sábado, 19 de julio de 2014

A PROPÓSITO DE LA TERCERA VÍA


Desde el mismo momento en que el Presidente de la República el economista Juan Manuel Santos Calderón, lanzó su plataforma económica y política resumida en la frase “El Mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario“  esperando sea el camino - si se da la reconciliación - a recorrer durante, el inicio del postconflicto, los próximos cuatro años.

Más que sentarme a pensar, para luego escribir, en como oponerme a ella, lo que logró fue motivarme ha empezar a estudiar sobre el tema; no la extensa literatura que sustenta la ideología socialdemócrata, el neoliberalismo o inclusive sobre el mismo comunismo.

Lo primero que hice, con entusiasmo, fue buscar un documento elaborado en mi época de estudiante de Economía, que resumía y comparaba el aporte de algunos pensadores desde lo económico como Sto. Tomas de Aquino, Mun, Colbert, Serra, Smith, Maltus, Ricardo, Say y Keynes; y al no encontrarlo también recordé a Stuart, Moro, Owen, Marx, Engels, Marshall entre otros teóricos.

Más lo poco que se ha leído – en artículos económicos - en español material valioso que puede aportar “El Capital en el siglo XXI” del nuevo gurú en economía de Thomas Piketty que de alguna manera retoma el tema de la errónea distribución del ingreso o las disparidades económicas entre ricos y pobres, base de todos los males en las economías en vía de desarrollo; donde el mercado no está a la mano - de las mayorías - y mucho menos satisface las mínimas necesidades básicas de la población en los estratos 0,1 y 2.

Cada uno de ellos - desde Aquino hasta Piketty - pensó casi en lo mismo y lo explicó de una manera diferente de acuerdo a su tiempo y las concepciones religiosas, políticas, económicas y sociales que imperaban en ese momento histórico; como el actual.

Ahora de lo que se trata es de entender la propuesta sobre esa “Tercera Vía”; no como un discurso demagógico - así lo quiere presentar la oposición -  que obligaría, a las puertas del postconflicto, ajustar el actual modelo económico que interprete la próxima realidad política y social de la nación y con la mirada atenta - eso esperamos - de Unasur, modelo que ajustado a la realidad de esos otros países, mencionemos a la hermana República de Venezuela, ayudaría en el mediano plazo a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

No se trata de examinar si dicha plataforma política tuvo éxito o no frente al modelo económico anglosajón o norteamericano; lo que se trata es de corregir la enorme desigualdad en la distribución del ingreso y de paso cerrar la brecha entre los más ricos y los más pobres; mediante el fomento de una economía de mercado donde haga fuerte presencia el sector privado a través de las alianzas publico-privadas; y sin caer, en el intento, en las propuestas ideológicas de las extremas derechas y/o izquierdas que tanto dolor y rezago nos han dejado en infraestructura, tecnología, educación, y salud entre otros.

Lo urgente e importante es encontrar el punto medio, entre la frase célebre “Laissez faire, laissez passer” que traduce del francés “Dejen hacer, dejen pasar” que abogaba por el libre comercio, cero impuestos y la libre movilidad de los factores producticos - Capital, trabajo. recursos naturales y la tecnología -  y el otro extremo del modelo expresado en un Estado Totalitario, donde una hoja no se puede mover sin la autorización del gobierno; o la, en formación, próxima dictadura de turno.

Desde lo nacional debemos de entender que es clave el fortalecimiento del agro y la industria, no solamente vía subsidios o proteccionismo ya que las hacen poco productiva, creativa y competitiva en calidad frente a la exigencia  de los mercados internacionales; de hecho el cambio debe de empezar desde el interior de esos gremios.

De lo que si se trata, eso espero, es en revisar entre otras las políticas monetarias ejecutadas desde el Banco de la República, a través principalmente del manejo en las tasas de cambio, que ha contribuido al control de la inflación y favoreciendo a la banca; pero limitando, un mayor, el crecimiento en el % Producto Interno Bruto (PIB).

Otro aspecto para analizar, de los muchos que faltan, es lo relacionado con la forma de estimular la demanda agregada, ecuación, donde el consumo de bienes y servicios es fundamental para que el ciclo económico se haga ágil y dinamice la economía en su conjunto - y muy relacionado con una de las principales variables macroeconómicas como lo es la generación de empleo productivo – lo que en parte se logra, si se rompe el paradigma de los industriales, mejorando el incremento porcentual en el Salario Mínimo Legal Vigente que históricamente no ha subido más allá de los 4 puntos; y que otros analistas denominan el “Salario Vital” por algo tan sencillo… Si aumenta la liquidez… aumenta el consumo. Amanecerá y veremos.

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