Nuestro
tutelar Río de La Vieja nace en el Departamento del Quindío, se forma en el Valle
de Maravélez, (La Tebaida) donde confluyen los ríos quindío, verde y barragán integrándose
finalmente en uno solo; las aguas del río tienen una extensión aproximada de
102 kilómetros de los cuales el 69% hace su recorrido inicial en tierras de ese
departamento; el 10% en Risaralda y el restante 21% en la subregión del Norte
del Valle del Cauca, terminando su recorrido desembocando en el Rio Cauca muy
cerca del casco urbano en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.
Primera
conclusión: los departamentos de Quindío y Risaralda son los que - por
extensión territorial, área industrial, población urbana y rural - más lo contaminan
(con un 79% de participación); y tal parece, e independiente de los planes de acción
de las tres autoridades ambientales CVC, CRQ y la CARDER que lo regulan, nunca se han llevado a la practica (obras de
mitigación y de infraestructura física) menos
un acuerdo de cooperación entre esos tres (3) entes territoriales para el
manejo planificado de la cuenca; o mejor gestionar a nivel central la
aprobación de un Documento COMPES que garantice los recursos para adelantar obras;
en todos los casos para ser ejecutado desde el ministerio.
Primera
pregunta: ¿Donde están, y que han hecho al respecto, los actuales congresistas
de la ciudad?... No cabe la menor duda que, la mayoría, pernocta en Bogotá
“afinando” planes, programas y proyectos, muchas veces haciendo lobby para tal
vez ser “negociados” en otras regiones.
Durante su recorrido
el río tiene seis puertos así: El Alambrado, San Pablo, Samaria, Puerto Alejandría,
Piedras de Moler y Cartago, la cuenca como tal tiene una extensión de 2.880.14
Km2, y un poco más de 1.500.000 habitantes; de los que hacen parte 21
municipios y existen, para bien o para nada, tres (3) autoridades ambientales que
por competencia deberían conservarla a saber: La Corporación Autónoma Regional
del Quindío (CRQ); la Corporación Autónoma Regional del Risaralda (CARDER) y La Corporación Autónoma Regional
del Valle del Cauca (CVC).
Valdría la pena
revisar, en los informes de gestión durante los últimos diez (10) años para conocer que
inversiones en infraestructura han realizado en la subregión del Norte del
Valle.
Segunda conclusión: a
pesar de estar reglamentadas a través de resoluciones, acuerdos, ordenanzas, decretos
y leyes, hoy solo por mencionar el decreto ley 2811 de 1974 o código nacional
de recursos naturales, Ley 99 de 1993 o ley de medio ambiente y las posteriores
que la reglamentan; ley 388 de 1997 o de ordenamiento territorial y decreto 1604
y 1729 de 2002 sobre el manejo cuencas hidrográficas.
Entonces queda claro
la poca inversión registrada de las mencionadas corporaciones; la cual es destinada a costosos estudios, cartillas, videos,
libros y conferencias pero nada sustancial han hecho para recuperar dicha
cuenca.
Tercera conclusión:
son las principales amenazas, aparte de la absoluta negligencia de la clase política
regional, el crecimiento geométrico de la población, las actividades
productivas: como la industria, la agricultura, turismo (hoteles y parques
ecológicos), minería legal e ilegal, elementos farmacéuticos, pesca y ganadería
intensiva con sus conocidos y letales efectos colaterales sobre el rio y en
general sobre el medioambiente en dicha cuenca..
Aparte de las micro
cuencas que impactan la, ya mencionada, cuenca hidrográfica del rio la vieja como
lo son: el rio Consota, Barbas, Quindío, Pijao, Barragán y las aguas residuales
de la misma Vieja, que, todas, vierten diariamente millones de litros de
residuos líquidos: Industriales, químicos (Alcalinos, tóxicos y coloreantes entre otros);
Aguas residuales domesticas (desechos orgánicos, grasas, detergentes,
hidrocarburos, plomo, mercurio, sales y ácidos entre otros); aguas residuales
agrícolas (Pesticidas, fertilizantes, residuos orgánicos de humanos, animales y
plantas entre otros); y aguas lluvias que arrastran todo tipo de desechos (cadáveres
y escombros principalmente).
