Comencemos por el principio, para
no ir muy lejos situémonos en la época de la Conquista en lo que hoy denominamos,
y como distribución política, el Valle
del Cauca…el subsuelo era un mar de agua.
Este precioso líquido, es uno de los
mayores recursos naturales no renovables, fundamental para el sostenimiento de
cualquier ecosistema; necesario para el desarrollo de la vida, en especial por su
potabilidad, la que cada día se ve más amenazada por las deficientes e
inoperantes políticas estatales en relación con su manejo y aprovechamiento.
El agua se constituyó hace un
poco más de una década como un verdadero negocio (hace 50 años quien se podría imaginar
que un litro de agua podría llegar a costar en algunos casos más de $5.000.oo),
recurso natural cada vez más sometido a la vulnerabilidad por la contaminación
del medio ambiente.
Los municipios de la zona norte, (incluido
San José del Palmar en el vecino Departamento del Choco rico en biodiversidad -
aún se siguen descubriendo nuevas especies como animales, plantas, insectos
entre otros - deben de tener muy claro que el aprovechamiento de los recursos
hídricos es su responsabilidad y que de su adecuado uso debe contribuir a
jalonar la productividad económica y el bienestar social de sus comarcas, ya
que todas las actividades económicas
descansan en grado sumo sobre el suministro y la calidad del agua potable.
Es de esperarse, entonces, que con el transcurrir del tiempo, el aumento de
la población y de las actividades productivas, muchas regiones están llegando
con rapidez a una situación en la que el agua va a escasear y posiblemente su
desarrollo económico se va a ver obstaculizado.
Definitivamente hace falta el
desarrollo de un modelo, por municipio, para la Gestión Integrada de Recursos
Hídricos, que promueva equidad, reducción de la pobreza y crecimiento en los municipios
del Norte del Valle, bajo el concepto de desarrollo sostenible.
Municipios como: Alcalá,
Ansermanuevo, Argelia, Bolívar, Cartago, El Águila, El Cairo, El Dovio, La
Unión, La Victoria, Obando, Roldanillo, Toro, Ulloa, Versalles y Zarzal, e
independiente de los Distritos como el Sara Brut, deben garantizar, desde la elaboración
de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), se articulen políticas públicas
para garantizar, a través de una cooperación
mutua y mediante alianzas estratégicas e identificando las fortalezas y
debilidades en cada uno de ellos, el suministro de agua potable - durante los próximos
50 años - para el consumo humano. Ojo con eso.
Debemos entonces comenzar
analizando los posibles problemas estructurales que subyacen, en el manejo, conservación y administración
del recurso hídrico, en especial las cuencas hidrográficas, tan valioso no solo
para la vida misma sino para la economía de una región o subregión.
Me permito, entonces, abordar estadísticas,
en ausencia de información actualizada, que datan de hace más de una década,
para así entender que el problema no son los efectos colaterales de los
fenómenos del “Niño” o de la “Niña”.
Parte de la solución, es la
adquisición, por parte de los gobernantes Norte Vallecaucanos, de áreas de
interés para la conservación de cuencas, micro cuencas que permitan la
conservación de los recursos hídricos que surten los acueductos y las
poblaciones del Norte del Valle, zona ésta rica en este recurso natural y de biodiversidad, fauna, flora, pilares para
fundamentales para futuros desarrollos eco-turísticos.
Entonces abordemos parte de los
estudios y diagnósticos que se han
realizado al respecto, empecemos con la Corporación Autónoma Regional del Valle
del Cauca (CVC), la cual tiene entre otras funciones la conservación y administración de los recursos hídricos de la
cuenca del río Cauca, alto cauca en su valle geográfico, entre Salvajina (Cauca)
y La Virginia (Risaralda).
La cuenca cuenta con una
población superior a los 4 millones de habitantes, con un porcentaje de
población urbana similar a la del promedio nacional y con la característica
especial de poseer 6 centros urbanos mayores de 100.000 habitantes.
Dicha entidad apoyada en cientos
de estudios, siempre a terminando en las mismas conclusiones preocupantes y
reveladoras, como es el critico grado de contaminación de las aguas del Rio Cauca.
La amenaza da origen después de
recibir las descargas de residuos (sólidos y líquidos) de la ciudad de Cali, el
rio no consigue alcanzar un nivel de oxigeno disuelto superior a 4 mgr/litro en
una extensión de más de 250 km aguas abajo.
Dicho de otra forma el Rio Cauca está
agonizando desde hace más de 20 años, lo que indica que después de la estación
de muestreo, paso comercio, paso latorre, yotoco y puente riofrio, el rio esta totalmente
contaminado, y su agua no es apta para el consumo humano.
En la estación de muestreo la
Virginia (Risaralda) el rio no tiene el nivel mínimo de oxigeno para el
desarrollo de la biota acuática, es decir no presenta signos vitales.
Otras cifras: En el año 2000 La
Producción de Residuos Sólidos en las cabeceras municipales Cali era del (66%),
Buga, Buenaventura, Palmira, Tulua y Cartago, (22.8%), 11 cabeceras entre
66.000 y 21.000 habitantes, (7.65%) y (3.55%) otros municipios.
La Demanda de Agua Superficial
por sectores en la cuenca del rio cauca (estadísticas 2001) es: sector agrícola
86%, domestico el 7%, Industrial el 3%, otros el 4% (fuente cvc, recursos hídricos).
