Debo confesar que la primera
vez que me ocupé de este tema, en ésta columna de opinión, fue durante la
última semana del mes de abril de 2012.
Momento que coincidió con la
entrega de ese primer informe, los primeros cien días, del hoy saliente alcalde
el abogado Álvaro Carrillo, presentado ante la opinión pública de la ciudad de
Cartago en el Norte del Valle y atendiendo lo regulado en la ley 489 de 1998
(articulo 31), ley 1450 de 2011 (articulo 16).
Lo que está contemplado, a
manera de guía práctica, en ese documento no.3 y que hace parte de una serie de
guías elaboradas con el apoyo del Departamento Nacional de Planeación (DNP) y
la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP) con el objeto de servir como
modelo para una efectiva gestión pública territorial; las más recientes y
actualizadas, hoy, en mano de la primera autoridad municipal. Hay que consultarlas
y estudiarlas para sacarles provecho.
En este punto…Usted atento y
respetado lector, se preguntará ¿A que viene este tema, si no han transcurrido los
primeros cien días? Todo lo contrario son útiles para el empoderamiento y para entregar ese primer informe a la
comunidad.
También sencillo es entender,
si se quiere, que la experiencia ha demostrado que es importante leer los
informes que resultan de la comisión de empalme; ya que en la práctica casi
nunca son analizados en profundidad por aquellos funcionarios que, según la
competencia, son los integrantes del nuevo gabinete municipal y como mínimo deben
estar atentos, informados y prestos para apoyar las iniciativas y los retos del
alcalde entrante.
En esa comisión, tal parece,
solo cumplen con el requisito que exige la ley y como acto protocolario donde se revisa y firma el acta, algunas parciales, de entrega y se procede a su
archivo.
En la mayoría de los casos
no van más allá de lo estipulado en las disposiciones constitucionales y
legales, establecidas en la ley 152 de 1994, resolución orgánica 5544 de 2003,
resolución orgánica 5674 de 2005, ley 951 de 2005 y el auto 383 de 2010 de la
corte constitucional, entre otros. Es decir se convierten, esos informes,
rápidamente en letra muerta.
Dicho en otras palabras… Salvo
algunos casos… El alcalde entrante generalmente no sabe en la que se metió…
¿Las razones?
No se le informa “todo” lo
que realmente sucedió antes de posesionarse y durante los últimos dos meses; lo
que se espera va a suceder durante esos primeros 100 días y lo que sucederá,
después de conocer “parte” de la realidad administrativa, fiscal y financiera
de la entidad. Ojo con eso.
De gran importancia serán las decisiones que se tomen,
para bien o para mal, con base en los resultados fiscales esperados ya sea superávit
y/o déficit vía recurso propio, sistema general de participaciones, sistema general de regalías
entre otros.
Siempre se estima que el
nuevo mandatario cuente con la suficiente iniciativa y logre el empoderamiento
necesario - durante esos tres primeros meses - para no quedar solo a merced de
su círculo más cercano de asesores y secretarios.
Lo que se espera, del nuevo
gobernante, es que la información contenida en los informes de la comisión de
empalme, cierres fiscales y lo diagnosticado dentro de los primeros cien días;
se convierta en acciones inmediatas para enfrentar las amenazas y/o aprovechar
las oportunidades del ente territorial.
Está entonces claro que no
debe cometer el mismo error de excusarse - recordemos el refrito de ese
discurso durante los anteriores tres primeros años de ese mandato - para hábilmente escudarse
en las cifras negativas sobre la deuda publica.
Y de esta manera, al no
dejar de señalar el mal estado en que recibió las finanzas del municipio, evadir
el problema, sin cambiar el estado de las cosas, negarse a buscar otras
alternativas para encontrar una salida digna a su problema; como fue lo que
sucedió con la anterior administración 2012-2015.
Es claro entonces que el
objetivo de esa guía - El alcalde en los primeros cien días de su
administración – “es dar a conocer de manera precisa cuales son las tareas
prioritarias que debe adelantar una vez toma posesión del cargo”.
Deja explícito el documento la
trascendental importancia de su gestión por resultados para el desarrollo
territorial, haciendo énfasis en las consecuencias del ejercicio de sus
responsabilidades como ordenador del gasto, como autoridad política y como
autoridad de policía.
También pone de manifiesto las
acciones importantes y urgentes que debe de adelantar en esos primeros cien
días de su mandato; apoyado en actividades que deberá coordinar a través de sus
consejos de gobierno.
Para simplificar, el
principal reto del alcalde es tener muy claro conque recursos dispone:
económicos, humanos, naturales, urbanos, deportivos, culturales e
institucionales; que constituyen el potencial de desarrollo para la ciudad.
Con base en lo anterior al
alcalde le corresponde planificar el desarrollo y gestionar los recursos para
ello; y lo logra con una mirada no en el corto plazo sino construyendo una
visión de ciudad en el mediano y largo plazo.
Dicho en otras
palabras…Termine ya, con el hábito ya hecho costumbre, de administrar un municipio durante cuatro
años - en el día a día - apagando incendios; o abriendo nuevos huecos fiscales
para tapar otros más viejos.
Entendámoslo de una manera más
simple, una vez tenga sobre la mesa los resultados del cierre fiscal de 2015 el
que se espera, se entregue, durante la primera o segunda semana de 2016.
Con esa información estará
al corriente si dispone, o no, del flujo de caja necesario para atender en
primer lugar: cuentas por pagar, reservas presupuestales y nuevos fallos
arbitrales en contra del municipio.
Cofinanciar nuevas
inversiones, continuar con las ya existentes; proponer un estricto plan de
desempeño o adelantar un programa de saneamiento administrativo, fiscal y
financiero, o por lo menos una reorganización administrativa para ajustar
la actual estructura administrativa y poder atender lo contemplado en su
programa de gobierno.
Lo anterior lo logra si
entiende que hay que trabajar de la mano con el comerciante, empresario,
gremios, academia, iglesias, fuerza publica, sindicatos, minorías étnicas,
población vulnerable, primera infancia, esquemas de asociación territorial, desplazados,
reinsertados y en proceso de reparación entre otros… es decir Todos por Cartago.
Amanecerá y veremos.