Los científicos,
administradores y operarios de las redes de alcantarillado (aguas servidas al
rio sin tratar) tienen muy claro que toda esa “fina colada” produce
microorganismos y algas que al descomponerse sirven de alimento para las
bacterias, éstas a su vez compiten y consumen el oxigeno del agua llevando
lentamente el río a la muerte y a todos los seres vivos que hacen ecosistema en
el.
Cuarta conclusión: el
hecho que veamos el río correr bajo los puentes o a la rivera, de nuestra
ciudad, no significa que esté vivo, la realidad es que está casi muerto y eso
hay que explicárselo a nuestros hijos en especial a los niños, para que
empiecen a tomar conciencia de su responsabilidad frente al manejo respetuoso
del entorno ecológico.
A lo anterior hay que
sumarle el deterioro de la cuenca hidrográfica, lentamente desaparecen los
espejos de agua, las quebradas, los riachuelos y los ríos con consecuencias inevitables como la
degradación del suelo; máxime cuando éste es expuesto a la explotación
intensiva y extensiva en actividades industriales, pastoriles, agrícolas y
mineras.
Más grave aún, las
autoridades ambientales, a pesar de contar con los recursos financieros recibidos
a través de la sobretasa ambiental; no hacen prácticamente nada por la conservación
y preservación del medio ambiente; mientras
los saldos en caja y bancos en las tesorerías de esas Corporaciones reportan al
final de cada vigencia fiscal, miles de millones de pesos ociosos (cero
inversión bruta de capital) y rentando a la mejor tasa de interés en el mercado
financiero.
A
riesgo de equivocarme tal vez el último documento importante, elaborado al
respecto, por allá en la vigencia fiscal 2008 llamado “Plan de Ordenación y
Manejo de la Cuenca Hidrográfica del Río La Vieja” irónicamente subtitulado
como: “El rejuvenecer de la vieja” igual, sin mayor trascendencia y
aplicabilidad desde lo ambiental.
Sigamos
recordando, en ese mismo año y en un escenario político diferente, el entonces
Ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial Juan Lozano Ramírez, junto a la Corporación Autónoma
Regional del Quindío y las autoridades regionales ambientales (Carder, CVC y
representantes del Sistema de Parques Nacionales Naturales) firmaron en Armenia,
un convenio en el que se comprometían a cuidar, preservar y conservar los
ecosistemas que hacen parte de la cuenca hidrográfica del Rio de la Vieja.
¿Populismo ambiental?
En su momento el ministro manifestó: "Este
convenio se convierte en un instrumento de superior jerarquía a la hora de
definir usos del suelo, actividades de recuperación del control ambiental y del
control de actividad de las industrias en los distintos sectores productivos,
en las distintas etapas, en los distintos municipios que hacen parte de la
cuenca".
La segunda pregunta de hoy es: ¿Qué se ha hecho por el
ecosistema de la cuenca hidrográfica del Rio de la Vieja? Fueron solo actos
protocolarios, propagandísticos y politiqueros, o ¿será se ha venido trabajando
en este tema?
Posteriormente el 25 de Julio de ese mismo año, la
misma Corporación Autónoma Regional del Quindío – CRQ, y basada en estudios
técnicos, “Prohibía”, la advertencia era la siguiente: “…Es peligroso tener
contacto con el agua del Río la Vieja, porque está altamente contaminada…” el
funcionario Martínez, de ese entonces, de la CRQ, igualmente afirmó: “…Son varias
las quebradas que desembocan en el Río de La Vieja y la mayoría de ellas,
vienen contaminadas con los residuos y aguas negras de las poblaciones
rivereñas, por eso, no es adecuado el contacto con los humanos…” Ojo con eso..
Corría el segundo semestre de
2008 y para los expertos ambientalistas, sus aguas se encontraban en estado muy
crítico; La primera conclusión (de ellos) las principales amenazas comienzan al
paso del río, de la vieja, por el Departamento del Quindío, donde nace e irónicamente
doce de sus municipios, incluida su capital Armenia, depositan en él la
totalidad de sus desechos y aguas negras, convirtiéndose en el primer colapso
de La Vieja.
Luego la
zona industrial del Risaralda, descarga sus aguas a la también moribunda quebrada
Consota, por este afluente baja más del 90 por ciento de las aguas negras que
produce Pereira-Dosquebradas, durante el tramo igual se nota la presencia de
actividades orientadas a la extracción de material de rio, piedra y arena,
dichas aguas llegan luego hasta la bocatoma del acueducto de Cartago, ubicada
un kilómetro antes de la zona urbana.
