sábado, 8 de diciembre de 2012

NI TANTO QUE QUEME AL SANTO... NI TAN POCO QUE NO LO ILUMINE


Como en el pasado muchos seguimos, hasta donde el sentido común lo sugiere, de cerca el acontecer político y económico de nuestra querida ciudad de Cartago en el Norte del Valle.

Es este primer año de gobierno, atípico para muchos pero predecible para unos pocos, el resultado de lo acaecido durante las últimas décadas en el manejo acertado o no de la cosa pública.

Con un denominador común y es el enseñoramiento en la forma de actuar por parte de algunos de los responsables de turno, que por acción u omisión, cuando se alejan del deber ser,  donde siempre se espera sea un mandato por y para el pueblo.

Para los que hemos asumido el compromiso de opinar, guiados principalmente por los desaciertos del pasado, lo hacemos con el único propósito de evitar caer en los mismos errores y de paso aportar un grano de arena esperando que la ciudad que soñamos sea motivo de orgullo para nuestros hijos y una gran oportunidad de vivir para nuestros nietos.

Lo anterior significa que el éxito o el fracaso de la actual administración no solo esta en cabeza del gobernante y su equipo de colaboradores, tan solo son los elegidos por un corto periodo constitucional para guiar los destinos de nuestra ciudad.

Independiente si al final es excelente, buena, regular o mala su gestión, al final elegiremos otros que se ocuparán de continuar con lo mismo o hacer algo bien diferente.

Lo que debe de quedar claro es que la responsabilidad de sentar las bases para el crecimiento y desarrollo sostenible con responsabilidad social y medioambiental es de todos e incluye al ciudadano del común que vive en estrato 0, los docentes, los gremios, el comerciante, la iglesia, la fuerza publica y en general la sociedad civil deben de aportar su grano de arena y de hecho algunos lo vienen haciendo con un gran espíritu de patria chica.

Para nadie es un secreto que tímidamente se intenta poner sobre la mesa, la discusión concerniente a la posibilidad de una revocatoria del mandato al actual gobernante de los cartagüeños el abogado Álvaro Carrillo.

En este punto que acabo de dejar, déjeme aclararle a usted atento y respetado lector, y sin ser gobiernista y mucho menos estar en la oposición; siempre me he opuesto a esta maquiavélica y perversa forma  de hacer política en beneficio de otros.

Para ese desprevenido sector de la opinión pública es muy cómodo, generalmente desde la sombra y por recomendación de otros, invocar la revocatoria del mandato, así sin más argumentos de forma y fondo que la sustenten.

Para darle claridad a la posible polémica que se pudiere adelantar, ley 134 de 1994 exige que la petición de revocatoria debe ser acompañada de un numero de firmas equivalente  al 40% de los votos obtenidos por el candidato.

Para nuestro caso el hoy Alcalde  Álvaro Carrillo obtuvo 21.587 votos, de suerte que se necesitan inicialmente 8.634 firmas de personas que votaron por él y ahora desean destituirlo, suena raro pero es así como funciona.

La Registraduría Nacional del Estado Civil certifica la validez de las firmas y convoca a elecciones. En estas deberá votar al menos el 60% de los votos válidos obtenidos por todos los candidatos. Para el caso que nos ocupa  en las pasadas elecciones de 30 de octubre de 2011 el total votos por candidato alcanzó la cifra de 52.641 válidos, de un universo posible de 104.186 para esa época.

Es decir se necesitaría que votaran 31.585 personas que lo hubieran hecho en esa oportunidad, a favor y en contra de él, y la destitución  se produce si no menos del 60% vota a favor de la revocatoria, es decir 18.951 personas.

Con la ayuda de las matemáticas frías se necesitarían nuevamente un poco menos de 19.000 votos para lograr la revocatoria;  de perderse, la intención, no puede volver a intentarse durante el resto del período.

Como se puede ver, la ley fue diseñada de manera tal que es prácticamente imposible, desde el punto de vista matemático una revocatoria de mandato, así que la empresa no es nada fácil, yo diría que imposible.

La propuesta serviría para acabar con el aparente y taimado clima de paz política; insinuando la polarización que podría en cualquier momento determinar el rumbo de las aspiraciones locales  para las próximas elecciones de Congreso de la República.

