primera vez, fue el
pasado 26 de julio de 2014 cuando intenté llamar la atención sobre la necesidad que el Municipio de Cartago en el
Norte del Valle le transfiriera vía recursos propios, según lo dispuesto en la
ley 65 de 1993.
Es necesario que el municipio
haga el esfuerzo en ese tipo de inversión; ejecutando los recursos, a través
del Fondo de Seguridad y Convivencia
Ciudadana, los que se originan del 5% del valor de los contratos de obra pública.
También determina la norma,
artículos16 al 19, sobre la obligatoriedad de atender la dotación de elementos
y recursos necesarios para los internos, reparación, adaptación y mantenimiento
de edificios y de sus servicios.
Es entonces oportuno llamar
la atención sobre algunas iniciativas adelantadas, desde el pasado, por la Directora
de dicho establecimiento carcelario la Administradora Educativa y Especialista
en Orientación Escolar Karla Liliana Torres González, estas son algunas de sus necesidades:
Dotar al centro de un sistema
de cámaras de seguridad para la vigilancia y control en la institución y una
sala virtual para el trámite de imputación de cargos de los internos o aquellos
que se encuentren en remisión de otros centros penitenciarios de la región.
De gran importancia - toca
la esencia de los programas de rehabilitación - es la esperada aprobación, por
parte del Alcalde y de la Secretaria de Educación Municipal, del Modelo de
Educación Penitenciaria.
Decisión como política educativa que
consiste en otorgar la licencia de funcionamiento, aclarando que el proceso
educativo ya se está aplicando con los
internos de dicho establecimiento carcelario y que hace parte de la rebaja de
pena por trabajo y educación.
Para la financiación se utilizan
los recursos de la ley 715 de 2001 o del Sistema General de Participaciones vía
SGP Educación; modelo educativo aprobado y funcionando en otros centros de
reclusión del País; es decir los recursos se encuentran en el Ministerio de Educación…Hay
que gestionarlos a través de planes, programas y proyectos.
Regresando al tema que hoy nos
ocupa, otra es la forma de vida en los centros de reclusión; comparto, con
usted atento y respetado lector, algunos testimonios - otros imposibles de
narrar - de internos; algunos de paso y otros que siempre regresan - el
descanso del guerrero - añorando, en libertad, la gran casa que todo lo provee.
Busca el relato, en el
mediano plazo, abordar temas de alta sensibilidad y gran complejidad frente al reto de construir
un nuevo tejido social - desde lo penitenciario - que determine ese primer paso
para mejorar la calidad de vida intentando rehabilitar, a través de la
educación, en promedio 620 internos; sin
contar con un poco más de 250 personas, puestas a las autoridades carcelarias,
con detención domiciliaria.
El común denominador, de los
testimonios, gira alrededor de la forma como los internos enfrentan
psicológicamente el encierro; unos
centran la atención en su familia (padres, hermanos, esposa e hijos); otros,
tal vez por el rechazo en su hogar, se hacen parte de una familia que reside en
esa gran casa…La cárcel; estos últimos, muchos de ellos, no tienen otra opción porque
entienden que en la calle “La pista” no
hay futuro.
Lo más difícil de comprender
- seguramente depende del perfil sicológico - es la forma como exteriorizan el
aislamiento que expresan a través de la tranquilidad, resignación, excitación,
depresión, ira o angustia.
Éste es el testimonio de un
humilde campesino que llamaré “Cafetero”, 40 años, en su acento y lenguaje
carcelario deja claro su molestia ya que después de dos años de visitas su
compañera madre de 5 hijos - ninguno de el – sin explicaciones “le había dado
la curva” es decir lo había dejado; la otra preocupación su hija de 8 años -
desde los 6 no la ve - en poder de su hermana que lo odia.
Para recordar…“La Pantera”, 23
años, verdugo confeso desde los 14, formación militar, esperando la pena para,
algún día, salir y volver “a la pista” la calle e ir al encuentro, en cada
esquina, con la muerte para como siempre vencerla.
El común denominador en este
tipo de personajes es la “devoción” por los santos y los escapularios que
utilizan como amuleto, amarrado, en el tobillo derecho; memorias ancladas en los
rituales religiosos que por tradición familiar-oral los acompañan.
