Cuando este tipo de eventos
políticos se analizan sin el apasionamiento ideológico; ni la “lealtad” lograda
a través de un compromiso económico o de especie, e independiente de la campaña
en la que se milite, más claro se observan los recientes acontecimientos y sus
posibles consecuencias en las urnas el próximo 25 de octubre.
Lo anterior permite no
dejarnos llevar por las emociones viscerales que de manera apresurada pueden llevarnos
a concluir, según los aparentes hechos, un posible triunfo o una derrota anticipada; dicho en
otras palabras, todos, serenos en el peligro y peligrosos cuando todo está
sereno.
Casi todos los analistas llaman
la atención sobre el asentamiento, en la ciudad y el país político, de empresas
electorales, es cierto, y si así lo son e independiente de si tienen o no
propuestas programáticas coherentes; están entones precisados a pagar salarios o
bonificaciones por lo menos para "reconocer" el duro trabajo de campo de sus
“vinculados”.
Aquí en este punto y por
esta fecha aún no estamos insinuando la
compra de votos - solo de aparentes líderes - lo que significa que aún se
camina sobre la legalidad; bajo el entendido que si la compra persiste ese
último día ese es otro asunto bien diferente, y tal parece las autoridades electorales
tienen puesto el radar sobre esos procesos en curso.
Lo que ahora quiero
llamar la atención, y a todas las
campañas, en especial evitando el triunfalismo, lo erróneo de concluir que con el
lleno de auditorios, parques, calles y plazas públicas se tiene asegurado el
triunfo en las urnas; en especial para los aspirantes al concejo.
En todos los casos si hoy se
realizaran las elecciones, lo repito, sin duda el próximo alcalde de los
cartagüeños sería el Ingeniero Gabriel
Benjamín Agrado Restrepo de origen liberal; hoy con el aval del Centro
Democrático (CD).
Las razones saltan a la vista, cerca de 3.000 personas se dieron
cita, ayer, para atender el llamado que hizo el expresidente y senador el
abogado Álvaro Uribe Vélez para que lo acompañaran y lo saludaran en el Parque
de Bolívar.
Si reposadamente analizamos esa convocatoria, exitosa por lo demás,
está claro y se confirma que la figura del expresidente es un imán para atraer
las masas; engañados o no con su presencia y discurso; ahí están los votos; erróneo
sería negarlo y de caballeros y dignos adversarios es el reconocerlo.
Observando los videos y
fotos también se confirma, que gran parte de esa “devoción” se apuntala en los
estratos 1, 2 y parte del medio bajo.
Eso lo tiene muy claro Uribe
sus adeptos, la gran mayoría, es muy probable que no tengan los elementos de juicio
racionales para entender, el enorme
engaño, qué es lo que realmente está en juego a nivel nacional… Una paz
duradera y no simplemente la firma de un acuerdo de paz que puede ser saboteado
por el expresidente.
Dicho en otras palabras el país
depende de alguna manera del compromiso del Uribe para apoyar o no, de hecho
cuenta con 7 millones de simpatizantes
que ciegamente hacen, sin cuestionarlo, lo que él ordena. Así de sencillo.
También está muy claro que
esos potenciales votos de ayer están en las manos de los por largo tiempo olvidados,
desamparados, desempleados y comunidades vulnerables.
Reconociendo que muchos y
como resultado de esta larga campaña - para algunos costosa - ya tienen
pavimentadas sus vías públicas; sin perder de vista, debo llamar la atención, desde
ayer esa cotización “en bolsa” del voto local se ha disparado así aparentemente
pertenezcan al CD. Es la cruda realidad.
Volviendo al asunto que nos
ocupa hoy, ese anticipado cierre de campaña, de Agrado Restrepo, nos recuerda
la votación alcanzada, por Uribe, para el Congreso de la Republica con
aproximadamente 7.500 votos en la ciudad..
Lo anterior nos sugiere, se
confirma lo que sucedió con las elecciones presidenciales, con o sin mermelada
- siempre he considerado que ésta quedó en los bolsillos de los gamonales – que
la clase media, los intelectuales y un sector
de la alta más la izquierda reeligieron al hoy Presidente de la República.
Desde lo local, deberá
seguir la estrategia de centrar la atención en ese voto de opinión -la gran mayoría abstencionista - para buscar
marcar la diferencia en las urnas.
Para terminar observando el comportamiento
de las dos campañas con mayor intención de voto en la ciudad, podemos concluir,
con lo observado en el día de ayer, existe
un empate técnico al día de hoy.
Sin embargo propongo, quien
soy yo para hacerlo pero me arriesgo, que todos los cierres de campaña oficiales,
se realicen en el Parque de Bolívar; para de esta manera cada candidato mida su
potencial electoral; ya sin la influencia del genio electoral de Uribe.
En todos los casos parte del
triunfo dependerá que tan bien estén organizados desde lo político y económico,
de cara a ese día, cada uno acudirá temprano y en solitario a la
urna, usted decide, vote bien. Amanecerá y veremos.