No
cabe la menor duda sobre los retos que giran alrededor del transporte, la
movilidad y el adecuado manejo del espacio público; los que quedaron
manifiestos luego del conversatorio
realizado, durante la semana pasada, entre los empresarios del transporte y el alcalde municipal, Carlos Andrés Londoño
Zabala, en su despacho en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.
Antes
de entrar en materia, recordemos que el tema del manejo del transporte público
en la ciudad lleva décadas sin poder ser resuelto a fondo; de hecho todos los anteriores
alcaldes han tenido que enfrentar el conflicto de intereses que surge entre los
que hacen parte del negocio del transporte legal de pasajeros en la ciudad.
Y
últimamente el contrapeso en la prestación de ese servicio por parte de la
economía informal que resulta más
barato; aunque asumiendo los riesgos en la integridad física por parte del
usuario ¿Riesgos para asumir versus bajo
costo?
Temas
que cobran de nuevo vigencia, todos buscando el beneficio de toda la comunidad
como los son: la propuesta de articular el sistema de transporte masivo a través
de un alimentador del Megabus en la ciudad, la construcción de la terminal de transporte
terrestre de pasajeros, la modernización vehicular del transporte público (chatarrización
de microbuses, buses y busetas) y el estudio de nuevas rutas y ciclos para las
actuales empresas de transporte, son entre otras alternativas que buscan
mejorar la calidad en la prestación de ese servicio.
En
esa pasada reunión, entre otros temas
tratados como el oportuno pago de impuestos, tasas y contribuciones; los gremios que representan el trasporte público de buses, busetas, microbuses y
taxis manifestaron preocupación frente a la creciente oferta informal del
mototaxismo.
Esa, ya no tan nueva, oferta de transporte
en la ciudad ha hecho, según los empresarios, que se disminuya los ingresos de
parte del gremio transportador; y para ello
plantean entre otras propuestas, de nuevo, y en este caso el gremio de
los taxistas, como parte integral de la solución el uso obligatorio del
taxímetro en la ciudad. ¿Será la mejor alternativa? ¿Hay estudios que lo
sustenten?
Finalizada la reunión quedo
claro que encontrar una solución definitiva no es nada fácil; por fortuna se observó
un ambiente cálido y de dialogo abierto, y concertación en la búsqueda de
soluciones a un problema que tiene casi una década sin encontrarle una real salida
a una situación de mercado del servicio
que afecta los ingresos y la rentabilidad de los trasportadores y el bolsillo
de los usuarios.
Donde hay dos claras
opciones el uso del taxi que tiene un costo mínimo de $3.500.oo pesos o las
otras dos (2) alternativas de
aproximadamente $1.500.oo ya sea micro o
moto. ¿Son los tres(3) mercados diferentes?
Quedó entonces sobre la mesa
y para todos los involucrados en el negocio del transporte terrestre de
pasajeros que existen unos derechos, por ley, - en especial a la libre
movilidad - y unas obligaciones para con la comunidad que diariamente requiere
de un servicio seguro, oportuno, cómodo, ágil y económico que resuelva las necesidades
de movilidad de una población que cada día aumenta la demanda, a un justo
precio, de ese servicio.
Cabe entonces interrogarnos,
como ciudadanos del común, ¿Es posible obtener un servicio de transporte, en
todas sus diferentes modalidades, que sea bueno, seguro y barato?
Frente a esa realidad no
solo los usuarios sino las empresas privadas responsables de prestar ese
servicio entienden que siempre existirá, la posibilidad, de una demanda
insatisfecha - ya sea por baja oferta, altos costos o por la no prestación
oportuna del servicio.
Para resumir, los gremios deben
reconocer que existen tanto oportunidades como amenazas, por ejemplo la sobre-oferta del servicio de taxis, que se relacionan con la rentabilidad y la eficacia
en la prestación de ese importante servicio en la comunidad.
Desconociendo lo allí
dialogado, después de esa primera mesa de concertación, urge reglamentar la
organización empresarial y renovar el parque automotor de microbuses y congelar
los cupos para nuevos taxis; y analizar seriamente la creciente oferta,
informal del mototaxismo.