Llama la atención como antes
de dormir o en la mañana, hacen la señal de la cruz elevan una oración al
misericordioso - actúan igual que un devoto creyente - para finalmente concluir
su personal oración “ten compasión y el perdón para con esta go!#*%&*?#”¡… Describen
la cárcel como el descanso del guerrero.
Lo que no tiene aceptación o
justificación - en el patio - son aquellos que ingresan por casusas de
violación, maltrato o actos depravados contra los niños o menores de edad,
llamados en el argot carcelario “el violo” al ingresar al patio y tras las
rejas, reciben un trato cruel como bienvenida - alcanzando durar toda una noche
- por parte de los integrantes de “la camioneta” grupo de internos
seleccionados por su rudeza y encargados de la seguridad y el orden dentro de los patios y tras las rejas,
bajo las ordenes del “pluma” en cada patio.
En algunos casos “el pluma”
es solo una figura conciliadora y decorativa, sin un mando real, tras ellos
funciona una estructura piramidal “en la sombra” que ejerce el orden a través
del aviso o la intimidación; en algunos casos negocian treguas o alianzas; en otros
casos, el cambio de mando, obedece a la pérdida del poder de los “jefes” que se encuentran en
libertad.
Testimonios de presos de
otras cárceles, en remisión, indican que es “peligroso trabajar” en la ciudad -
extorsión, hurto y microtráfico - y cuando lo hacen, es de entrada por salida, en
todos los casos sienten mucho temor.
Por “la causa”, es decir el
tipo de delito con que se encuentra implicado el detenido es el fiel reflejo de
la lucha frontal por parte de las autoridades en contra del fenómeno de
microtráfico y los delitos conexos.
El día da comienzo, a las 5
de la mañana, el desayuno a las 6:00 AM, sigue el baño “el shawer”, el almuerzo
a la 11:00 AM y la comida a las 3:00 PM; todos los internos regresan a sus
celdas hacia las 4:00 PM. Los guardias, en tres turnos, realizan el conteo de
los internos dos o tres veces durante la jornada.
Calificando la alimentación,
“El bongo”, en una escala de uno (1) a
diez (10), unos le dan un siete (7), otros reclusos le anotan un 5 o menos; en términos generales la dieta es
balanceada y aparentemente tratada por una nutricionista.
En términos generales, por
parte de la guardia, con sus excepciones existe un trato respetuoso para con el
interno; algunos por buen comportamiento realizan oficios varios dentro del
penal, estudian o trabajan en talleres.
Los sábados permiten la
entrada de hombres y los domingos cada mes de los niños, cada ocho días la
visita de las esposas, compañeras permanentes, amigas, novias y madres; es un
largo desfile de sus mujeres y bellas damas de todos los estratos sociales.
Frente a los hechos, tuve
muy claro que la vida había cambiado desde ese 17 de septiembre del 2007 cuando
renuncié de manera voluntaria al cargo de Profesional Universitario cargo
desempeñado desde agosto de 2001.
De hecho - tal vez como
expiación - desde el 6 de junio de 2009 he dedicado parte de mi tiempo, a
través de éste blog o columna de opinión, e independiente de los Alcaldes de
turno he opinado sobre sus iniciativas, realizaciones, faltas y equivocaciones,
por negligencia o incompetencia, en la intención de aportar un grano de arena
en la construcción de una nueva ciudad.
Para finalizar… Es mi deber -
cuestión de conciencia - Pedir perdón a la justicia, a la juez, a los fiscales
especializados, a mi núcleo familiar, amigos y a mi ciudad por las faltas
cometidas, por acción u omisión, durante los hechos que generaron los actos de
corrupción.
Solo resta esperar termine
en el tiempo el fallo de la justicia; exhortando a todos para continuar
trabajando - cada uno desde su perspectiva o sitio de trabajo - por una nueva ciudad donde nuestros hijos y
nietos tengan más oportunidades de crecer y desarrollarse aportando, como
buenos ciudadanos y lideres, cada uno iniciativas que permitan el crecimiento y
desarrollo sostenible con responsabilidad social y ambiental. Amanecerá y
veremos.
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