Son diferentes los retos que
debe enfrentar el alcalde de la ciudad de Cartago en el Norte del Valle, el
abogado y escritor Carlos Andrés Londoño Zabala, igual de arduo son clasificarlos
con base en su importancia estratégica y/o de urgencia en los temas de
inclusión social.
La clave para abordarlos es tener
muy presente la diferencia entre lo importante versus lo urgente; primero es lo
primero.
En este orden de ideas y no
siendo este asunto lo primero en su importancia, sí lo son las finanzas; visto,
en el corto plazo, urgente de intervenir es el tema de la movilidad y el manejo
del espacio público. ¡Tremendo caos! ¿Qué imagen le proyecta a usted, atento y
respetado lector, el centro de la ciudad?
El asunto que nos ocupa hoy;
lo vamos a tratar desde la perspectiva de modernidad y como organización de
ciudad, ocupada por propios como por visitantes, frente a la necesidad de implementar
un auténtico modelo de movilidad para la ciudad.
Ya que en la cotidianidad - y
en ausencia de un sistema práctico de movilidad - lo actual aún conserva, para bien
o para mal, la huella que dejaron los líderes de comienzos de la década de los 50’s
y los 60´s cuando intentaron planificar la ciudad.
¿Era ya conocido el concepto
“planificar” en esa época? ¿Cometieron errores y/o improvisaron? o ¿Solo fue el
impulso del sentido común? Hoy el menos común de los sentidos.
Demos paso entonces al asunto que, hoy, nos preocupa…Primero recordando lo
dispuesto por el Artículo 24 de la Constitución Política, “…todo colombiano
tiene derecho a circular libremente por el territorio nacional, pero está
sujeto a la intervención y reglamentación de las autoridades para garantía de
la seguridad y comodidad de los habitantes, especialmente de los peatones y de
los discapacitados físicos y mentales, para la preservación de un ambiente sano
y la protección del uso común del espacio público…”.
Lo segundo, lo complementa,
la Ley 769 de 2002; el “Código Nacional de Tránsito” dicta normas que rigen en
todo el territorio nacional y regulan la circulación de los peatones, usuarios,
pasajeros, conductores, motociclistas, ciclistas, agentes de tránsito, y
vehículos por las vías públicas o privadas que están abiertas al público, o en
las vías privadas, que internamente circulen vehículos; así como la actuación y
procedimientos de las autoridades de tránsito.
La norma establece los siguientes principios rectores: seguridad de los
usuarios, calidad, oportunidad, cubrimiento, libertad de acceso, plena
identificación, libre circulación, educación y descentralización.
Son las autoridades de Tránsito: Ministerio
de Transporte, Dirección de Tránsito y Transporte, Fuerza Pública (Policía
Nacional, Ejército Nacional), Gobernadores, Alcaldes e Inspectores.
Son los destinatarios: peatones,
usuarios, pasajeros, conductores, motociclistas, ciclistas y agentes de
tránsito.
Para entrar en materia y
bajo el entendido que ésta - la movilidad - tiene como principales responsables,
desde lo institucional, a la Secretaria de Tránsito y a la Secretaria de Gobierno.
Entonces le corresponde, a ellas, el manejo de la movilidad, la primera como
autoridad suprema del tránsito la que debe definir, orientar, vigilar e
inspeccionar la ejecución de la política municipal en materia de tránsito. ¿Cumple
esas funciones la actual Secretaria, hasta hace poco Instituto de Tránsito y Transporte?
La segunda - Secretaria de Gobierno - velar por la preservación de un
ambiente sano (libre de todo tipo de contaminación, visual, auditiva, emisión
de gases, impacto en el medio ambiente, etcétera) y la protección del uso común
del espacio público. Ojo con esto último.
Sin perder de vista, y transversal
a las anteriores, la Secretaria Planeación, por aquello de la autorización de
los usos de suelo entre otros.
Ya que ejerce, desde lo
técnico, el control necesario para darle forma y contenido de ese plan de movilidad urbano en la ciudad.
¿Por qué es tan necesario
ese Plan de Movilidad? ¿Dónde se refleja la problemática actual? Son preguntas
que usted deberá responder al final de esta lectura.
Hoy abordémosla de una manera
simple, concluyamos que la primera impresión que recibe el usuario, cuando por
fin llega al Parque de Bolívar, es la forma caótica como funciona el centro de
la ciudad.
Importante destacar que allí
se concentra el patrimonio arquitectónico de la ciudad desde lo religioso,
cultural, hotelería, turístico y artístico.
También allí se asienta el
sistema comercial, gremios, la academia y lo financiero entre otros, que de
alguna manera inciden en su productividad, la conectividad y la competitividad como
ciudad de cara al eje cafetero y atendiendo los exigencias del norte del valle.
¿Cómo ciudad región?
Lo anterior genera
diariamente un flujo de personas en busca de bienes y servicios, que exige menores
tiempos de respuesta para sus cada vez mayores requerimientos frente a la
oferta y demanda de los mismos.