No
perdamos de vista la siguiente pregunta ¿Qué han propuesto, los Risaraldenses, para mitigar el enorme daño ecológico que
desde hace décadas le causan, cada
segundo, a las aguas del Rio de la Vieja a través del Rio Consota? ¿Existe algún
tipo de indemnización o cooperación?
Basta recordar
que en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle intervienen los areneros con
su trabajo, familias que viven de esa actividad de extracción de material de
rio; actividad desarrollada principalmente en barrios como: La Arenera, La
Platanera y La Playa; finalmente y a falta de una escombrera el río recibe descargas
de desechos de construcción (el rio, hace las veces de Escombrera Municipal)
con los cuales y de manera rudimentaria, tal parece, se pretende improvisar un muro de contención
para evitar inundaciones en temporada de invierno.
Detrás
de esos escombros llegan toneladas de basura que debilitan aún más el trayecto
del río y finalmente se inicia y se declara el estado comatoso de La Vieja,
producido por el vertimiento de aguas y químicos; mas las actividades desarrolladas
por la operación de empresas
industriales.
A su
paso por Cartago, la ciudad se convierte en su último verdugo. En el colector
de la calle diez, subiendo al parque de La Isleta, nosotros vertimos a La Vieja
el 80 por ciento de las aguas residuales que se producen, luego el zanjón lavapatas,
que a su vez recibe el resto de las aguas negras de Cartago, seis kilómetros
más abajo el Rio de la Vieja entrega lo poco que le queda de vida al también
desahuciado Río Cauca.
Resumiendo
todas estas actividades antes mencionadas, más el incremento en la descarga de
sedimentos y nutrientes, resultado de la actividad cafetera en la cuenca, las heces
y descargas de orina humana y animal, más el uso, sin la regulación del impacto
ambiental por el uso de piscinas y quebradas, la deforestación, la expansión de
la agricultura en especial la caña de azúcar y el uso extensivo e intensivo de
los pastos dedicados a la ganadería, sin proteger quebradas y riachuelos de la zona,
todas esas actividades productivas están presionando aún más la problemática ambiental
sobre el Rio de la Vieja, la pregunta es ¿Donde están las autoridades
ambientales para controlar esta situación?
Ya
conocemos los principales factores que amenazan la vida en la Cuenca del Rio de
la Vieja, el objetivo de este articulo no es otro que resaltar la importancia
del ecosistema, de la vida no solo
acuática sino en las microcuencas, plantas y animales, y en general en el
equilibrio ambiental que la misma naturaleza intenta corregir sin la ayuda del
hombre o de la tecnología que disponga para corregir o mejor para convertir en
agua potable algo que no tiene vida.
La
estadísticas demuestran que más de 100 acueductos se surten de las aguas de la Cuenca
de este Rio de la Vieja, para el caso de nuestro municipio algunos ya dudan de
la potabilidad del agua que consumimos (en lo personal creo que cada día sale costosa
procesarla y a futuro alguna contraindicación para la salud tendrá, derivado
del uso de tantos químicos); pero ésta no debe de ser razón para ignorar, que
como fuente de vida natural el Rio la Vieja está agonizando.
Entendamos, como
sociedad civil, que el panorama cada vez
es mas critico; ahora viene la temporada de lluvias; pero no perdamos de vista el
recalentamiento global, la desaparición de los paramos que son solo una parte
de la cadena de errores que la humanidad viene cometiendo durante los últimos
100 años.
Finalmente este es un
urgente llamado a la dirigencia de Cartago y el Norte del Valle, Risaralda y Quindío,
ya que deben de entender y como se menciono al comienzo de esta nota, las
actividades productivas tienen un impacto nefasto en los ecosistemas de la Cuenca
del Rio de la Vieja; no olvidemos los Cartagüeños que todo lo que se haga o se
deje de hacer desde el nacimiento del Rio la Vieja en la Tebaida hasta la
desembocadura en el Rio Cauca tiene un impacto directo en la salud de todos nosotros
y de nuestra ciudad; en todos los casos, tal parece, estamos “Atollados”… Con
el agua lejos y las uñas largas. Amanecerá y veremos.
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