El Consumo de Agua Subterránea
anual en el Valle del Cauca, 3.945.000.000. de m3, el porcentaje de consumo por
año en relación de la oferta promedio anual, para el 2001 era del 18.67% es
decir nos estábamos gastando, para esa fecha, el agua subterránea, en el sector
agrícola (regadío artificial).
En el 2001 el Departamento del
Valle, a través de la CVC, propuso un plan de acción para el mejoramiento de
los Ecosistemas del Valle del Cauca entre otros: Cuenca Hidrográfica del Rio la
Vieja, Serranía de los Paraguas, Parque Nacional Natural Tatama, Delta del Río San
Juan, Parque Nacional Natural las Hermosas, Corredor Biológico de Paramos, entre
otros.
La pregunta es ¿Que han hecho las
diferentes Administraciones Departamentales, para aminorar el impacto ecológico
en los ecosistemas del Valle del Cauca y en particular en los olvidados
Municipios del Norte del Valle?
No cabe la menor duda que en
muchos casos sobran las buenas intenciones, cuando fluye de por medio una
empatía política, otra cosa es que el recurso económico impida ejecutarlos; desalentador
cuando lo segundo no se da.
Otra pregunta ¿Que ha hecho la CVC
con los recursos que le transfieren los Municipios del Norte del Valle, a través
de la sobretasa ambiental?, lo que puede ocurrir, entre muchas otras cosas, es que como esos recursos van a una bolsa
común, ya en el nivel central departamental, la inversión se prioriza según la “importancia
estratégica” de los proyectos
determinados en el plan de acción de esa institución y como siempre los
municipios de la Subregión Norte no reciben la ayuda necesaria.
Primera Conclusión: El pastoreo intensivo
a que ha sido sometida la zona rural en los municipios norte vallecaucanos, el
monocultivo del café, la ganadería intensiva, la mineria y recientemente la producción industrial de la
caña de azúcar más la caza de especies nativas, han tenido como consecuencia la
desaparición de una parte del ecosistema, disminuyendo el caudal del recurso
hídrico que surte las cabeceras municipales de la mayoría de estos municipios.
Confirma la anterior conclusión, otros
estudios en los que se invirtieron cuantiosos recursos para el diagnostico y en
los que se abordaron los siguientes temas como: Distritos de riego, educación formal e informal, tratamiento de
agua potable, investigación, medios filtrantes, sistemas de información, uso racional,
reciclaje, descontaminación atmosférica, reforestación, gestión integral de
cuencas, alternativas para la
recuperación del agua, acueductos urbanos y rurales, entre otros; lo más
preocupante es que no ha quedado nada en concreto (plan de acción) para darle
aplicabilidad inmediata y empezar a resolver el problema del agua en el
departamento, todo quedó en buenas intenciones y costosas investigaciones.
Segunda Conclusión: El acceso al
agua es un derecho humano fundamental, y el aprovechamiento y en el uso de los
recursos hídricos han de darse prioridad a la satisfacción de las necesidades
básicas y a la protección de los ecosistemas.
Por lo menos el 86% de la demanda
de agua se destina a atender el sector agrícola (cultivos intensivos y
extensivos principalmente caña de azúcar y café), el cual alimenta mediante una
cadena de suministros al sector industrial, que adicionalmente demanda el 3%; entonces ya podemos hablar de un 89%
destinado al consumo agroindustrial y muchas comunidades se encuentran sin el
precioso líquido.
Tercera Conclusión: Se nota
claramente la falta de cobertura poblacional, la situación de abastecimiento de
agua en el Departamento se encuentra amenazada por el estado de deterioro de
gran parte de las cuencas y micro cuencas abastecedoras, a futuro debemos
esperar la disminución de los niveles de los ríos que podría ocasionar el cíclico
Fenómeno del Niño.
Ante esta alarmante situación los
gobiernos municipales dentro del componente de Gestión territorial y Protección
Ambiental, deben de avanzar en el compromiso y reto de gestionar ante los
diferentes organismos y entidades del orden nacional, regional e internacional
vinculados con el sector, la implementación de estrategias y mecanismos que
permitan garantizar de manera sostenible, el abastecimiento y suministro de
agua con criterio de equidad y prioridad social en cuanto a cantidad, calidad,
continuidad, cobertura y costos del servicio.
Todas las estrategias deben
apuntar a consolidar el proceso de
modernización institucional del sector en el manejo de los recursos hídricos,
sentando las bases sobre las cuales, son las administraciones municipales los
responsables de garantizar a futuro el suministro de agua a sus respectivas comarcas,
sin entregar la autonomía administrativa, ni el manejo de los recursos
económicos a que por ley tiene derecho para atenderlos.
Igualmente todas las leyes que ha
expedido el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible, Ministerio de Hacienda y Crédito Publico y con el monitoreo de la
Dirección de Apoyo Fiscal, buscan señalar directrices en la forma de actuar de
los municipios, es decir los municipios deben de asumir la responsabilidad de
garantizar su viabilidad financiera a largo plazo, e igualmente ser autónomos
en el manejo de sus factores productivos, y para el caso de hoy nos ocupa, los Recursos
Naturales. Como bien dice el refrán: “...Estamos……con el agua lejos y las uñas
largas…” Amanecerá y veremos.