Desde el mismo momento en que el
Presidente de la República el economista Juan Manuel Santos Calderón, lanzó su
plataforma económica y política resumida en la frase “El Mercado hasta donde
sea posible, el Estado hasta donde sea necesario“ esperando sea el camino - si se
da la reconciliación - a recorrer durante, el inicio del postconflicto, los próximos
cuatro años.
Más que sentarme a pensar,
para luego escribir, en como oponerme a ella, lo que logró fue motivarme ha empezar
a estudiar sobre el tema; no la extensa literatura que sustenta la ideología socialdemócrata,
el neoliberalismo o inclusive sobre el mismo comunismo.
Lo primero que hice, con
entusiasmo, fue buscar un documento elaborado en mi época de estudiante de Economía,
que resumía y comparaba el aporte de algunos pensadores desde lo económico como
Sto. Tomas de Aquino, Mun, Colbert, Serra, Smith, Maltus, Ricardo, Say y
Keynes; y al no encontrarlo también recordé a Stuart, Moro, Owen, Marx, Engels,
Marshall entre otros teóricos.
Más lo poco que se ha leído –
en artículos económicos - en español material valioso que puede aportar “El
Capital en el siglo XXI” del nuevo gurú en economía de Thomas Piketty que de
alguna manera retoma el tema de la errónea distribución del ingreso o las
disparidades económicas entre ricos y pobres, base de todos los males en las economías
en vía de desarrollo; donde el mercado no está a la mano - de las mayorías - y mucho
menos satisface las mínimas necesidades básicas de la población en los estratos
0,1 y 2.
Cada uno de ellos - desde Aquino
hasta Piketty - pensó casi en lo mismo y lo explicó de una manera diferente de
acuerdo a su tiempo y las concepciones religiosas, políticas, económicas y
sociales que imperaban en ese momento histórico; como el actual.
Ahora de lo que se trata es
de entender la propuesta sobre esa “Tercera Vía”; no como un discurso demagógico
- así lo quiere presentar la oposición - que obligaría, a las puertas del postconflicto,
ajustar el actual modelo económico que interprete la próxima realidad política y
social de la nación y con la mirada atenta - eso esperamos - de Unasur, modelo
que ajustado a la realidad de esos otros países, mencionemos a la hermana República
de Venezuela, ayudaría en el mediano plazo a mejorar la calidad de vida de sus
habitantes.
No se trata de examinar si
dicha plataforma política tuvo éxito o no frente al modelo económico anglosajón
o norteamericano; lo que se trata es de corregir la enorme desigualdad en la distribución
del ingreso y de paso cerrar la brecha entre los más ricos y los más pobres; mediante
el fomento de una economía de mercado donde haga fuerte presencia el sector
privado a través de las alianzas publico-privadas; y sin caer, en el intento,
en las propuestas ideológicas de las extremas derechas y/o izquierdas que tanto
dolor y rezago nos han dejado en infraestructura, tecnología, educación, y
salud entre otros.
Lo urgente e importante es
encontrar el punto medio, entre la frase célebre “Laissez faire, laissez passer”
que traduce del francés “Dejen hacer, dejen pasar” que abogaba por el libre
comercio, cero impuestos y la libre movilidad de los factores producticos -
Capital, trabajo. recursos naturales y la tecnología - y el otro extremo del modelo expresado en un
Estado Totalitario, donde una hoja no se puede mover sin la autorización del gobierno;
o la, en formación, próxima dictadura de turno.
Desde lo nacional debemos de
entender que es clave el fortalecimiento del agro y la industria, no solamente vía
subsidios o proteccionismo ya que las hacen poco productiva, creativa y competitiva
en calidad frente a la exigencia de los mercados internacionales; de hecho el cambio
debe de empezar desde el interior de esos gremios.
De lo que si se trata, eso espero,
es en revisar entre otras las políticas monetarias ejecutadas desde el Banco de
la República, a través principalmente del manejo en las tasas de cambio, que ha
contribuido al control de la inflación y favoreciendo a la banca; pero limitando,
un mayor, el crecimiento en el % Producto Interno Bruto (PIB).
Otro aspecto para analizar,
de los muchos que faltan, es lo relacionado con la forma de estimular la
demanda agregada, ecuación, donde el consumo de bienes y servicios es
fundamental para que el ciclo económico se haga ágil y dinamice la economía en
su conjunto - y muy relacionado con una de las principales variables macroeconómicas
como lo es la generación de empleo productivo – lo que en parte se logra, si se
rompe el paradigma de los industriales, mejorando el incremento porcentual en el
Salario Mínimo Legal Vigente que históricamente no ha subido más allá de los
4 puntos; y que otros analistas denominan el “Salario Vital” por algo tan
sencillo… Si aumenta la liquidez… aumenta el consumo. Amanecerá y veremos.
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