Temas álgidos que requieren
de mucho análisis y concertación ya que independiente de las decisiones que a
futuro de deban tomar; el mercado como
tal, es dinámico, incide sobre las curvas de demanda y la oferta y siempre
alrededor del precio de ese servicio; que para nuestro caso son $3.500.oo o
$1.500.oo pesos.
En la búsqueda de
soluciones, como siempre, cada cual tira para donde más le conviene y
defendiendo sus propios intereses, algunos, buscando el mínimo costo y otros la
mayor rentabilidad - así sea coyuntural como por ejemplo la venta del taxímetro;
el menos costoso podría valer, sin financiación, alrededor de $150.000.oo por unidad – que finalmente
terminará pagándolo el usuario del servicio.
Hoy trataremos algunas de
las posibles y diversas posiciones y propuestas que vamos a compartir con usted
atento y respetado lector.
Existe una queja
generalizada bajo el argumento que la oferta creciente del mototaxismo tiene en
jaque al transporte legal en taxi en la ciudad; aunque muchos taxistas
sostienen que el cliente de taxi es muy diferente en el perfil socioeconómico
al que usa el otro medio informal de transporte; estas son algunas razones que le
darán la razón o no a los quejosos.
La primera. Dicho servicio, el
taxi, como oferta de mercado está saturada desde hace más de 15 años; tal
parece ruedan diariamente en la ciudad un poco más de 643 taxis con tarifas
entre $3.500.oo y $12.000.oo pesos. Esa sobreoferta hace que muchos dueños de
taxi ganen menos de lo acostumbrado hace años; o algunas famiempresas tengan
que parar algunos móviles en el día o la semana.
La segunda. La obsolescencia,
vía chatarrización, de servicios complementarios como busetas y microbuses, con
largas rutas que no economizan tiempo; aunque algunos son relativamente modelos
recientes; es aquí en este sector de oferta de ese servicio, la que
consideramos es la que más se ve afectada por la oferta informal del transporte; ya que
manejan tarifas muy similares. En promedio $1.500.oo pesos; hay algunos micros
que cobran $1.000.oo en la intención de llegar al sector escolar.
La tercera. Creciente demanda de Motos, aproximadamente
45.000 unidades en la ciudad, utilizados como herramienta de trabajo y medio de
transporte individual y de familia para transportar los hijos al colegio. Hay familias
donde tienen hasta 3 motos; afectando a todo el gremio transportador.
La cuarta. El rápido
desarrollo urbanístico periférico que requiere de un transporte ágil y a bajo
costo.
Por esas razones la otra actividad,
así sea informal, ha venido ganando terreno y hoy día absorbe entre trescientos
y quinientos empleos informales diarios en la ciudad.
Insistimos que, tal parece,
está comprobado - testimonio de algunos taxistas - el mercado que atiende el
taxi es muy diferente en el perfil socio-económico al usuario del mototaxi,
algunas razones:
1. Estrato socioeconómico -
mayoría en situación de desempleo, estudiantes y amas de casa; 2. Requiere de
rapidez y a bajo costo $1.500.oo promedio en el desplazamiento. 3. El usuario
por necesidad o ignorancia asume los riesgos - posibles accidentes de transito
- para su salud al utilizar ese servicio.
Tampoco se ve como una buena
salida el autorizar el alza en el valor de la carrera mínima – hoy en $3.500.oo
– queda la duda de si es acertada la opción de la autorización para el uso del
taxímetro; y por supuesto acertado negar la aprobación de cupos para nuevos
taxis.
En todos los casos al
Gobierno Nacional, le urge tomar decisiones frente a este delicado tema de la creciente oferta
mototaxismo; que según estadísticas mueve más de 2.000.000 de personas
diariamente a nivel nacional.
Negocio que, en la ciudad,
resultó ser muy lucrativo, ya que existen microempresarios, tal parece algunos
vendieron sus taxis, y adquirieron motos
que alquilan entre $30.000.oo y $40.000.oo pesos diarios, con la condición que
el arrendatario deberá entregar la moto tanqueada al finalizar el día.
Frente a la reglamentación
del uso del taxímetro, queda evidente que la añeja iniciativa e independiente
de quien(es) se pueda(n) beneficiar de su aplicabilidad pudiendo ser el
ciudadano del común, el empresario o todos los anteriores… La conclusión, sobre
dicho tema, se la dejo a usted atento y respetado lector.
