Y
PLANTEAR SUS POSIBLES SOLUCIONES. Hacerla visible es
examinar, de manera reflexiva y desapasionada, los asuntos de Estado que van más
allá de competencias fundamentales como lo son la libertad y el orden; en cuyo
resultado, hoy día, persisten los desequilibrios económicos y sociales; y que
no son otra cosa que la sumatoria de erráticas políticas públicas regionales y
municipales bases donde se asienta la pirámide institucional.
Hoy comenzando con el final,
respetuosamente sugerimos que en el gran Acuerdo para la Terminación del
Conflicto se le de especial importancia a todas aquellas iniciativas que
signifiquen, sin dilación, otorgarle mayor autonomía - descentralización
administrativa - e importancia a los entes territoriales municipales;
fortaleciendo al tiempo los controles administrativos y fiscales.
La divulgación de los 3
preacuerdos - borradores conjuntos - a los que han llegado los delegados del gobierno nacional y
las guerrillas, vistos desde la provincia le dan un nuevo perfil a las negociaciones; y se convierten hasta ahora, en el mejor signo de inclusión que con
toda seguridad marcará el camino de la reconciliación nacional, y que
seguramente le imprimirá un nuevo ritmo a la mesa de dialogo.
Sin perder de vista que lo
allí acordado debe de ser refrendado, por todos los colombianos, a través de
algún mecanismo de legalización que garantice darle punto final al rancio - “se
dice de las cosas antiguas y de las personas apegadas a ellas” - conflicto
armado.
Decisivos pasos que
permitirán empezar a recorrer el largo,
por lo menos otros 20 años, y dispendioso camino del postconflicto; tiempo
justo y necesario durante el cual las partes pero en especial las guerrillas - o
el partido político que las va a representar - comprendan, por fin, que el país
necesita de manera urgente mejorar los niveles de productividad intelectual tan
necesarios para ser, integralmente, una nación competitiva a nivel global.
Solo ahora y después de años
de aspirar polvo y ácaros de libros viejos, aparte de disfrutar el fresco y
exquisito aroma de los nuevos; logro llegar a la infame conclusión que gran parte
de los enormes problemas del Estado se deben y para el caso que hoy nos ocupa,
a la práctica recurrente de 3 asuntos muy correlacionados: uno, no haber
examinado a profundidad y a tiempo los problemas económicos - por ej. Desempleo
-, sociales - centenarias marchas campesinas - y políticos - corrupción -; dos.
La indiferencia e incompetencia de los dirigentes políticos –nefastos gobiernos
nacionales y en especial municipales -.
Y tres. La complicidad en
manos de los grupos de opinión - desde la oposición que, en la mayoría de los
casos, solo defienden intereses mezquinos - a través de los diferentes medios de
comunicación, pero en especial el reciente poder de las redes sociales.
Ahora comprendemos el
porqué de la alta tasa de emigración durante las décadas del 70 y el 80 de
gente del común, empresarios e intelectuales; algunos extraviaron el camino en la ilegalidad, fuga
de capitales o por causas ideológicas - algunos con el falso ropaje de
perseguidos políticos - muchos para terminar ocupándose en oficios varios; honrada
actividad que en el país de origen les causaba condena social al intentar realizarlos (lavar pisos y baños entre otros); todo a causa de la incertidumbre económica
y/o evitando el estancamiento o el declive social. En todos los casos son
problemas que llevan más de 50 años en periodo de incubación.
Con toda seguridad el mas
reciente logro del Presidente de la
República, el economista Juan Manuel Santos Calderón, no fue su reelección
presidencial que bien costosa le salió -
por eso aplaudimos la propuesta de eliminación de la misma -; sino el haber hecho visible, a punta de exabruptos - ej. No
reconocer las marchas campesinas -, a través de los diferentes medios públicos
y privados, la cruda realidad social de la nación expresada en ataques, paros y
marchas.
Intentando corregir el desvió
en el camino recorrido a causa de la polarización - por desconfianza y miedo o por
el sencillo desconocimiento de la letra de los acuerdos - derivado del manejo maniqueo del proceso de
paz; se acertó en la decisión conjunta de socializar los primeros 3 borradores acordados
en la mesa de negociación y que tienen
que ver con: la reforma rural integral, participación en política y la solución
al problema de las drogas ilícitas, y a futuro convertirse en políticas de
estado.
Tal parece y complementario
a lo anterior y sin perder de vista la reconciliación; para el análisis que se
viene es necesario tener en la cuenta los pilares sobre los que descansa el segundo
gobierno, de Santos Calderón, como lo son: la paz, la equidad y la educación.
Si volvemos a observar - el país
- por el retrovisor, de nuevo encontramos, en especial si nos comparamos con
los países de la región, para bien de unos y para mal de
las mayorías, lo exitoso del manejo de
las principales variables macroeconómicas desarrolladas como política de
Estado; de ahí la estabilidad, sin sobresaltos, de la economía nacional en su
conjunto. La pregunta que surge es ¿Cómo le ha ido al comerciante o empresario
pequeño o mediano?
Que por supuesto tiene sus contraindicaciones,
en especial y derivado de la rigidez en las tasas de cambio frente al dólar y
en general la rígida política monetaria, que conlleva al lento
crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que en términos domésticos es la producción
de bienes y servicios por una nación; pero al tiempo el desbordado fortalecimiento
de la banca en menoscabo del pequeño y mediano inversionista que ve como los
intereses bancarios lo asfixian y no lo dejan llegar al punto de equilibrio ya
que su capacidad productiva - produce por debajo de la optima capacidad de planta
- y la generación de empleo están por debajo del mínimo tamaño optimo para subsistir
en un corto escenario de 10 años; ya que la mayoría cierra plantas por quiebra financiera.
Consideramos que el punto
anterior es muy importante para el análisis de la reforma rural integral sobre
todo en su papel de agente dinamizador de la economía rural como lo es aumentar
la productividad del campo generando más empleo productivo que no es otra cosa
que absorber la nueva mano de obra que hoy empuña los fusiles.
No menos importante es
sentar las bases para que las regiones y los municipios, desarrollen políticas
públicas - en el largo plazo - tendientes a estabilizar la deuda pública, mejorar
la calidad en la educación, garantizar la atención en la salud e incrementar la
inversión en obra pública; y así evitar que los gobiernos, en especial los locales,
mediocres de turno den al traste con el anhelo de las mayorías e impidan - por incompetencia y/o negligencia - el crecimiento y desarrollo sostenible con
responsabilidad social y ambiental. Amanecerá y veremos.