Mercado en crecimiento
poblacional que debe de ir de la mano con el aprendizaje de una adecuada
cultura ciudadana que permita la convivencia pacífica en el uso adecuado del
mercado de esos bienes y servicios.
Hoy la concebimos – la ciudad
- de una manera muy diferente; en su actuar y desarrollo es más parecida en el
diario trasegar a un pequeño pueblo, donde la organización y la cultura
ciudadana dejan mucho sobre que reflexionar.
Conductores y peatones que
no transitan por su derecha, arrojan basuras en parques y vía pública,
vehículos que al hacer el pare obligatorio no respetan las cebras (rayas
blancas, que indican el paso autorizado para el peatón) y se detienen sobre
ellas.
Proliferación de vendedores
estacionarios y ambulantes, parqueo de vehículos en sitios no autorizados, transitar
en sentido contrario por la vías por parte de motos, triciclos, bicicletas y
carretas de mano, adelanto de vehículos de manera irregular.
Desplazamiento a una
velocidad superior a la estipulada en vías urbanas y céntricas… en fin una
serie de irregularidades que pasan generalmente inadvertidas por parte de las
autoridades responsables de hacer cumplir esas normas de movilidad y de sana
convivencia. ¿Les da temor hacerlas cumplir? ¿Desconocen la reglamentación?
¿Ponen en marcha decretos y normas inútiles?
También es normal observar,
semáforos recién instalados en mal funcionamiento, ausencia o deterioro de la
señalización en vía publica que evite accidentes, instalación sin autorización de reductores de velocidad que generan accidentes o conflictos entre el peatón
y conductor.
En casi todos los casos los comerciantes
informales, peatones y conductores actúan sin atender las normas básicas se seguridad
cometiendo todo tipo de infracciones como: obstaculizar la vía pública, caminar
sobre las vías por sitios no autorizados, uso no certificado del casco, sin
licencia para conducir, sin certificado
de revisión técnico mecánica, no uso de cinturones de seguridad entre muchos
otros hallazgos.
Transito de camiones y
tracto camiones en sector céntrico, saturación de taxis, motos y parqueo sin
control de buses, busetas y microbuses; hace que la movilidad en el centro de
la ciudad sea toda una pesadilla.
Como si lo anterior fuera
poco entre calles 7a y 14 entre Cra. 3ra y 6ta. Durante los últimos años se ha
convertido en un enorme parqueadero de vehículos en vía pública; más la
proliferación de zonas azules no autorizadas y falta de control sobre las ya
existentes.
En resumen se observa un caos
en la administración y utilización del espacio público en la ciudad; lo que
conlleva al aumento en los tiempos de desplazamiento – perdidas de tiempo y
mayores costos - ya que son comunes los trancones.
Parte de la solución de este
fenómeno, se obtiene mediante un trabajo de equipo a través de una alianza
estratégica entre la Fuerza Pública, la Secretaria de Transito y Transporte y
la Secretaria de Gobierno.
Cuya principal misión es la
“…seguridad, movilidad, prevención y aplicación de la norma, avanzando de
manera progresiva en el desarrollo y fortalecimiento de procesos de prevención,
pedagogía y sensibilización en general, con énfasis en la población
adolescente…”. En otras palabras hay que ir hasta los colegios y universidades,
para dar cátedra sobre esta problemática y en la calle para el universo de
conductores y peatones.
Para empezar, y con las
limitaciones logísticas actuales, como la falta de guardas y la de un terminal
de transportes terrestre por mencionar algunas; estas tres entidades Transito,
Gobierno y Planeación en un esfuerzo conjunto, deben crear un Observatorio Experimental sobre el Manejo
del Transito y el Espacio Público, en un trabajo de campo real.
El cual funcionaría de la
siguiente forma: Primero:
Identificar el área crítica a ser estudiada, monitoreada y valorada, la cual
podría ser, desde la Calle 7 hasta la calle 14, entre la carrera 3 y la carrera
6.
Segundo: En
ese cuadrante se llevarían a cabo operativos diarios orientados a identificar,
valorar y corregir operativamente las infracciones más frecuentes y el
inadecuado uso del espacio público.
Tercero:
Campañas de pedagogía (charlas, video capacitaciones, mimos, etcétera) sobre el
adecuado uso de las vías según el tipo de infractor en general, transeúntes, en
sillas de ruedas, bicicletas, triciclos, carretillas, carretas, busetas,
camiones, taxis, vehículos, vendedores ambulantes, vendedores estacionarios,
uso de andenes, uso de zonas azules (en el área delimitada para carros,
parquean motos y en área de motos parquean carros).
Cuarto:
Comparendos pedagógicos, en una primera fase, orientados a cambiar los hábitos
en el uso del espacio publico y el transito y
Quinto: Sanciones por
incumplimiento de las normas. Amanecerá y veremos.
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