Empecemos por revelar un
primer aspecto y es ¿Cómo funciona el famoso dispositivo electrónico? que va conectado
al cuenta kilómetros del vehículo; este singular aparatico convierte kilómetros
o cuadras (una cuadra técnicamente equivale a 80 metros) recorridos en pesos
cobrados al desprevenido y apresurado usuario en la ciudad.
Hipotéticamente la carrera
mínima quedaría en $4.500.oo; el cálculo para el cobro final de la carrera parte
del banderazo digamos de $600.oo; también toma en cuenta,suma, la fracción adicional del kilómetro
(que equivale a nueve cuadras largas - posiblemente la hace más cara - en Cartago) valor del recorrido, sobre una tarifa en pesos por kilómetro.
Tomemos un ejemplo
hipotético digamos que un kilómetro recorrido le cuesta al pasajero $600.oo
pesos; ahora calculemos, si en un desplazamiento (A-B) se utilizaron 5.2
kilómetros, hasta aquí el costo de la carrera ya va en $4.120.oo pues el
proceso funciona de igual manera que la venta de minutos, si usted se gasta 1
minuto y un segundo, entonces le cobran los dos minutos, así de sencillo. Hasta
el momento le cuesta su carrera $4.720.oo
Pero la cuenta no termina
ahí, sigamos sumando, el dispositivo también calcula el precio por minuto de
espera (Y), lo que significa que tiene en cuenta (digamos le cobra $100.oo) ese
tiempo de espera; un trancón puede durar 1.5 minutos o más.
También puede ocurrir que,
le puedan cobrar y no es correcto, el tiempo transcurrido mientras usted con su
esposa e hijos más los abuelitos se acomodan en el taxi; si es correcto cobrar
cuando el semáforo se encuentra en rojo o dañado, en medio de trancones, entre otros;
que para nuestro caso hipotético serian otros $1.000.oo pesitos, recuerde ya
van $6.320.oo pesos.
Además hay que tener en
cuenta que estos modernos dispositivos, hay hasta 5 modelos, vienen satelitales
y con impresora, tienen otras funciones (Z), como en las calculadoras
científicas, y que son programables por el conductor del taxi; el más antiguo
puede costar $150.000.oo pesos
También tiene un costo
adicional si lleva bultos o trasteos, si va para balneario o motel, los fines
de semana, día festivo, si hay un evento
cultural o turístico o si el destino se ubica en la periferia de la ciudad… Entonces
no le quepa la menor duda que la carrera le saldrá un poquito más cara, digamos
otros $3.000.oo adicionales.
Otro aspecto que tiene que
ver en el análisis, es el valor de la
carrera mínima que rige en la actualidad en la ciudad y que asciende a $3.500.oo
valor que corresponde al cobrado durante
el año pasado.
Para dar una idea,
entendamos como podría funcionar el taxímetro en la ciudad: Primero. El
taxímetro empieza a trabajar cuando usted y su familia abordan el vehículo y
“el taxi es encendido”. Segundo. El banderazo podría ser de $600.oo de ahí en
adelante por cada 90 metros se cobra digamos $100.oo; la variable de más importancia
es cuando el taxi por algún motivo se encuentra parado (semáforo, trancones,
desvíos, etcétera); entonces, tal parece, cada minuto o fracción le cuesta
$100.oo
Si usted es de los curiosos
que todo lo mide o cuenta, haga el siguiente ejercicio calcule a cuantos kilómetros vive del centro,
estime el tiempo en que el taxi está parado debido a semáforos o trancones y
calcule cuanto le puede costar la carrera, partiendo del supuesto que dicho
dispositivo (taxímetro) se encuentra funcionando como debe ser y por supuesto
no está alterado.
Finalmente debemos de tener
en cuenta que ya está haciendo carrera en nuestra ciudad el pagar el taxi por
puestos (taxi-colectivo) a $1.500.oo puesto; el transporte en micro o moto que vale desde $1.500.oo y la carrera normal que cuesta
$3.500.oo, será que la solución sería el uso del taxímetro con una carrera
mínima…digamos a $4.500.oo. Amanecerá y veremos.