Otra situación que se puede presentar, para enfrentar la posible conspiración  es que el entendido posible afectado (el señor Alcalde) puede terminar presentándose, como víctima de sus contradictores políticos, y usar esas perspicacias como mecanismo de defensa, subterfugio que le  ha funcionado a otros en iguales circunstancias y a lo largo y ancho del país.

Creo que no es necesario que el Alcalde acuda a ese recurso pues no tiene que diluir ninguna responsabilidad política, pues los hechos y las obras demuestran lo contrario, pero igualmente ahí esta.

Entonces cuales son los hechos, en el ambiente político fluye la opinión que el que podría verse afectado no ha hecho nada por enfrentar la realidad financiera y política del municipio y que no ha hecho obras.  

El pasado 25 de septiembre de 2012, el Alcalde Municipal, el abogado Álvaro Carrillo, mediante decreto 097 establece y adopta un programa de saneamiento fiscal y financiero para el municipio, para no extenderme con otras actuaciones desde lo jurídico, esta iniciativa lo blinda contra cualquier querella por omisión en sus deberes como gobernante desde lo económico.

Igual en materia de inversión y solo tomando aquellos contratos por cuantía superior a $50 millones la cifra ronda los $7.300 millones; el valor total de la contratación lo pueden verificar en el portal, www.contratos.gov.co.

Continuando el tema que nos ocupa hoy comenzando semana, y frente a la posibilidad de tramitar la revocatoria; los demandantes siempre se amparan en  los mecanismos de participación ciudadana.

A partir del 2000 se han generado una avalancha en todo el territorio nacional sobre este tipo de peticiones, perdiendo fuerza en los últimos años; al punto y una vez agotados todos los procedimientos que la ley exige para dar cumplimiento en estos casos, los mismos entes de vigilancia y control han llegado a concluir que en el 95% de los casos obedece a retaliaciones por parte de la oposición, derivados de decisiones tomadas por el ejecutivo y que van en contra de los intereses económicos o políticos de quienes hacen la denuncia.

Desde lo político debemos de recordar que el voto por el abogado Álvaro Carrillo, fue guiado por la anterior coyuntura política administrativa; también representaba los anhelos de un pueblo humilde que lo veía como su semejante; aparte de su acertada propuesta política expresada en su programa de Gobierno “Cartago Moderna, Competitiva e incluyente”.

La otra versión, tal vez desde la oposición,  es que no ha hecho nada desde lo económico, solo resta esperar ya que tendrá la oportunidad de hacer un balance de su gestión durante su primer año de gobierno en los próximos días.  

En la exposición el Alcalde deberá invocar el cambio, tener un discurso claro sobre Cartago, una teoría de ciudad, demostrar que sus decisiones no son improvisadas, ni reactivas, y que serán concertadas, que estarán orientadas a resolver los problemas de fondo de la ciudad y deberá asumir riesgos calculados.

En conclusión la opinión publica espera  una administración 2013-2015 que llegue temprano a los problemas y tome rápidamente decisiones con muchos elementos de juicio, sobre todo en su actuación frente al fallo sobre la actualización catastral; el destino del Aeropuerto Internacional de Carga, el terminal terrestre de transporte de pasajeros; parque la isleta, carretera Sotará -Anacaro  entre muchos otras  obras claves para el desarrollo.

A la fecha tiene el Alcalde temas no tratados a fondo como la movilidad, el espacio publico, falta más entereza en el manejo de esos temas neurálgicos; la percepción de seguridad y el orden publico; ya que todos estos son factores que afectan directamente la tranquilidad del ciudadano, y serían razones por las cuales la ciudadanía podría reprochar, pero igual no constituyen  anarquía.

Finalmente y frente al asunto del trámite de la revocatoria del mandato; que no le de ni calor, ni frio y mucho menos despertarse en medio de la madrugada corriéndole a las pesadillas.

Ocúpese de lo que para usted es lo urgente e importante, no se deje distraer, ya que a mi modo de entender las cosas, no están ni estarán (y eso depende solo de usted) dadas las condiciones para concluir con éxito un esfuerzo económico y político de esa naturaleza. Amanecerá y veremos.

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